Actualizado el 22 de marzo de 2025 por Carlos José Belmonte López
El huevo es un alimento ampliamente valorado por su perfil nutricional. Contiene nutrientes esenciales que son fáciles de absorber y utilizar por el organismo. Entre sus ventajas, destaca su bajo aporte calórico de 71 kcal por cada 50 gramos comestibles, y su versatilidad en la cocina. Además, tiene un contenido bajo en grasas saturadas, lo que lo convierte en una opción favorable dentro de una dieta equilibrada.
¿Posibles “protectores” frente al infarto?
En el contexto de la salud cardiovascular, hay evidencias que sugieren que el consumo de huevos puede depender de varios factores individuales, como la raza, el sexo, la edad y la genética. Según Miriam Martín Toro, vocal de la Asociación de Cardiología Preventiva de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), las recomendaciones dietéticas deben personalizarse teniendo en cuenta estos factores.
Para las personas que presentan riesgo cardiovascular, la situación se torna más compleja. Un metaanálisis publicado en el European Journal of Nutrition en 2021 indicaba que consumir hasta seis huevos a la semana podría ser un factor protector contra la enfermedad cardiovascular. Sin embargo, el mismo estudio también encontrara un aumento en el riesgo de insuficiencia cardiaca al consumir un huevo al día. Por lo tanto, la ingesta debe ser moderada y adaptada al contexto general de la dieta y a los riesgos individuales.
Redefiniendo su impacto cardiovascular
A pesar de las inquietudes en torno a su impacto en los niveles de colesterol, las investigaciones recientes han comenzado a desafiar esta percepción tradicional. Estudios como el Evident II, publicado en 2022, no hallaron vínculos entre el consumo de huevos y parámetros lipídicos en la sangre, lo que sugiere que las implicaciones del huevo en la salud cardiovascular pueden ser menos perjudiciales de lo que se pensaba.
Asimismo, se han presentado otros estudios, como el realizado en 2020 para The American Journal of Clinical Nutrition, que no encontró asociaciones significativas entre los huevos y los perfiles lipídicos o eventos cardiovasculares adversos en 50 países, lo que refuerza la idea de que el consumo de esta proteína podría ser seguro en un contexto general.
No obstante, la controversia persiste. Un metaanálisis de 2022 en Circulation indicó que un mayor consumo de huevos podría estar relacionado con un aumento en el riesgo de mortalidad, especialmente en poblaciones de Estados Unidos y Europa, aunque en Asia la asociación no se observó de la misma manera. Esto sugiere que el consumo de huevos debe ser considerado dentro de un marco más amplio de hábitos y salud.
Consumirlos a diario: quién y cómo
Las opiniones sobre la ingesta de huevos han cambiado, especialmente en la población general, que se encuentra sana y sin patologías previas. Elisabeth Viñes, miembro del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana, afirma que un adulto sano puede consumir de 3 a 4 huevos al día sin riesgos significativos, siempre y cuando se preparen de una forma saludable.
Fuente de vitamina D y aliados del cerebro
No solo se trata de su impacto en el sistema cardiovascular. Los huevos son también ricos en colina, un nutriente esencial que contribuye a la salud cerebral. La colina es precursora de la acetilcolina, un neurotransmisor que juega un papel crucial en la memoria y el aprendizaje, lo que pone de relieve la importancia de incluir huevos en la dieta, dado su potencial para reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.
Además, este alimento es una de las pocas fuentes alimentarias de vitamina D, un aspecto fundamental para quienes tienen déficit de este nutriente. Al incluir la yema del huevo en su dieta, se puede potenciar la absorción de vitamina D combinándolo con grasas saludables, como el aceite de oliva o el aguacate, que facilitan su asimilación debido a su naturaleza liposoluble.
Para aquellos preocupados por su salud general y cardiovascular, es recomendable que mantengan una dieta equilibrada y saludable, moderando el consumo de huevos en función de sus necesidades individuales y circunstancias de salud. Las recomendaciones actuales sugieren un rango de 1 a 3 huevos por semana para quienes estén en riesgo cardiovascular, vinculando este consumo a un contexto dietético más amplio que considere los ácidos grasos saturados y otros factores de riesgo específicos.
En resumen, el huevo, a pesar de las antiguas creencias, puede ser un aporte valioso en una dieta balanceada. Las investigaciones recientes invitan a reconsiderar su consumo, destacando no solo su contribución a la salud cardiovascular, sino también sus beneficios en áreas críticas como el desarrollo cognitivo y la salud ósea.