Actualizado el 25 de marzo de 2025 por Carlos José Belmonte López
Siempre se ha creído que las aceitunas son responsables del aumento de peso y que su consumo debería ser limitado. Sin embargo, la realidad es diferente. Según Pablo Ojeda, nutricionista y divulgador, “no sólo no engordan mucho sino que además son muy buenas para el organismo”. De hecho, su recomendación es clara: “deberíamos comerlas todos los días”. Pero, ¿cuáles son los beneficios de su inclusión en nuestra dieta? Porque ayudan a la digestión y nos pueden desinflamar al poseer un efecto probiótico beneficioso para la microbiota intestinal.
La magia de los encurtidos
Los encurtidos, entre los que se encuentran las aceitunas, los pepinillos o las alcaparras, son alimentos fermentados que aportan múltiples beneficios. Estos productos contienen microorganismos vivos que, al ser consumidos, fomentan la proliferación de bacterias saludables en nuestro organismo. Este efecto probiótico puede tener impactos positivos tanto en la salud intestinal como en la respuesta inmunológica, ofreciendo una defensa natural contra diversas enfermedades.
¿Cómo funcionan los probióticos?
La nutricionista Sandra Moñino, en su libro Adiós a la Inflamación, explica cómo funcionan estos alimentos: “durante el proceso de fermentación, los microorganismos, como bacterias, levaduras o mohos, descomponen los azúcares del propio alimento y los transforman en ácidos, alcoholes y gases”. Este proceso no solo facilita la digestión, sino que enriquece el alimento con bacterias benéficas que tienen un papel crucial en el mantenimiento de un microbioma saludable.
¿Cuántas aceitunas podemos consumir al día?
A pesar de todos sus beneficios, es importante moderar las cantidades. Los expertos enfatizan que las aceitunas son un aperitivo saludable siempre y cuando se consuman en una ración estándar. Así, 100 gramos de aceitunas con hueso aportan entre 140 y 180 kilocalorías, lo que significa que unas 10-12 aceitunas estarían alrededor de 100 kilocalorías, un valor inferior al de una manzana de tamaño estándar. En términos de salud, lo ideal sería consumir entre 7 y 10 aceitunas al día.
Cómo elegir encurtidos de calidad
Antes de lanzarnos a la compra de aceitunas o cualquier otro encurtido, es crucial asegurarnos de que estamos adquiriendo productos realmente saludables. “Debemos verificar que las aceitunas que compramos son las correctas”. Existen productos que pueden incluir ingredientes poco deseables, como el azúcar en el jugo. Un ejemplo claro son las famosas aceitunas chupadedos, que incluyen ingredientes adicionales que no son recomendables.
Ojeda detalla que “las aceitunas que sí debemos comprar son aquellas que se fermentan en salmuera, que son las que tienen probióticos, y es fundamental que no estén pasteurizadas, ya que este proceso elimina las bacterias saludables”.
Consejos para elegir correctamente
Para ayudar a los consumidores a seleccionar las mejores opciones en encurtidos, Ojeda sugiere tres trucos sencillos:
- Verificar que en la etiqueta se indique que la fermentación es en salmuera.
- Asegurarse de que no contenga ingredientes raros.
- Observe que estén conservadas en agua un poco turbia.
Además, Moñino aclara que “siempre hay que corroborar que los encurtidos no tengan potenciador del sabor o glutamato monosódico, ya que esto es muy común en este tipo de productos”.
Conociendo todos estos aspectos, se puede concluir que las aceitunas y otros encurtidos son aliadas en nuestra salud cuando se consumen adecuadamente. Incluirlos de manera regular en nuestra dieta equilibrada puede ser una gran estrategia hacia un estilo de vida más saludable.