Actualizado el 9 de enero de 2025 por Carlos José Belmonte López
El apio es uno de los productos emblemáticos de la agricultura española, bien considerado por sus beneficios para la salud y su versatilidad en la cocina. En España, su cultivo ha encontrado un lugar destacado en la Región de Murcia, «la huerta de Europa». Precisamente, de esta región proviene una de las últimas novedades de Mercadona: el apio cortado y lavado, listo para comer.
Presentación y valor nutricional del apio
Este producto se presenta en una bandeja de 210 g y tiene un precio de 0,98€. Se trata de una hortaliza con un bajo contenido calórico: solo 11 kcal por cada 100 g. Su composición es mayormente acuosa, con un contenido de 94,4 ml, lo que lo convierte en un alimento altamente hidratante. Además, contiene 1,5 g de hidratos de carbono, 2 g de fibra, 305 mg de potasio, 110 mg de sodio, 52 mg de calcio y 18 μg de folatos. También proporciona 8 μg de vitamina C y 0,2 μg de vitamina E.
Un alimento ligero
Como destaca la Fundación Española de Nutrición (FEN), “aunque el apio no es una fuente importante de energía, su consumo resulta saludable y refrescante por su contenido en agua, sales minerales y vitaminas diversas”. Así, el apio se convierte en un alimento interesante dentro de una dieta equilibrada. Aunque su presencia es moderada, su contenido en vitaminas C y E, potasio, sodio y calcio aportan beneficios al organismo.
Historia y simbolismo del apio
Desde tiempos antiguos, este vegetal ha sido apreciado por sus propiedades nutritivas y ha tenido un poderoso simbolismo cultural. Egipcios y griegos lo consagraban a las divinidades, mientras que los romanos lo utilizaban en banquetes funerarios y como ofrenda en las tumbas. En la Edad Media, sus usos culinarios y medicinales se potenciaron, consolidando su importancia en la historia.
Beneficios del apio para la salud
Un aspecto destacado del apio radica en los compuestos que se encuentran en el aceite de su semilla. Este contiene ftálidos, sustancias que, según estudios, “podrían tener un efecto preventivo de los procesos cancerígenos”. Entre estos ftálidos, la sedanolida se utiliza como remedio natural para tratar procesos inflamatorios como la gota o el reumatismo.
Asimismo, el apio tiene una notable función diurética, atribuida a su elevado contenido en agua y a un aceite volátil conocido como apiol, que ayuda a reducir la retención de líquidos, respaldando así el funcionamiento saludable del organismo.
Rico en antioxidantes
El apio es una fuente natural de antioxidantes, compuestos clave que ayudan a mantener el equilibrio celular y protegen al organismo del daño oxidativo causado por los radicales libres. Este daño, si no se controla, puede contribuir al envejecimiento prematuro, la inflamación crónica y el desarrollo de enfermedades como el cáncer, la diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Entre los antioxidantes más destacados del apio se encuentran los flavonoides, un grupo de compuestos polifenólicos con múltiples funciones biológicas. La quercetina, la luteolina, la apigenina, la miricetina y el kaempferol son algunos de estos compuestos que no solo actúan como antioxidantes, sino que también presentan propiedades antiinflamatorias, antivirales y antibacterianas, mejorando la salud vascular al actuar como vasodilatadores.
Además, el apio contiene furanocumarinas, como la xantotoxina y el bergapteno, que poseen actividad antioxidante y otros beneficios biológicos. Aunque estas sustancias se encuentran en pequeñas cantidades, han mostrado potencial en la prevención de daños celulares y en el desarrollo de tratamientos para enfermedades de la piel como el vitíligo y la psoriasis.
Precauciones a considerar
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el apio forma parte del listado oficial europeo de alérgenos comunes, según lo estipulado en el Reglamento 1169/2011. Por ello, cualquier producto que lo contenga debe indicarlo claramente en su etiquetado. Las reacciones alérgicas al apio pueden aparecer rápidamente, generalmente en cuestión de minutos, y pueden variar desde síntomas leves hasta cuadros graves.
Entre los síntomas más comunes de alergia al apio se encuentran el hormigueo o picazón en la boca y la garganta, y en algunos casos, erupciones cutáneas como urticaria. Las manifestaciones más severas incluyen hinchazón en la cara, garganta o boca; dificultad para respirar; episodios de asma grave; así como dolor abdominal, náuseas y vómitos. En situaciones extremas, puede producirse una caída brusca de la presión arterial e incluso anafilaxia, una reacción potencialmente mortal.
Aunque cocinar el apio puede reducir parcialmente su alergenicidad, no la elimina por completo, lo que significa que incluso personas muy sensibles podrían experimentar reacciones adversas. Dosis muy bajas, de alrededor de 0,16 gramos, son suficientes para provocar reacciones sistémicas en personas alérgicas.
Conclusión: un alimento con múltiples beneficios
En resumen, el apio no solo es una hortaliza versátil y de bajo contenido calórico, sino que también es un aliado en la salud, gracias a su elevado contenido en agua, antioxidantes y propiedades antiinflamatorias. Sin embargo, es crucial tener en cuenta las posibles alergias y tomar las debidas precauciones al consumirlo. Así, podrás disfrutar de todos sus beneficios de manera segura y saludable.