Actualizado el 13 de enero de 2025 por Carlos José Belmonte López
Poco a poco se va incrementando el conocimiento sobre el papel que tiene la dieta en nuestra salud, y en concreto, en nuestra salud cardiovascular. Esta cuestión se ha convertido en un pilar fundamental para el abordaje terapéutico de diversas enfermedades. Por esta razón, el interés que genera la publicación de estudios clínicos que evalúen intervenciones nutricionales es considerable, especialmente cuando se trata de su impacto en la enfermedad cardiovascular.
Desinformación en medios
Sin embargo, la proliferación de información en medios de comunicación y redes sociales a menudo carece de un respaldo científico sólido, lo que complica la tarea de distinguir entre mensajes confiables y aquellos que no lo son. Esta realidad puede llevar a confusiones y decisiones poco informadas sobre hábitos alimenticios.
Estudios destacados sobre dieta mediterránea
El documento de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) está basado en los resultados de investigaciones significativas como el estudio PREDIMED, un ensayo clínico pionero sobre el papel de la dieta en la prevención de enfermedades cardiovasculares. También se hace eco de los hallazgos del más reciente estudio CORDIOPREV, el cual proporciona la primera evidencia sobre cómo la dieta mediterránea puede reducir los eventos cardiovasculares en pacientes que previamente han sufrido un infarto o ictus. Ambos estudios han ofrecido evidencias vitales acerca de los beneficios del modelo alimentario mediterráneo y de su componente estrella: el aceite de oliva virgen extra (AOVE).
Beneficios del aceite de oliva virgen extra
Las evidencias encontradas en estos estudios resaltan el efecto cardioprotector del aceite de oliva virgen extra, reforzando su papel crucial en la salud cardiovascular. Según el doctor Francisco Gómez, responsable de la Unidad de Riesgo Cardiovascular del Hospital Universitario de Jaén, el aceite de oliva es “la principal grasa monoinsaturada” y contiene compuestos fenólicos que contribuyen a su caracterización como una grasa cardiosaludable. Esto se traduce en su capacidad para disminuir eventos cardiovasculares y controlar factores de riesgo.
Menos enfermedad cardiovascular y menor riesgo de muerte
Un reciente metaanálisis que incluyó a 24 estudios prospectivos también respalda esta idea, sugiriendo que el consumo de aceite de oliva está asociado con una reducción en el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y, en general, una menor mortalidad por causas diversas. De igual manera, un estudio prospectivo en una gran cohorte española sugiere que el AOVE se relaciona con un menor riesgo de mortalidad total y, específicamente, por enfermedades cardiovasculares.
Papel en pacientes de alto riesgo cardiovascular
El consumo de AOVE fue fundamental en los estudios PREDIMED y CORDIOPREV, que confirmaron su efecto positivo. En el estudio PREDIMED, los participantes que siguieron una dieta mediterránea enriquecida con AOVE experimentaron una reducción del 31% en el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. De manera similar, el estudio CORDIOPREV reveló una reducción del riesgo cardiovascular de hasta el 28% en pacientes de alto riesgo tras siete años de seguimiento. Esto sugiere que el modelo de dieta mediterránea enriquecido con AOVE es, sin duda, el “patrón oro” en la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Características del aceite de oliva virgen extra
Uno de los aspectos destacados por los expertos es que la variedad virgen extra del aceite de oliva es la que mejor preserva los compuestos beneficiosos para la salud, debido a que no pasa por procesos térmicos ni químicos durante su extracción. Esto hace que el aceite virgen extra tenga un alto contenido en antioxidantes, convirtiéndolo en la opción más saludable en la cocina.
Momento de recogida de la aceituna
Pedro Belmar, ingeniero agrícola y gerente de la dehesa El Molinillo, subraya la importancia del momento de recogida de la aceituna y del proceso de elaboración para lograr un aceite de calidad. “Es crucial trabajar con esmero en cada fase del proceso”, menciona. Esto incluye elegir el punto óptimo de maduración, ya que la sobremaduración puede llevar a una pérdida de polifenoles, elementos clave para la salud. A menudo, se prefiere sacrificar algo de cantidad de producción por asegurarse de obtener un aceite de calidad excepcional.
Evitar la degradación de los polifenoles
Otro desafío es la forma y el tiempo de recolección, ya que una vez que la aceituna se desprende del árbol, se inician procesos que pueden degradar los polifenoles. Para mitigar este problema, en esta explotación agrícola la almazara se sitúa cerca de los olivares, lo que minimiza el tiempo entre la recogida y la transformación del fruto en aceite. El manejo del tiempo y temperatura durante la extracción es igualmente esencial; aunque esto puede reducir el rendimiento, la calidad final del aceite mejora considerablemente.
En conclusión, el aceite de oliva virgen extra y la dieta mediterránea constituyen una combinación poderosa en la prevención de enfermedades cardiovasculares. Por lo tanto, incorporar este tipo de aceite en nuestra alimentación diaria no solo puede tener un efecto positivo en la salud, sino que también en la calidad de vida a lo largo del tiempo.