Actualizado el 3 de febrero de 2025 por Carlos José Belmonte López
Para quienes disponen de poco tiempo para comer, los preparados de fideos orientales instantáneos se presentan como una solución atractiva. Su principal ventaja es la rapidez y sencillez de preparación, ya que solo requieren añadir agua caliente y esperar unos minutos. Además, resultan asequibles para cualquier bolsillo, con precios que parten desde los 0,88 euros por envase. Sin embargo, al optar por esta opción rápida, es crucial considerar los aspectos nutricionales y de calidad de estos productos.
Análisis de la calidad y composición nutricional
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado 45 productos de fideos orientales instantáneos y ha concluido que la mayoría presentan una calidad deficiente. De ellos, 33 no alcanzan el aprobado, y los que lo superan siguen siendo mediocres. Los principales problemas detectados son su escaso aporte nutricional, un uso excesivo de aditivos y una degustación poco satisfactoria.
Desde el punto de vista nutricional, estos productos aportan de media 119 kcal por cada 100 gramos, con un 16% de hidratos de carbono, un 5% de grasa (en su mayoría saturada, por la presencia de aceite o manteca de palma) y apenas un 2,7% de proteínas, incluso en aquellos que incluyen pollo, carne o pescado. Además, algunos presentan un contenido en sal superior al 1,25%, lo que los hace poco saludables. Por ello, OCU recomienda acompañarlos de al menos un plato de verduras para equilibrar la comida.
Preocupaciones sobre los aditivos y sabor
Otro aspecto preocupante es la elevada cantidad de aditivos, con hasta 10 en algunos casos. Se ha detectado el uso de potenciadores del sabor y colorantes para compensar la escasez de ingredientes. Además, cinco productos contienen el colorante E150c (caramelo amónico), que podría incluir sustancias no deseadas como el THI, inmunotóxico, y el 4-MI, sospechoso de ser cancerígeno.
En cuanto a la degustación, los expertos han encontrado que los fideos suelen ser blandos y sin textura, con un sabor artificial a polvos o concentrado de carne. En algunos casos, los productos etiquetados como picantes no lo son, y otros que no lo indican resultan tener un sabor más fuerte de lo esperado. Además, las guarniciones son escasas y de baja calidad.
Excepciones valiosas en el mercado
Aun así, hay tres excepciones, con resultados muy buenos en la prueba de sabor. Los productos que se destacan son:
- Yakisoba Soja de Hacendado (1,20 € por 80 g)
- Soba Classic de Nissin (2,32 € por 90 g)
- Curry Indian Style de Maggi Fusian (2,19 € por 118 g), que además obtuvo la mejor calificación en la Escala Saludable de OCU.
Demandas de mejor etiquetado
La organización insiste en la necesidad de mejorar la legibilidad del etiquetado de los alimentos. Actualmente, la información obligatoria, como la lista de ingredientes y la fecha de caducidad, ocupa solo el 30% del envase, mientras que el 70% restante se destina a mensajes publicitarios.
OCU solicita a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) y a las autoridades europeas que se aumente el tamaño mínimo de la letra en el etiquetado de 1,2 mm a 3 mm y que el Nutriscore se incluya en el frontal del envase junto a la denominación real del producto. Esta medida podría facilitar que los consumidores tomen decisiones más informadas.
Reflexiones finales sobre los fideos instantáneos
En conclusión, los fideos orientales instantáneos pueden ser una opción rápida y económica, pero es esencial analizarlos críticamente. A pesar de su conveniencia, muchos de estos productos no solo carecen de valor nutricional, sino que también presentan preocupaciones relacionadas con aditivos y sabor. La recomendación de OCU de mejorar el etiquetado y acompañar estos platos con productos frescos es vital para garantizar una alimentación más equilibrada. Al final, la calidad de lo que consumimos debe prevalecer sobre la rapidez en la preparación.