Actualizado el 19 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
La Importancia de una Alimentación Saludable en el Refuerzo Inmunológico
En esta época del año, cuando el frío comienza a hacer su aparición, es esencial reforzar nuestras defensas. Mantener un sistema inmunológico fuerte se convierte en una prioridad, y una de las mejores maneras de lograrlo es a través de una alimentación saludable. Una dieta adecuada es fundamental para formar un eficaz escudo inmunitario frente a virus y otros patógenos.
Comprender el Sistema Inmunológico
Para entender cómo la dieta afecta a nuestras defensas, primero debemos conocer cómo actúa el sistema inmune. Este sistema opera a tres niveles, según explica Alma Palau, presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas Nutricionistas (Cgcodn). «El primer nivel incluye las mucosas y la microbiota intestinal que entran en contacto directo con los agentes patógenos. A continuación, tenemos una respuesta inmune innata a nivel celular y en el sistema circulatorio. Esta respuesta se activa y, posteriormente, desencadena la respuesta inmune adaptativa que aparece unos días después de la entrada del patógeno y produce anticuerpos específicos», detalla Palau.
El Rol de los Lactobacilos en la Salud Digestiva
La alimentación juega un papel fundamental en la salud de nuestro sistema inmunológico. Uno de los componentes cruciales en este contexto son los lactobacilos. Estas bacterias beneficiosas, que forman parte de nuestra microbiota intestinal, son esenciales para mantener un equilibrio saludable en nuestro sistema digestivo. Contribuyen a la digestión y están involucradas en la producción de vitaminas como la B12 y el ácido fólico, como explica Mónica Herrero, vicepresidenta del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Aragón y miembro del Cgcodn.
Herrero enfatiza: “Los lactobacilos son esenciales porque mejoran la digestión, previenen infecciones intestinales y fortalecen la barrera intestinal. Además, forman parte de nuestro sistema defensivo, actuando como la primera barrera de defensa en nuestro cuerpo y están interconectados con nuestro sistema inmunológico”.
Alimentos Ricos en Lactobacilos
Entonces, la pregunta es clara: ¿qué alimentos son ricos en lactobacilos? Según Herrero, estos incluyen alimentos fermentados como el yogur, el kéfir, el chucrut, el kimchi, el miso, el tempeh y ciertos quesos. Además, existen suplementos probióticos que también contienen estas bacterias beneficiosas. Una práctica sencilla y efectiva es la producción de probióticos mediante vegetales fermentados. Este método natural no solo mejora la duración de los alimentos, sino que también potencia su valor nutricional.
Los vegetales fermentados, comúnmente conocidos como pickles o encurtidos, se convierten en una fuente natural de lactobacilos. Aunque parte de esta colonia de bacterias no sobrevive al entorno ácido del estómago, aquellos que lo logran pueden repoblar el intestino.
La Naturaleza de los Encurtidos y su Relación con los Lactobacilos
Es importante aclarar que no todos los encurtidos contienen lactobacilos. “Algunos encurtidos cumplen esta función, pero solo si han sido fermentados de manera natural (como el chucrut o los pepinillos fermentados con salmuera)”, advierte Herrero. “Los encurtidos que se conservan en vinagre no contienen lactobacilos porque no pasan por un proceso de fermentación bacteriana”.
Precauciones en el Consumo de Probióticos
Aunque la mayoría de estos alimentos son seguros para la población en general, “las personas con problemas de salud graves, como inmunodeficiencias o enfermedades críticas, deberían consultar a un médico antes de incluir probióticos en su dieta, ya que pueden ser más sensibles a infecciones”, advierte Herrero. Este llamado a la precaución es clave para asegurar que la mejora de la salud no se convierta en un riesgo innecesario.
Conclusión: Estrategias para Fortalecer el Sistema Inmunológico
Para conseguir un buen funcionamiento del sistema inmune, es necesario seguir una dieta variada, equilibrada y saludable. El consumo regular de lácteos fermentados como yogur o kéfir puede ser una excelente estrategia para potenciar nuestras defensas. En definitiva, incorporar alimentos ricos en lactobacilos y cuidar nuestro estado nutricional son pasos fundamentales para fortalecer el sistema inmunológico y afrontar con éxito los meses más fríos del año.
Así que la próxima vez que pienses en qué comer, recuerda que cada bocado puede ser una oportunidad para reforzar tu salud y bienestar. Asegúrate de incluir una variedad de alimentos fermentados en tu dieta y consulta siempre con un profesional si tienes dudas sobre tu situación de salud específica.