Desconocidos riesgos del té: Investigadores alertan sobre microplásticos en infusiones

Actualizado el 30 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López

El té y otras infusiones siguen siendo populares en todo el mundo, consumiéndose tanto a granel como en bolsitas. Sin embargo, según investigaciones recientes, las bolsitas de té pueden suponer riesgos para la salud. Un estudio, publicado en la revista científica Chemosphere, revela que las partículas que se desprenden de estas bolsas pueden introducirse en las células del organismo. Este hallazgo ha sido realizado por investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).

Microplásticos en celulares intestinales

Los científicos del Grupo de Mutagénesis del Departamento de Genética y Microbiología de la UAB han analizado diversos tipos de bolsitas de té que se encuentran en tiendas y supermercados. Los resultados han mostrado que al utilizar estas bolsitas para preparar una infusión, se liberan grandes cantidades de microplásticos y nanoplásticos en forma de partículas nanométricas y nanofilamentosas. En particular, las bolsitas de té estudiadas estaban fabricadas con polímeros como el nailon-6, el polipropileno y la celulosa.

Al realizar experimentos donde las partículas se tiñeron y se expusieron a distintas células intestinales humanas, se demostró que las células que producen mucosa eran las que más absorbían microplásticos y nanoplásticos. Alarmantemente, estas partículas llegaron a introducirse incluso en el núcleo celular, donde reside el material genético. Estos hallazgos subrayan la importancia del mucus intestinal en la absorción de contaminantes y resaltan la necesidad de realizar más investigaciones sobre los efectos de la exposición crónica a estos materiales en la salud humana.

Efectos de los microplásticos en la salud

Los efectos de los microplásticos en la salud aún no están completamente elucidado, pero cada vez más estudios apuntan a que la exposición continua a estos materiales puede tener consecuencias graves. Expertos del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) indican que diversos estudios in vitro han asociado la exposición a microplásticos con una serie de efectos biológicos adversos, que incluyen desde respuestas inflamatorias hasta problemas más críticos como la carcinogenicidad y neurotoxicidad.

Investigaciones in vivo realizadas en ratas y ratones han demostrado que estos materiales pueden acumularse en varios órganos, como el hígado, el bazo, el riñón, el cerebro, los pulmones y el intestino. Esto puede llevar a efectos nocivos en los roedores y sus crías, tales como la alteración del microbioma intestinal, toxicidad hepática y estrés oxidativo. También se han reportado efectos tóxicos reproductivos que podrían resultar en infertilidad.

Además de los estudios en animales, investigaciones recientes han identificado microplásticos en varios tejidos del cuerpo humano, incluidos el tracto gastrointestinal, los pulmones, el torrente sanguíneo y los tejidos reproductivos (como el tejido placentario y los testículos masculinos).

Fuentes de exposición a los microplásticos

Los microplásticos son un grupo de materiales sintéticos que provienen de polímeros, ya sean derivados del petróleo o de base biológica. Se presentan como partículas sólidas de un tamaño inferior a 5 mm, lo que significa que no son solubles en agua y tienen una muy baja capacidad de degradación. El contacto del ser humano con ellos puede ocurrir de diferentes maneras: a través de la ingestión de alimentos y bebidas contaminados, la inhalación de partículas presentes en el aire, o el contacto dérmico mediante productos de cuidado personal, tejidos sintéticos o polvo.

De hecho, la ingestión se ha convertido en la vía principal de exposición a microplásticos. Estos materiales se encuentran en el agua potable, pueden acumularse en la cadena alimentaria y se liberan de los envases de plástico al entrar en contacto con los alimentos. Según estimaciones, una sola bolsita de té hecha de plástico puede liberar, a temperatura de infusión, hasta 11.600 millones de microplásticos en una taza.

Llamado a la acción

Los investigadores advierten de que “Es fundamental desarrollar métodos de prueba estandarizados para evaluar la contaminación por microplásticos y nanoplásticos liberados por los materiales plásticos en contacto con los alimentos” y proponen políticas regulatorias para mitigar y reducir esta contaminación de manera efectiva. Con el incremento del uso de plástico en los envases de alimentos, es esencial abordar la problemática de la contaminación para garantizar la seguridad alimentaria y proteger la salud pública.

Bibliografía

Banaei G, Abass D, Tavakolpournegari A, Martín-Pérez J, Gutiérrez J, Peng G, Reemtsma T, Marcos R, Hernández A, García-Rodríguez A. (2024) Teabag-derived micro/nanoplastics (true-to-life MNPLs) as a surrogate for real-life exposure scenarios. Chemosphere. DOI:

Carlos José Belmonte López
Carlos José Belmonte Lópezhttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11rcl91syn
Licenciado en farmacia por la Universidad CEU San Pablo y Máster en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. Doctorado y comprometido con la Salud Humana

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