Actualizado el 28 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
Controlar los ataques de gula no es fácil, pero no se puede pensar todo el rato que «Comer (no) es pecado». Por eso este libro es imprescindible para quienes buscan tener una relación con la comida libre de culpa, sin prohibiciones innecesarias.
¿Por qué tenemos antojos?
Los antojos reflejan las necesidades de nutrientes que se transmiten al cerebro. Por ejemplo, si sentimos el deseo de comer un filete, es porque nuestro cuerpo está buscando hierro. En cambio, cuando nos apetece verduras, en realidad necesitamos vitaminas y fibra. Sin embargo, los antojos de dulces son una excepción, ya que no evocan una necesidad fisiológica, sino un anhelo mental de relajación. Este comportamiento puede llevarnos a recurrir a ellos con demasiada frecuencia, creando un ciclo difícil de romper.
¿Qué nos impulsa a comer en exceso?
Comemos por muchas razones diferentes a la verdadera sensación de hambre: aburrimiento, cansancio, tristeza, miedo, ira, entre otros. Estas emociones pueden mitigarse, aunque sea brevemente, con alimentos. Por lo tanto, el comer en exceso no necesariamente proviene del hambre, sino de un comportamiento conocido como «alimentación emocional», donde preferimos consumir la experiencia en lugar de vivirla plenamente.
¿Algún truco para mantener un peso saludable sin hacer dietas estrictas?
El secreto radica en comer con los sentidos y aprender a disfrutar de alimentos de calidad que nos hagan sentir bien. Muchas veces, nuestro error es entrar en modo «piloto automático» al comer, lo cual puede llevarnos a aumentar de peso sin darnos cuenta. Al ignorar las verdaderas necesidades de nuestro cuerpo y consumir comida de mala calidad, en realidad estamos cometiendo el verdadero pecado alimenticio.
¿Cómo bajar de peso sin pasar hambre?
La clave es comer solo cuando se tiene hambre y detenerse cuando ya se ha comido lo suficiente. Aprender a disfrutar y saborear cada bocado es vital, así como gastar nuestro «presupuesto calórico» únicamente en comida de calidad. Esto nos ayuda a saciarnos con menor cantidad y, a la larga, a perder peso de manera saludable.
El primer paso para tener un peso saludable es eliminar el picoteo. ¿Cómo?
Los tentempiés, ya sean dulces o salados, concentran calorías que pueden duplicar el aporte energético de un día. A menudo, no los consideramos como comida, lo que nos lleva a preguntarnos por qué hemos aumentado de peso. Un consejo efectivo es intentar evitar picar entre comidas, buscando dejar pasar entre 5 y 7 horas entre ellas. Este primer paso es, sin duda, uno de los más difíciles cuando se busca mejorar la dieta. Es fundamental abordarlo de manera brusca y radical, similar a dejar de fumar.
¿Comer de noche no engorda más?
Muchos tienen la percepción de que la cena puede ser perjudicial para la figura. Sin embargo, es importante recordar que la cena cumple una doble función: nutrirnos y proporcionar bienestar. Aunque el metabolismo se desacelera hacia el final del día, el cuerpo continúa gastando calorías en funciones básicas. Los alimentos ricos en proteínas y fibra, como el pescado o un filete asado con verduras, no generan grasa. De hecho, si no se tienen problemas de peso y se desea dormir bien, es aconsejable incluir en la cena alimentos ricos en almidón, como pan o arroz, pues aumentan el índice de glucemia y a su vez, favorecen el sueño.
¿Cuánto se engorda en navidades?
En épocas festivas, tendemos a comer más, pero esto no es motivo de gran preocupación. Es difícil engordar con una sola comida. Si al final de las fiestas notamos que hemos ganado dos o tres kilos, es sencillo deshacerse de ellos al iniciar el nuevo año incorporando sopa, yogur y muchas verduras en nuestra dieta.
¿Hay distintos niveles de hambre?
La sensación de hambre se puede educar, permitiéndonos incrementar nuestra tolerancia hacia ella. Existe lo que se denomina «ejercicio del hambre», ampliamente descrito en el libro. Aprender a reconocer los distintos niveles de hambre, clasificando un antojo leve en una escala del 1 al 10 y situándolo en una puntuación de 2-3, es crucial. A estas puntuaciones debemos ignorarlas, ya que no representan una necesidad real. El verdadero reto es eliminar la «alimentación preventiva», es decir, comer antes de tener hambre.
Desmontando mitos sobre nutrición
Este libro no solo busca desacreditar conceptos erróneos sobre la nutrición, sino también redefinir lo que consideramos normal en nuestra relación con la comida. Es fundamental aceptar que sentir apetito en ocasiones es normal. Las recomendaciones tradicionales de contar calorías, evitar ciertos alimentos o seguir menús estrictos han demostrado ser ineficaces. La pérdida de peso permanente es alcanzable si asumimos la responsabilidad de nuestros actos alimenticios, lo que implica aceptar comer de todo, pero moderando tanto la cantidad como la frecuencia.