Actualizado el 10 de febrero de 2025 por Carlos José Belmonte López
La hidratación adecuada es esencial para el buen funcionamiento del organismo. Beber agua a lo largo del día contribuye a mantener el equilibrio interno y prevenir problemas de salud, como la fatiga y los dolores de cabeza. Sin embargo, los expertos en nutrición nos recuerdan que no solo es importante la cantidad de agua que consumimos, sino también los momentos específicos en los que la ingerimos.
La importancia de la hidratación
Uno de los hábitos más saludables que podemos incorporar en nuestra vida diaria es mantener una adecuada ingesta de agua. Esto no solo ayuda a mejorar la digestión, sino que también refuerza el sistema inmunológico y minimiza riesgos de salud. No obstante, hay que reconocer que el momento en el que decidimos hidratar nuestro cuerpo tiene un impacto significativo en la efectividad de esta práctica.
Los efectos de beber agua en las comidas
Uno de los errores frecuentes es concentrar la ingesta de agua en momentos específicos, como durante las comidas. Aunque beber agua con la comida no es perjudicial, hacerlo en excesivas cantidades puede afectar la digestión de manera negativa. Cuando el estómago necesita descomponer los alimentos, el ácido que produce puede diluirse al ingerir mucha agua, lo que podría resultar en digestiones pesadas y molestias gastrointestinales.
La nutricionista Sandra Moñino ha discutido este tema a fondo en su pódcast «Con jengibre y con limón». Explica que “cuando nosotros bebemos agua justo antes de las comidas o durante ellas, el ácido que tenemos en el estómago, que es el que hace que se realicen las primeras digestiones, se empieza a diluir”. Esta dilución interfiere con la acción del ácido clorhídrico, que es crucial para la digestión adecuada.
Beber uno o dos vasos durante la comida no es problemático, pero hacerlo en exceso puede alterar la digestión.
La compañera de Moñino en el pódcast, María Pérez, ilustra este punto al mencionar que “hay gente que no bebe agua en todo el día y de repente en la comida se bebe siete vasos de agua”. La nutricionista reitera que es el volumen y el momento en que consumimos agua lo que determina si afectará nuestra digestión. “Podemos beber agua sin problema media hora antes de la comida, pero no justo antes o durante, y mucho menos en grandes cantidades”, aclara.
¿Beber agua adelgaza? La pregunta ‘del millón’, respondida por la ciencia
Una de las preguntas más comunes en torno a la hidratación es si beber agua puede ayudar a perder peso. La respuesta de los expertos en nutrición es más compleja de lo que parece. Beber agua puede, de hecho, influir en la pérdida de peso, pero depende de cómo y cuándo se haga. La hidratación adecuada puede ayudar a controlar el apetito y sustituir bebidas calóricas, lo que podría llevar a una reducción en la ingesta total de calorías.
Además, algunas investigaciones sugieren que consumir agua fría puede aumentar el gasto energético del cuerpo, ya que este debe gastar energía para calentar el agua a la temperatura corporal. Sin embargo, no se debe depender solo de la ingesta de agua con la esperanza de perder peso sin una dieta equilibrada y un régimen de ejercicio adecuado. Una alimentación consciente y equilibrada, junto con la hidratación, son componentes clave para una vida saludable.
La cantidad de agua adecuada
La Academia Española de Nutrición y Dietética (AEND) aclara que no existe una cantidad universal recomendada de agua, ya que esto depende de variaciones personales, incluyendo la actividad física, la temperatura ambiente y las necesidades del individuo. Aunque se sugiere generalmente una ingesta de aproximadamente dos litros diarios, es vital recordar que esta cifra incluye el agua presente en los alimentos, como en frutas y verduras.
Es importante prestar atención a las señales que nos envía nuestro cuerpo. La sed es un indicador natural que nos dice cuándo necesitamos agua, pero también podemos monitorear la coloración de nuestra orina. Un tono claro habitualmente indica una buena hidratación, mientras que un color más oscuro puede señalar que es momento de beber más líquidos.
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Consejos finales para una correcta hidratación
En conclusión, mantener una buena hidratación es crucial para nuestra salud general. Sin embargo, es igualmente importante prestar atención a cómo y cuándo ingerimos agua. Beber agua de forma regular a lo largo del día, evitando el consumo excesivo justo antes y durante las comidas, puede ayudar a optimizar nuestras funciones digestivas. Si deseas mejorar tu bienestar y tus hábitos, integrar la hidratación adecuada con elecciones alimenticias equilibradas y actividad física puede hacer una gran diferencia en tu salud.