Actualizado el 24 de marzo de 2025 por Carlos José Belmonte López
Buena parte de la población no puede empezar el día sin una taza de café. Este ritual cotidiano puede ser visto sí tanto como un placer personal como una práctica vinculada a hábitos saludables. En los últimos años, la investigación sobre los efectos del café en el organismo, en su mayoría positivos, ha crecido, tranquilizando a quienes se preocupan por su consumo. La recomendación actual es que entre 3 y 4 tazas diarias son aceptables y pueden formar parte de una dieta equilibrada.
Evidencia científica sobre el café
Los mitos sobre el impacto negativo de esta bebida, especialmente en la salud cardiovascular, son cada vez menos defendidos. Se ha demostrado que el consumo diario de café, siempre dentro de una alimentación balanceada, se asocia con una menor incidencia de problemas cardíacos. Además, hay estudios que indican que puede reducir el riesgo de diabetes, cáncer de hígado, e incluso la mortalidad por diversas causas, incluyendo el cáncer.
Beneficios del café en el aparato digestivo
Los beneficios digestivos del café son bastante conocidos, y la ciencia está comenzando a desvelar los mecanismos que los respaldan. En este sentido, investigadores de todo el mundo están prestando atención al impacto que el café tiene en la salud intestinal, específicamente en la microbiota, que es el conjunto de microorganismos que habita en nuestro intestino.
En su recorrido por el tracto gastrointestinal, el café ejerce tres efectos significativos:
- Actúa sobre las secreciones gástricas, biliares y pancreáticas, todas esenciales para la digestión de los alimentos. Se ha comprobado que estimula la producción de la hormona gastrina y de ácido clorhídrico, ambos cruciales para descomponer los alimentos en el estómago. Además, promueve la secreción de colecistoquinina, que también es importante para la digestión.
- También se asocia con cambios en la composición de la microbiota intestinal. Diversos estudios han evidenciado que el consumo de café induce modificaciones, especialmente en las bifidobacterias, unas de las más relevantes en nuestra microbiota.
- Por último, se ha observado que el café está vinculado a la motilidad del colon, lo que significa que puede estimular el proceso de transporte de los alimentos a través del sistema digestivo. Hay evidencia de que puede mejorar esta motilidad más que un vaso de agua, e incluso actuar sobre el riesgo de estreñimiento crónico.
Impacto en bacterias concretas de la microbiota
Un estudio realizado por un equipo de investigación de la Universidad de Trento (Italia) analizó los efectos de más de 150 productos alimenticios en la microbiota y encontró que el café tenía la correlación más notable. Posteriormente, llevaron a cabo un estudio en poblaciones de Estados Unidos y Reino Unido para identificar sobre qué bacterias de la microbiota tenía un impacto más relevante el café.
Los resultados confirmaron que el café afecta significativamente la composición de la microbiota, particularmente en relación con una especie bacteriana concreta llamada Lawsonibacter asaccharolyticus. En comparación con aquellas personas que no consumen café, quienes sí lo hacen presentan niveles de Lawsonibacter entre 4 y 8 veces superiores. Fascinantemente, este efecto se observó tanto en bebedores de café con cafeína como en aquellos que optan por el descafeinado, lo que sugiere que no es la cafeína la responsable de esta modificación, sino otros componentes presentes en el café.
Conclusión
La creciente evidencia sobre los efectos beneficiosos del café en nuestro organismo, incluyendo su impacto positivo en la salud digestiva y la microbiota intestinal, pone de manifiesto que, en general, esta bebida puede ser parte de un estilo de vida saludable. Así que si eres de los que no pueden iniciar el día sin una taza, ¡puedes disfrutarla con tranquilidad! Como siempre, es fundamental mantener el equilibrio y asegurarte de que tu consumo esté alineado con una dieta variada y saludable.
Bibliografía
Manghi, P., Bhosle, A., Wang, K. et al. (2024) Coffee consumption is associated with intestinal Lawsonibacter asaccharolyticus abundance and prevalence across multiple cohorts. Nature Microbiology. DOI: