Actualizado el 27 de noviembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
En 2023, las muertes cardiovasculares en España han mostrado una tendencia a la baja, con un descenso del 5,3% en comparación con el año anterior. Este dato es significativo ya que por primera vez se han convertido en la segunda causa de muerte en el país, justo detrás de los tumores. En total, se registraron 114.685 fallecimientos por enfermedades del sistema circulatorio en el último año.
Impacto de las enfermedades cardiovasculares
La cardiopatía isquémica se ha posicionado como la patología cardiovascular más frecuente en España, causando 27.203 muertes. En segundo lugar, las enfermedades cerebrovasculares, como el ictus, han sido responsables de 23.173 fallecimientos, seguidas de la insuficiencia cardíaca con 19.107 muertes y la hipertensión con 14.459 defunciones. Estas cifras resaltan la importancia de prestar atención a la dieta y los hábitos de vida.
El papel de la dieta en la salud cardiovascular
Los especialistas señalan que mejorar nuestra dieta puede contribuir a reducir las muertes cardiovasculares en los próximos años. La cardióloga Sharonne Hayes, de la Clínica Mayo en Estados Unidos, afirma: «No hay un alimento en concreto que te va a salvar la vida, pero tampoco hay uno que te vaya a matar. Todo consiste en un equilibrio». En este contexto, Hayes ha indicado cuáles son los alimentos que debemos evitar para cuidar de nuestra salud cardiovascular.
Alimentos que deben evitarse
Entre los alimentos menos recomendables, Hayes sitúa a las salchichas, que aunque no son tan populares en España como en el Reino Unido, son consumidas frecuentemente. Estas carnes procesadas están elaboradas con productos de menor calidad y contienen altos niveles de grasas saturadas y sal, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Las patatas fritas también están en el ojo del huracán. Además de favorecer la obesidad, su elevado contenido en sal las hace perjudiciales, especialmente para quienes sufren de hipertensión. A esto se suman otras carnes procesadas, como el chorizo y el jamón, que deben ser consumidos con moderación.
Los postres azucarados son otro elemento a reducir en la dieta diaria. La cardióloga recalca la importancia de disfrutar del azúcar con moderación, ya que un consumo excesivo puede llevar a un aumento de calorías y, consecuentemente, al sobrepeso, lo que a su vez incrementa el riesgo de enfermedades del corazón, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer.
Exceso de proteínas y bebidas energéticas
Otro aspecto que Hayes aborda es el consumo excesivo de proteínas. Un estudio en la revista Circulation: Heart Failure señala que los hombres con dietas ricas en proteínas tienen un 33% más de riesgo de desarrollar fallo cardíaco. Esto se debe en gran medida a que los patrones alimentarios en los países occidentales se centran en la carne roja, que suele contener más grasas saturadas que fuentes más saludables como el pescado o los frutos secos.
Las bebidas energéticas son otro producto que merece atención. Estas bebidas, ricas en azúcar y cafeína, han sido vinculadas a problemas como hipertensión, arritmias, insomnio, irritabilidad y ansiedad. Debido a su atractivo entre los jóvenes, algunas regiones de España están considerando prohibir su venta a menores de 18 años.
Consideraciones finales sobre grasas y salud
Finalmente, Hayes menciona el aceite de coco como un alimento que ha ganado popularidad en años recientes, especialmente en repostería. Sin embargo, este producto es alto en ácidos grasos saturados, lo que puede ser perjudicial para la salud cardiovascular. Aunque se sugiere su uso para el cuidado de la piel, es recomendable que permanezca fuera de nuestras cocinas.
En conclusión, la prevención de enfermedades cardiovasculares pasa por la adopción de una dieta equilibrada y saludable. Reducir el consumo de ciertos alimentos puede tener un impacto positivo en la salud y contribuir a disminuir las cifras de mortalidad asociadas a estas patologías, beneficiando así a la población en general. Con pequeños cambios en nuestros hábitos alimenticios, podemos mejorar de manera significativa nuestra salud a largo plazo.