Actualizado el 14 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
La salud menstrual es un tema que frecuentemente se encuentra en la sombra, y un nuevo escándalo ha puesto de manifiesto la necesidad de mayor atención y regulación en este ámbito. Recientemente, una investigación llevada a cabo por la Fundación Rezero junto con el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) ha revelado preocupantes hallazgos sobre la higiene íntima femenina. Se han detectado 19 sustancias tóxicas asociadas al plástico en tampones y compresas, resultado del análisis de diez muestras de diversas marcas que se comercializan en España.
Detección de sustancias peligrosas
El estudio, que cuenta con el respaldo del Departamento de Igualdad y Feminismo de la Generalitat, ha puesto al descubierto la presencia de plastificantes como los ésteres organofosforados (OPEs), que son compuestos vinculados a posibles efectos cancerígenos, neurotóxicos y disruptores endocrinos. Se suman a la lista los ftalatos (PAEs) y alternativas a estos, conocidos como plastificantes alternativos (NPPs).
Riesgos y consecuencias para la salud
La presencia de estas sustancias podría ser perjudicial tanto para la salud de las mujeres como para las generaciones futuras, dado que están asociadas a daños reproductivos, condiciones como la diabetes y la obesidad. Ante esta grave situación, Rezero ha exigido la prohibición de la comercialización de estos productos, abogando por una «regulación estricta para evitar la presencia de sustancias tóxicas».
Demandas de transparencia y alternativas sostenibles
La Fundación Rezero insiste en la importancia de actuar con responsabilidad, no solo pidiendo la eliminación de estas sustancias nocivas, sino también instando a que haya transparencia en el etiquetado. Esto implicaría tener un listado obligatorio de los componentes en los productos, lo que permitiría a las consumidoras tomar decisiones informadas.
Además, hacen un llamado a optar por productos reutilizables en lugar de aquellos desechables, recomendando alternativas como las copas menstruales, compresas de tela y otros productos sostenibles.
Costos de gestión de residuos
Otro aspecto crucial que la fundación ha planteado es que los fabricantes deberían asumir el 100% de los costes de gestión de residuos de los productos menstruales. Esto ayudaría a cubrir los gastos relacionados con la recogida y tratamiento de estos productos, en lugar de externalizarlos a las administraciones y la ciudadanía.
Impacto económico y medioambiental
En términos económicos, la recogida y tratamiento de los residuos textiles sanitarios representa un coste de aproximadamente 10 millones de euros anuales. La promoción del uso de productos reutilizables y libres de tóxicos no solo contribuiría a la salud, sino que también aliviaría la carga económica y fomentaría un modelo de consumo más justo y respetuoso con el medio ambiente.
Investigaciones futuras
El Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua tiene previsto continuar investigando para determinar con mayor precisión el impacto que estos plastificantes pueden tener en la salud humana. Hasta el momento, consideran que los resultados del estudio evidencian la necesidad urgente de una regulación, resaltando los riesgos que presentan estas sustancias.
Contexto de preocupaciones en la salud menstrual
Este no es un incidente aislado en el ámbito de la salud menstrual. En 2023, investigadores de la Universidad de Notre Dame analizaron más de 120 productos de higiene íntima comercializados en Estados Unidos, detectando, en una proporción significativa de ellos, niveles de PFAS, sustancias químicas cuya presencia en los productos de consumo ha suscitado preocupación a nivel global.
Aunque los científicos encontraron que estas sustancias solo se localizaban en los revestimientos de algunos productos, el investigador Graham Peaslee resaltó que «la mayoría de los artículos analizados estaban libres de PFAS». Reiteró, no obstante, que estos químicos, que superan las 12,000 variedades, pueden encontrarse en una amplia variedad de productos de uso diario, lo que lo convierte en un peligro potencial más generalizado.
Educación menstrual como prioridad
Los expertos subrayan la importancia de la educación menstrual, advirtiendo que es «deficiente» en España, como lo señala un estudio realizado por la Universitat Politècnica de València (UPV) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que involucró a más de 4,000 personas.
Sara Sánchez López, investigadora del Instituto Ingenio, destaca que «la menstruación sigue siendo tratada como un tema incómodo que hay que ocultar. Lo que se oculta no se habla, no se investiga, no se legisla y no recibe la atención necesaria. Sin embargo, la salud menstrual requiere de esa atención». Este mensaje es un llamado urgente a tomar medidas y garantizar que la menstruación y la salud de las mujeres sean temas de conversación y acción necesarias.