Actualizado el 29 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
Proexport, la Asociación de Productores-Exportadores de Frutas y Hortalizas de la Región de Murcia, ha revelado una iniciativa innovadora que, a primera vista, parece ser un paso hacia el futuro de la alimentación. Sin embargo, en el contexto del Día de los Inocentes, es importante aclarar que todo esto es una broma para conmemorar la fecha. Esta asociación ha compartido en su web un contenido que intenta abordar el desafío del hambre en el mundo.
Un futuro alimentario incierto
Al mirar hacia el futuro, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proyecta que en el año 2050, el planeta será hogar de aproximadamente 9.700 millones de personas. Este crecimiento poblacional plantea un significativo reto para la industria alimentaria, que ya está explorando diversas formas de aumentar la producción y afrontar estas demandas. Entre las soluciones propuestas se encuentran nuevos alimentos como insectos, microalgas y carne artificial, que podrían empezar a ocupar un lugar en los estantes de los supermercados en un futuro cercano.
El problema de la seguridad alimentaria cobra mayor relevancia, sobre todo cuando las malas cosechas, provocadas por fenómenos climáticos extremos como sequías y tormentas, continúan amenazando la disponibilidad de alimentos. Fernando Gómez, director general de Proexport, comenta que «las ‘GigaVegs’ aportan una solución revolucionaria que promete transformar el panorama de la agricultura y la alimentación global».
Contribuciones científicas al desafío agrícola
El desarrollo de estas imaginativas hortalizas gigantes, conocidas como ‘GigaVegs’, se basa en la investigación llevada a cabo por el reconocido botánico italiano Stefano Mancuso, un experto en Neurobiología Vegetal. Hoy, 28 de diciembre, Proexport ha anunciado que ha logrado crear variedades de hortalizas cuyo tamaño puede llegar a ser diez veces mayor que el de las convencionales.
Este esfuerzo forma parte del proyecto ‘Genetic Development of Huge Vegetables to Feed the World Population, through Artificial Intelligence’ (GeVeAI), que cuenta con un financiamiento de dos millones y medio de euros por parte de la Unión Europea, a través de su programa ERC Advanced Grants. La iniciativa se lleva a cabo en colaboración con el Laboratorio Internacional de Neurobiología Vegetal, dirigido por Mancuso, así como con centros de investigación de la Universidad Politécnica de Cartagena, el IMIDA y el Cebas-CSIC.
Un enfoque sostenible para el futuro
Las ‘GigaVegs’ no solo prometen ser grandes, sino también más sostenibles en su producción. Al requerir menos agua y utilizar menos superficie de terreno para generar la misma cantidad de alimento, se podría reducir significativamente la huella ambiental de la agricultura. Gómez destaca que «el objetivo no es únicamente producir más alimentos, sino hacerlo de forma sostenible y accesible».
La colaboración con instituciones de investigación permite a Proexport aprovechar conocimientos de vanguardia sobre inteligencia vegetal, que, combinado con Inteligencia Artificial, facilitará el desarrollo de nuevas variedades hortícolas. «Esto responde a muchas preocupaciones actuales de las naciones y del sector agrícola», añade Gómez.
La inteligencia vegetal como aliado
Stefano Mancuso, pionero en el concepto de inteligencia vegetal, sugiere que las plantas tienen una notable capacidad para resolver problemas y adaptarse a su medio ambiente. Mancuso declaró que, «durante siglos hemos subestimado la inteligencia de las plantas», afirmando que, si se entiende la inteligencia como la capacidad de superar obstáculos, estas son extraordinariamente competentes.
Gracias a técnicas de cultivo intensivo y manipulación genética, inspiradas en el comportamiento natural de las plantas, Proexport y su equipo han logrado cultivar tomates del tamaño de melones y hortalizas como lechugas y pimientos que son diez veces más grandes que sus versiones normales, en fincas experimentales de Mazarrón y Campo de Cartagena.
Abelardo Hernández, director técnico de Proexport, aclara que «el proceso combina avances en biotecnología con métodos agrícolas tradicionales». Este enfoque se basa en la estimulación de genes que fomentan el crecimiento, permitiendo a las plantas desarrollar un sistema radicular robusto y un metabolismo optimizado para la absorción eficiente de nutrientes.
Expectativas para el mercado
Ya se están cultivando las primeras variedades de estas hortalizas en invernaderos y fincas experimentales en la Región de Murcia, y se espera que lleguen a los supermercados europeos en 2026. Aunque aún no se han definido los precios finales al consumidor, se anticipa que serán accesibles, gracias a que la producción con altos rendimientos reducirá los costos.
Fernando Gómez concluye optimista, afirmando: «Estamos seguros de que nuestras ‘GigaVegs’ tendrán una gran aceptación». En concreto, en países desarrollados, su llegada al mercado representa una gran oportunidad, especialmente para el sector de la hostelería, hospitales y comedores escolares. En contraste, en naciones en desarrollo, donde las familias son más numerosas, estas frutas y verduras ‘gigantes’ serán muy demandadas.
El objetivo de Proexport es llevar sus ‘GigaVegs’ a nivel global, mediante acuerdos de producción y comercialización con productores locales y cadenas de retail internacionales, buscando contribuir así a un futuro alimenticio más sostenible y accesible para todos.