Actualizado el 26 de noviembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
Las dietas ricas en proteínas han suscitado un interés creciente en los últimos años, sobre todo entre deportistas y personas que buscan adelgazar de manera efectiva. Sin embargo, surge una importante pregunta: ¿es realmente beneficioso consumir más proteínas de las necesarias? Esta cuestión genera mucha controversia y análisis en el ámbito de la nutrición.
El análisis de un experto en nutrición
Para despejar las dudas sobre la ingesta de proteínas, hemos recurrido al experto en nutrición Vicente Clemente, profesor de la Universidad Europea. A través de su experiencia, Clemente explica lo que realmente ocurre en nuestro organismo al superar las recomendaciones de este macronutriente.
El mito sobre la ingesta excesiva de proteínas
Uno de los mitos más extendidos es que un alto consumo de proteínas puede afectar negativamente la función de órganos vitales como los riñones, el hígado y el páncreas. Sin embargo, Vicente Clemente aclara que «si nos pasamos, no pasa absolutamente nada. Es un bulo que nos han vendido».
Clemente señala que diversos estudios indican que incluso se puede consumir hasta 4 gramos de proteína por kilogramo de peso sin experimentar efectos adversos, una cantidad que, aunque elevada, no resulta peligrosa para personas saludables. Esta perspectiva desafía la noción común de un límite estricto en la ingesta de proteínas.
El equilibrio en la dieta
Aunque las dietas hiperproteicas pueden ser eficaces para quienes buscan perder peso, es esencial que cada persona adapte su dieta a sus necesidades específicas. Las proteínas deben formar parte de un plan nutricional equilibrado, que incluya carbohidratos y grasas saludables. Para una ingesta razonable, Clemente sugiere que cada adulto promedio requiera entre 1 y 1,2 gramos de proteína por kilogramo de peso corporal.
Las necesidades de proteínas pueden variar significativamente según la edad, el sexo, la actividad física y el estado de salud. Por ejemplo, las mujeres y los niños pueden tener menos requerimientos, mientras que los hombres a menudo requieren más debido a su mayor masa muscular.
Quién debe tener cuidado con la proteína
Aunque la mayoría de las personas sanas pueden consumir cantidades adecuadas de proteínas sin consecuencias graves, aquellos con enfermedades renales deben tener un mayor cuidado. La National Kidney Foundation sugiere que los pacientes con estas afecciones limiten su ingesta de proteínas para prolongar la salud renal.
Clemente enfatiza que el riesgo de daño renal al seguir dietas altas en proteínas se observa principalmente en aquellas personas con enfermedad renal moderada o grave, lo que subraya la importancia de consultar a un profesional de la salud antes de adoptar una dieta hiperproteica.
El impacto de la proteína en otras áreas de salud
Un aspecto que suele pasarse por alto es la influencia directa que las proteínas tienen sobre el estado de ánimo. Clemente recalca que «comer demasiada proteína no afecta de forma negativa a la salud mental». Por el contrario, un déficit en la ingesta de proteínas puede perjudicar la salud mental, ya que los neurotransmisores dependen de los aminoácidos derivados de las proteínas.
Estos neurotransmisores son cruciales para el funcionamiento adecuado del cerebro. Por lo tanto, la falta de proteínas podría tener efectos adversos en el bienestar emocional y mental.
El papel de las dietas hiperproteicas
¿Qué tipo de personas pueden beneficiarse más?
Las dietas hiperproteicas son frecuentemente adoptadas por personas que desean perder peso rápidamente. Clemente menciona que «si eliminas la mayor cantidad de hidratos de carbono, la pérdida de grasa será más rápida y efectiva». Sin embargo, es vital que esta estrategia se aplique con el conocimiento adecuado y preferiblemente bajo supervisión profesional.
Son especialmente recomendadas para aquellos que realizan entrenamientos intensos, ya que sus necesidades proteicas son significativamente más altas. «Las exigencias del entrenamiento hacen que los deportistas necesiten cantidades elevadas de este nutriente para favorecer la recuperación y el crecimiento muscular», explica Clemente.
La importancia de un asesoramiento profesional
En resumen, mientras que una ingesta elevada de proteínas puede ser apropiada para algunas personas, sobre todo deportistas y aquellos en proceso de pérdida de peso, cada dieta debe ser adaptada a las circunstancias individuales. Consultar con un nutricionista es clave para asegurarse de que se están tomando decisiones informadas y saludables en la alimentación.
Conclusión
La moderación es esencial en cualquier tipo de dieta. Es crucial tomar decisiones informadas, basadas en la ciencia y el conocimiento, para mantener una salud óptima y alcanzar nuestros objetivos personales. Mantener un diálogo abierto sobre la nutrición y el bienestar es el primer paso para hacer cambios positivos y sostenibles en la alimentación.