Actualizado el 21 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
La comida navideña, generalmente copiosa y pesada, está llena de platos fritos, alcohol y dulces. Estos alimentos pueden desencadenar problemas digestivos, como indigestión o acidez. Para mitigar estos efectos, la nutricionista Sandra Moñino ofrece estrategias vitales, como prestar atención a nuestro cuerpo y realizar pequeños ajustes en nuestra dieta.
La importancia de cuidar nuestra salud en Navidad
A medida que se acercan las celebraciones, muchos españoles temen engordar durante las fiestas. Se estima que, en Navidad, la media de aumento de peso llega a tres kilos. Este incremento se debe a los excesos en la mesa, que incluyen deliciosos manjares como turrones y pasteles. No obstante, estos placeres pueden poner en riesgo nuestra salud y bienestar.
Cómo mejorar la digestión tras los excesos navideños
En caso de que sientas hinchazón o incomodidad tras una comida abundante, es recomendable evitar forzar la ingesta de más alimentos. A veces, un pequeño ayuno puede ser lo más beneficioso y permitir que el sistema digestivo descanse adecuadamente.
Si tienes hambre más tarde, se aconseja optar por alimentos ligeros y saludables. «Una infusión de menta, manzanilla, jengibre o cúrcuma puede ayudar a aliviar el malestar. Estas infusiones son beneficiosas para la digestión y poseen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes«, comenta Moñino.
La experta también subraya la importancia de incluir frutas y verduras en las meriendas y cenas. A menudo, las verduras están ausentes en las comidas navideñas, siendo reemplazadas por platos más calóricos. Sin embargo, incorporar una buena cantidad de estos alimentos puede facilitar una mejor digestión y una sensación de bienestar tras las comidas.
Consejos de la nutricionista para disfrutar de las fiestas
Con el arribo de diciembre, surge la necesidad de poner atención a nuestros hábitos alimenticios. Sandra Moñino hace un llamado a disfrutar de la Navidad sin sucumbir a los excesos que podrían tener consecuencias perjudiciales. La clave radica en mantener el equilibrio y evitar ganar kilos adicionales durante las festividades.
Los errores más comunes que cometemos en Navidad
Un error frecuente es implementar una dieta restrictiva antes de Navidad. Muchos se esfuerzan por «no engordar» a través de regímenes muy estrictos, que, lejos de ser efectivos, pueden causar ansiedad y un efecto rebote. «Cuando llega la cena de Nochebuena, nuestro cuerpo exige los alimentos prohibidos, lo que nos lleva a comer en exceso», explica Moñino.
«El error principal no es comer un trozo de turrón, sino hacer una dieta tan restrictiva que luego nos lleva a comer el doble. La ansiedad por los alimentos prohibidos estalla, y terminamos comiendo desmesuradamente», afirma la nutricionista. Así, enfatiza que lo ideal es mantener hábitos alimenticios equilibrados a lo largo del año para que la Navidad no se convierta en una excusa para indulgencias excesivas.
La importancia de la moderación en las fiestas
A pesar de las numerosas tentaciones, Moñino asegura que no es necesario privarse completamente de los placeres navideños. «Si estás consciente de que el 90% de tu alimentación debe ser saludable, el 10% restante puede ser dedicado a disfrutar de un dulce o postre navideño que solo aparece una vez al año», aconseja.
Para ilustrar este enfoque, sugiere disfrutar de un trozo de turrón en vez de devorar la tableta completa. Asimismo, sugiere limitar el consumo de aperitivos: «No es necesario comer seis croquetas, sino disfrutar de dos o tres, acompañándolas de ensalada o una generosa porción de carne o pescado».
Este enfoque permite lograr un balance entre el placer de degustar alimentos tradicionales y la necesidad de evitar caer en excesos, que no solo afectan al peso, sino que también ocasionan molestias digestivas.
El alcohol: un enemigo potencial
Un tema significativo que destaca Sandra Moñino es el consumo de alcohol. Advierte que el exceso de bebida puede tener efectos negativos en nuestra digestión, así como generar inflamación en el intestino y, en consecuencia, alterar nuestro estado de ánimo.
«El alcohol es una droga adictiva y puede perjudicar nuestra salud tanto digestiva como cognitiva», explica. Sin embargo, no se trata de eliminar el alcohol por completo; moderarlo es fundamental. «Si optas por una copa de vino o champán, disfrútalo, pero no te excedas», aconseja.
Opciones más saludables para las festividades
Si eres de los que se ven arrastrados por la tentación de los dulces navideños, Moñino sugiere preparar postres más saludables. En vez de consumir turrones repletos de azúcares y grasas saturadas, puedes optar por alternativas que mantengan el sabor sin los efectos perjudiciales para la salud.
Una opción creativa es la elaboración de una bandeja de dulces navideños saludables. Esto incluye preparar postres caseros utilizando ingredientes naturales y libres de azúcares refinados, permitiendo disfrutar de un toque dulce pero equilibrado.
Además, Sandra Moñino sugiere una refrescante ensalada de mango como un delicioso plato navideño. Este platillo es nutritivo y fácil de preparar, y está compuesto por canónigos, rúcula, cebolla, tomate, pepino, zanahoria, mango, aguacate, arándanos y semillas de girasol. Para un toque especial, añade langostinos y una salsa ligera a base de yogur griego, mostaza, aceite de oliva y vinagre.
«Es una opción ideal para complementar las comidas navideñas, llena de fibra, antioxidantes y grasas saludables. Además, resulta muy ligera, facilitando la digestión después de una comida copiosa», concluye.
Conclusión
La Navidad puede ser una época de excesos, pero esto no tiene que perjudicar nuestra salud. La clave está en llevar una alimentación equilibrada, disfrutar con moderación y optar por opciones más saludables cuando sea posible.