Dispepsia: claves dietéticas y consejos esenciales para aliviar sus síntomas

Actualizado el 10 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López

La dispepsia, un trastorno funcional digestivo que afecta al 25% de la población general, se manifiesta principalmente en la parte superior del abdomen, donde se localiza el estómago. Este problema es más común entre los 30 y 50 años, y afecta en mayor medida a las mujeres.

Los pacientes que sufren dispepsia suelen experimentar dolor en la región abdominal central, especialmente después de las comidas. Otros síntomas incluyen una sensación de llenado rápido tras comer pequeñas cantidades de comida, digestión pesada prolongada, hinchazón abdominal y, en algunos casos, náuseas o vómitos.

Causas y Diagnóstico de la Dispepsia

La Fundación Española de Aparato Digestivo (FEAD) señala que no hay una única causa que explique este trastorno. Múltiples factores, todavía poco esclarecidos, influyen en su aparición. Al ser considerado un trastorno funcional, los síntomas no se deben a una lesión orgánica que se pueda detectar en pruebas como endoscopias o estudios de imagen. En cambio, se relaciona con alteraciones en el sistema nervioso del tubo digestivo que afectan cómo el estómago percibe y procesa la comida.

El diagnóstico de la dispepsia se basa fundamentalmente en la evaluación clínica, dado que no existen pruebas específicas para su identificación. Sin embargo, es común realizar una endoscopia digestiva alta para descartar otras enfermedades del estómago que podrían provocar síntomas similares.

Tratamiento de la Dispepsia Funcional

La dispepsia se trata desde diferentes enfoques, dependiendo de cada caso particular. Existen diversas opciones farmacológicas que pueden aliviar los síntomas. Entre ellas destacan los inhibidores de la bomba de protones, que reducen la producción de ácido gástrico, los procinéticos, que fomentan el movimiento estomacal, y los neuromoduladores, que ayudan a disminuir la sensación de malestar. Además, es crucial manejar factores psicológicos relacionados, como la ansiedad y el estrés, que pueden agravar los síntomas.

Medidas Dietéticas y Alimentos a Evitar

Las recomendaciones dietéticas juegan un papel fundamental en el tratamiento de la dispepsia, aunque la FEAD advierte que “la evidencia que respalda determinadas intervenciones dietéticas es escasa”. Por lo tanto, se sugiere personalizar el tratamiento según los síntomas individuales, evitando eliminar alimentos de forma rutinaria, ya que esto puede llevar a deficiencias nutricionales. Es importante recordar que un «alimento específico puede causar síntomas en un momento, pero no en otro».

Si bien se pueden identificar ciertos alimentos ‘prohibidos’ para las personas con dispepsia, la eliminación de estos debe ser controlada y asesorada por un médico o un dietista-nutricionista. Para una efectiva gestión de los síntomas, es fundamental observar cómo cada alimento afecta a cada individuo.

Alimentos que Conviene Evitar o Reducir

Los alimentos que pueden desencadenar o agravar los síntomas de la dispepsia se agrupan en dos categorías: aquellos con alto contenido graso y los ricos en fibra. A continuación, se presentan ejemplos de alimentos a tener en cuenta:

  • Quesos curados (manchego, idiazabal, cabrales, emmental).
  • Salsas (mayonesa, bearnesa, alioli).
  • Ultraprocesados (pizza, empanadillas fritas).
  • Leche entera, nata, mantequilla, margarina, yogur griego.
  • Bollos y pasteles.
  • Cordero y partes grasas de la ternera y el cerdo.
  • Embutidos (chistorra, chorizo, fuet, morcilla, salchichas, panceta).
  • Legumbres (alubias, garbanzos, lentejas, soja).
  • Alcachofas, níscalos, guisantes, habas.
  • Coles de Bruselas.
  • Frutos secos y semillas (almendras, avellanas, cacahuetes, pistachos).
  • Pan integral y avena en copos.

No se trata de eliminar todos estos alimentos de la dieta, sino de prestar atención a las reacciones del cuerpo tras su consumo y evitar su ingesta únicamente si provocan síntomas de dispepsia de manera constante. Compartir estas observaciones con un profesional de la salud puede ser muy útil para explorar la causa de los síntomas.

Medidas Dietéticas Generales

Para mejorar los síntomas de la dispepsia, la FEAD recomienda adoptar ciertos hábitos higiénico-dietéticos que incluyen:

  • Evitar comidas copiosas que pueden saturar el estómago.
  • Ajustar las porciones de alimentos, ya que el tamaño inadecuado puede agravar los síntomas.
  • Hacer al menos 3 comidas principales al día, complementadas con 3 a 5 meriendas si son muy pequeñas.
  • Evitar comer solo una vez al día, ya que esto puede contribuir al empeoramiento de los síntomas.
  • Limitar la ingesta de líquidos antes y durante las comidas para evitar la sobrecarga del estómago.
  • Evitar consumir grandes cantidades de líquido de manera rápida.
  • Reducir las bebidas carbonatadas si estos incrementan los síntomas.
  • Evitar frituras y alimentos rebozados; es preferible cocinar al vapor, a la plancha o hervidos.
  • Si se considera necesario, cocinar lentamente verduras y carnes para facilitar su digestión.

Por último, mantener un estilo de vida saludable, que incluya ejercicio moderado, buenos hábitos de sueño, y evitar el alcohol y tabaco, así como comer despacio, es fundamental para el manejo eficaz de la dispepsia.

Carlos José Belmonte López
Carlos José Belmonte Lópezhttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11rcl91syn
Licenciado en farmacia por la Universidad CEU San Pablo y Máster en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid. Doctorado y comprometido con la Salud Humana

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