La nutricionista Sandra Moñino recomienda elegir kéfir solo de leche y fermentos

Actualizado el 29 de marzo de 2025 por Carlos José Belmonte López

El kéfir es un alimento fermentado que ha ganado gran popularidad en los últimos años debido a sus propiedades probióticas y sus potenciales beneficios para la salud digestiva. Se trata de un producto lácteo fermentado similar al yogur, pero con una composición y textura distintas, además de contener una mayor variedad de microorganismos beneficiosos.

Beneficios del Kéfir para la Salud

Su consumo puede contribuir a mejorar la flora intestinal, fortalecer el sistema inmunológico y facilitar la digestión. Si bien antiguamente había que preparar el kéfir de forma casera, actualmente es posible adquirirlo en prácticamente cualquier supermercado; sin embargo, no todos los que encontramos son iguales ni aportan los mismos beneficios.

Aspectos a Considerar al Elegir Kéfir

Sin embargo, no todo el kéfir disponible en el mercado es saludable. Existen muchas versiones que pueden ser perjudiciales debido a la inclusión de ingredientes adicionales que no solo restan calidad al producto, sino que también pueden provocar inflamación en el organismo.

Según la nutricionista Sandra Moñino, «el kéfir puede llegar a ser muy beneficioso por sus probióticos», no obstante, «algunos pueden inflamar». Por este motivo, es fundamental mirar la etiqueta y asegurarnos de que contiene únicamente leche y fermentos lácticos, «nada más».

Lo que tiene que llevar un kéfir saludable

Para asegurarnos de que estamos eligiendo un kéfir realmente saludable, es crucial revisar sus ingredientes. Como ya hemos comentado, un kéfir de calidad debe contener únicamente leche y fermentos lácticos específicos del kéfir, sin aditivos innecesarios.

La pureza de sus ingredientes es clave para garantizar que realmente estamos consumiendo un producto natural y beneficioso. Además, Moñino indica que es «mucho mejor» cuando el kéfir se elabora a partir de leche de cabra u oveja, puesto que estas leches suelen ser más digestibles y poseen una mayor cantidad de ácidos grasos beneficiosos.

Ingredientes a Evitar en Kéfir

Entre los ingredientes o detalles a los que debemos prestar atención a la hora de elegir un kéfir encontramos el azúcar, el 0% grasa o los sabores.

La adición de azúcar es un ingrediente que interfiere con los beneficios del kéfir y puede generar picos de glucosa, además de contribuir a la inflamación crónica y al aumento de peso. De la misma manera, los kéfires de sabores suelen contener edulcorantes, colorantes y otros aditivos que alteran su perfil natural y reducen sus efectos positivos en la salud intestinal.

Otro aspecto importante a considerar es la presencia de versiones de kéfir etiquetadas como «0% grasa». Aunque podría parecer una opción más saludable a primera vista, en realidad se trata de un producto con un valor nutricional reducido.

La grasa presente en el kéfir natural es esencial para la absorción de vitaminas liposolubles y proporciona saciedad, ayudando a evitar el consumo excesivo de otros alimentos poco saludables. Cuando se elimina, no solo se pierde este beneficio, sino que muchas veces se añaden espesantes y otros aditivos para compensar la falta de textura y sabor, lo que termina afectando la calidad del producto.

Cómo Incluir el Kéfir en la Dieta

El kéfir es increíblemente versátil y fácil de incorporar a la dieta diaria. Puede consumirse solo, como base para batidos, mezclado con frutas y cereales, o incluso utilizado como ingrediente en recetas más elaboradas. Su sabor ligeramente ácido y cremoso combina bien con una amplia variedad de alimentos, lo que facilita su inclusión regular en la alimentación.

Aunque existen muchas variedades de kéfir, incluida la de leche de coco, de soja, de agua o de leche de vaca, las dos preparaciones más comunes son la de leche de vaca y la de agua.

Preparación del Kéfir de Leche

Para preparar el kéfir de leche tenemos que colocar en un recipiente un litro de leche fresca y 100 gramos de kéfir (que se puede encontrar en cualquier supermercado) y dejar reposar el contenido a temperatura ambiente durante 24 horas.

Pasado este tiempo, tenemos que colar la leche para recuperar los granos de kéfir y volver a colar el contenido para obtener el kéfir líquido fermentado y colado. Entonces ya podremos consumirlo o mantenerlo guardado en la nevera para más tarde.

Elaboración del Kéfir de Agua

El kéfir de agua, a diferencia del kéfir de leche, no necesita lactosa para fermentar. A la fermentación se le suele añadir azúcar, por ello necesitamos: 1 litro de agua, 60 gramos de azúcar moreno y 100 gramos de kéfir.

Para elaborarlo, tendremos que añadir el agua a un recipiente junto con el azúcar y el kéfir. Si buscamos darle sabor, podemos exprimir medio limón en la mezcla. Una vez añadido, tenemos que tapar el contenido con un paño y una goma o cinta elástica y déjalo reposar a temperatura ambiente entre 2 y 3 días. Después podrás colarlo y beberlo o guardarlo en la nevera para consumir otro día.

German Fuertes Oterohttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11p5t5jsss
CEO en PharmaSalud.net. Licenciado en medicina por la Stanford Medicine: Stanford, California, US, Máster en University of Cambridge: Cambridge, Cambridgeshire, GB y University of Oxford: Oxford, Oxfordshire, GB. Doctorado en Harvard University Harvard Catalyst: Cambridge, MA, US

Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios y la información contenida en PharmaSalud esté redactada por profesionales en medicina, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.

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