Actualizado el 10 de enero de 2025 por Carlos José Belmonte López
Adelgazar es reducir el grosor de un cuerpo, bien eliminando parte de su materia, bien sin pérdida de ella, según explica la Real Academia Española. En algunos casos, esto es algo positivo, siempre que se realice de manera controlada y con la supervisión de expertos. Sin embargo, hay personas que intentan hacerlo de forma drástica y rápida. Esto ha llevado a que, en los últimos meses, muchos recurran a Ozempic, un medicamento originalmente diseñado para tratar la diabetes tipo 2 y la obesidad, generando un intenso debate en la sociedad.
La creciente popularidad de Ozempic como un método acelerado para perder peso ha provocado un desabastecimiento en las farmacias, poniendo en dificultades a quienes realmente lo necesitan. Este fenómeno, impulsado por el uso de este medicamento sin la supervisión médica adecuada, también conlleva riesgos importantes que no deben subestimarse. El Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Granada ha advertido sobre los peligros asociados con esta medicación.
El uso indebido perjudica a los pacientes que lo necesitan
Ozempic fue diseñado para tratar patologías específicas, pero su popularidad como herramienta para adelgazar ha aumentado gracias a los resultados rápidos que promete. No obstante, muchos de los que lo utilizan no están al tanto de los riesgos que conlleva, ni de la necesidad de mantener un seguimiento médico constante. Este mal uso, además de generar problemas de salud, pone en peligro el suministro para aquellos pacientes que dependen de él para controlar enfermedades crónicas.
Ozempic puede provocar efecto rebote
Uno de los problemas más alarmantes relacionados con Ozempic es el efecto rebote. Este fenómeno suele ocurrir cuando la pérdida de peso rápida no va acompañada de cambios sostenibles en los hábitos de vida. Según expertos, aquellos que logran reducir hasta 20 kilos en pocos meses pueden recuperar e incluso superar el peso perdido al suspender el tratamiento, alcanzando incrementos de hasta 40 kilos. «El uso inapropiado de Ozempic puede generar rechazo a ciertos alimentos, intolerancias y síntomas como náuseas persistentes», indica Antonio Salinas, representante de la Asociación Granadina de Diabetes (Agradi).
Las consecuencias más graves de este medicamento
En los casos más críticos, el uso de este medicamento puede desencadenar pancreatitis aguda, reacciones alérgicas severas o complicaciones oculares relacionadas con la retinopatía diabética. Además, un uso prolongado y descontrolado puede provocar inflamación estomacal, ardor, flatulencias y pérdida de apetito. Para estas situaciones, es imprescindible acudir al médico de manera inmediata. Las complicaciones de la retinopatía diabética son las más comunes, afectando a uno de cada diez pacientes que utilizan Ozempic.
Otros riesgos y efectos secundarios
El prospecto de Ozempic advierte sobre múltiples efectos adversos que van desde náuseas y vómitos hasta riesgos más serios. Entre los efectos secundarios más comunes se encuentran molestias gastrointestinales como dolor abdominal, diarrea y estreñimiento, que generalmente disminuyen con el tiempo. No obstante, la hipoglucemia, o bajo nivel de azúcar en sangre, puede presentarse, especialmente si se mezcla con otros medicamentos para la diabetes. Este cuadro puede incluir síntomas como sudor frío, palpitaciones y dificultad para concentrarse.
Tener cabeza y confiar en los expertos, las claves para perder peso
Perder peso de manera saludable requiere un enfoque integral que combine una alimentación equilibrada, ejercicio regular y cambios en el estilo de vida, incluyendo la práctica de deportes y la eliminación de malos hábitos. La búsqueda de soluciones rápidas como Ozempic puede traer consecuencias graves, tanto para la salud individual como para aquellos que realmente necesitan este medicamento. Por lo tanto, es crucial que este tipo de tratamientos se utilicen bajo estricta supervisión médica.
En resumen, aunque Ozempic ha mostrado resultados rápidos en términos de pérdida de peso, su uso indebido plantea serias preocupaciones para la salud pública y para los pacientes que dependen de sus efectos. Adoptar una estrategia equilibrada y sostenible es esencial para lograr y mantener un peso saludable a largo plazo. Siempre es recomendable contar con la orientación de profesionales de la salud para navegar por el complicado camino de la pérdida de peso. Cuidar la salud debe ser siempre la prioridad, y el uso responsable de cualquier medicamento es parte fundamental de este proceso.