Actualizado el 5 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
Las preocupaciones sobre la salud han llevado a muchas personas a ser más conscientes de su alimentación. Cada vez más, se presta atención al valor nutricional y los ingredientes de los alimentos que compran, así como a aquellos que son considerados “saludables” por ser bajos en grasa, aliados del fitness o sin azúcar. Sin embargo, los expertos advierten que no todos los alimentos que parecen inocuos son realmente beneficiosos. De hecho, algunos de ellos pueden incluso perjudicar la salud, especialmente la función renal.
El papel crucial de los riñones en la salud general
Los riñones son órganos vitales en el cuerpo humano; sus múltiples funciones son esenciales para mantener el equilibrio interno y la salud en general. Entre sus roles más importantes se encuentra el de filtrar la sangre, eliminando desechos y toxinas. Se estima que estos órganos filtran alrededor de doscientos litros de sangre diarias, desechando alrededor de dos litros de productos de desecho y agua en exceso.
Funciones adicionales de los riñones
Además de la función de filtrado, los riñones participan en la regulación del equilibrio hídrico y electrolítico, controlando la presión arterial y contribuyendo a la producción de hormonas. También están involucrados en la desintoxicación y la regulación del pH, además de ayudar en el metabolismo de proteínas y el equilibrio de aminoácidos.
Consecuencias de un mal funcionamiento renal
El mal funcionamiento de los riñones puede dar lugar a condiciones graves, como insuficiencia renal, acumulación de toxinas, hipertensión e incluso diabetes o enfermedades cardíacas. Para garantizar que los riñones se mantengan en buen estado, es fundamental adoptar una alimentación e hidratación adecuadas, practicando también ejercicio físico regularmente y evitando ciertos alimentos que podrían afectar su funcionamiento.
Alimentos a evitar: embutidos y su impacto negativo
Un grupo de alimentos que puede ser perjudicial para los riñones son los embutidos, principalmente por su alto contenido de sal. Según la Organización Mundial de la Salud, se sugiere que el consumo diario de sodio en adultos sea menor a 2 gramos, equivalente a alrededor de 5 gramos de sal. Sin embargo, los embutidos a menudo contienen cantidades elevadas de sal debido a su proceso de elaboración.
El exceso de sal no solo incrementa la cantidad de sodio en sangre, sino que también reduce la capacidad de los riñones para eliminar agua. Adicionalmente, dado que los embutidos provienen de carne animal, diversos estudios han informado que el consumo de proteínas de origen animal puede aumentar la probabilidad de desarrollar piedras en los riñones.
El consumo de carne roja: riesgos y beneficios
Aunque la carne roja no representa un riesgo en cantidades razonables, su consumo excesivo puede afectar la salud renal, especialmente en personas que son más vulnerables. Para quienes no padecen condiciones de salud preexistentes, puede no ser problemático siempre que se lleve una dieta equilibrada.
Sin embargo, es importante considerar que, al igual que el pescado, los lácteos o los huevos, la carne roja es rica en proteínas, y su ingesta excesiva podría suponer un riesgo para la función renal. Síntomas como el estreñimiento, dolores de cabeza y mal aliento pueden ser señales de un consumo elevado de proteínas. Además, si los riñones no logran procesar la urea generada por la acumulación de proteínas, podrían sufrir daños debido a un fenómeno conocido como hiperfiltración, que implica un sobreesfuerzo del órgano.
Caldos vegetales: ¿un aliado o un enemigo?
Un alimento que a menudo se considera saludable, pero que puede dañar los riñones cuando se consume en exceso son los caldos vegetales precocinados, que típicamente vienen en bricks y contienen grandes cantidades de sal añadida. Es recomendable optar por caldos de verduras sin sal añadida, ya que el alto contenido en sal de estos productos puede ser perjudicial. Por el contrario, un caldo casero permite un mejor control sobre la cantidad de sal que se incorpora a la dieta.
Conclusión y recomendaciones para cuidar la salud renal
Para preservar una buena salud renal, es vital prestar atención a lo que comemos y a la cantidad de sal que consumimos. Adoptar hábitos de vida saludables, que incluyan una dieta equilibrada y ejercicio regular, ayudará a mantener nuestros riñones funcionando óptimamente. Al final, cuidar de nuestra salud renal es cuidar de nuestra salud general.