Adiós a los lácteos desnatados: lo que realmente necesitas saber para elegir productos saludables según el médico Manuel Viso

Actualizado el 28 de marzo de 2025 por Carlos José Belmonte López

Escoger un buen lácteo en el supermercado puede ser más complicado de lo que parece. La industria alimentaria ha implementado diversas estrategias de marketing que, a menudo, confunden a los consumidores, llevándolos a suponer que ciertos productos son más saludables de lo que realmente son.

El impacto de la grasa en la salud

Hablemos sobre el papel de la grasa en nuestra dieta. Contrario a la creencia popular de que toda la grasa es perjudicial, la grasa de la leche es esencial para la absorción de algunos nutrientes, como la vitamina D. Esta vitamina, que es liposoluble, requiere grasa para ser metabolizada adecuadamente por nuestro organismo. Por lo tanto, optar por lácteos enteros puede ser una alternativa más favorable desde un punto de vista nutricional.

La elección del yogur

Cuando se selecciona un yogur, lo más recomendable es optar por opciones simples. Según el médico y divulgador Manuel Viso, «un buen yogur solo necesita leche y fermentos lácteos. Punto. Ni aditivos ni almidones». Esta afirmación resalta que en ocasiones, menos es más, especialmente cuando buscamos alternativas saludables.

Otro aspecto clave que los consumidores deben tener en cuenta es la cantidad de azúcares en los productos lácteos. Muchos creen que los yogures 0% grasa son los más saludables, sin embargo, algunos de estos pueden contener niveles elevados de azúcares añadidos para compensar la textura y el sabor. Esto puede resultar engañoso.

Como advierte Viso, «¿Crees que los 0% son los mejores? Cuidado, porque como otros tantos yogures, muchos van cargados de azúcares». La eliminación de la grasa a menudo lleva a los fabricantes a agregar almidones y otros aditivos que mejoran la consistencia, lo que puede hacer que un yogur bajo en grasa sea menos saludable que uno entero y natural sin azúcar.

Las trampas del queso

El mismo principio se aplica al queso: menos ingredientes generalmente significa mejor calidad. Un queso tradicional debería estar hecho únicamente de leche, cuajo y sal. Sin embargo, muchas variedades comerciales introducen aceites vegetales, almidones y otros aditivos que alteran su composición natural.

Aunque los quesos curados son un manjar, su elevado contenido en sodio y grasas saturadas sugiere que su consumo debe ser moderado. Tal como señala el médico, «lo light no siempre es lo mejor. Cuidado con el marketing». Este tipo de productos puede parecer atractivo por su reducido contenido graso, pero a menudo están llenos de azúcares y aditivos para enmascarar la falta de sabor y textura.

La verdad sobre los lácteos desnatados

Uno de los errores comunes al elegir lácteos es optar por las versiones desnatadas. La leche entera no solo preserva todas las vitaminas naturales, como la A y la D, sino que también es fundamental para la absorción de calcio y la salud ósea. Además, la grasa en la leche contribuye a la saciedad, ayudando a evitar el consumo excesivo de otros alimentos que podrían no ser tan saludables.

De hecho, el proceso de desnaturalización de la leche para reducir su contenido graso podría afectar negativamente su valor nutricional. Este fenómeno es importante tenerlo en cuenta al hacer compras, ya que la grasa también juega un papel crucial en nuestras sensaciones de saciedad y bienestar.

Elegir la leche adecuada

A la hora de elegir leche, es fundamental evitar aquellas opciones que contienen aceites vegetales, almidones o azúcares añadidos. La leche fresca y sin modificaciones innecesarias sigue siendo la mejor alternativa. Siempre es recomendable optar por productos lo más naturales posible, ya que el ultraprocesado puede eliminar nutrientes esenciales.

El yogur, cuando se elige adecuadamente, puede ser una excelente fuente de probióticos que benefician nuestra salud intestinal. Sin embargo, la industria ha inundado el mercado con versiones edulcoradas, aromatizadas y con colorantes, que distan mucho de la versión original y saludable. La mejor estrategia es optar por yogures naturales sin azúcares añadidos y, si deseamos más sabor, acompañarlos con fruta fresca.

Conclusión: La lectura de etiquetas es clave

Al final, la elección de un buen lácteo pasa por la lectura de etiquetas y la comprensión de los ingredientes. Como bien apunta Manuel Viso, «menos ingredientes, mejor». Es vital evitar los azúcares ocultos, los aditivos innecesarios y priorizar los productos enteros y naturales. La próxima vez que estés en el supermercado, dedícate a revisar las etiquetas para hacer una elección más informada y saludable.

German Fuertes Oterohttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11p5t5jsss
CEO en PharmaSalud.net. Licenciado en medicina por la Stanford Medicine: Stanford, California, US, Máster en University of Cambridge: Cambridge, Cambridgeshire, GB y University of Oxford: Oxford, Oxfordshire, GB. Doctorado en Harvard University Harvard Catalyst: Cambridge, MA, US

Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios y la información contenida en PharmaSalud esté redactada por profesionales en medicina, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.

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