Ni langostinos ni camarones: el riesgo oculto en chupar sus cabezas

Actualizado el 23 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López

En España, la Navidad es una época de reencuentros familiares, tradiciones arraigadas y, sobre todo, buena comida. Entre los manjares más destacados que adornan las mesas españolas durante estas fechas, el marisco ocupa un lugar privilegiado. En muchas casas, el marisco se convierte en un protagonista indiscutible de las cenas y comidas navideñas. Incluir marisco en el menú navideño no solo tiene que ver con el sabor o la tradición, sino también con la simbología. Es un producto que suele ser del gusto de todos los comensales, lo que lo convierte en una opción segura y apreciada.

La importancia del marisco en la Navidad

El marisco, que muchas veces simboliza prosperidad y celebraciones, está presente en diversas formas y recetas en las mesas españolas. Desde gambas hasta almejas, la variedad es amplia y cada familia tiene sus propias tradiciones sobre cómo prepararlo. Este componente gastronómico no solo realza las comidas festivas, sino que también provoca momentos de nostalgia y alegría al compartir en familia.

El langostino: protagonista del marisco

Y si hay una estrella dentro del marisco, ese es el langostino. Sin embargo, es crucial tener en cuenta que puede tener riesgos para la salud, especialmente en una de las formas en que disfrutamos de él. Aunque chupar la cabeza de gambas y langostinos es un gesto casi instintivo en muchas comidas, esta costumbre puede no ser del todo segura.

Los riesgos para la salud

¿Y por qué lo hacemos? El jugo que se encuentra en la cabeza de estos crustáceos contiene una mezcla de líquidos internos, órganos y a menudo el contenido del tracto digestivo, lo que le otorga ese sabor tan característico. Para los comensales más experimentados, chupar la cabeza es el auténtico broche final que redondea la experiencia de degustar una gamba o un langostino. Sin embargo, esa concentración de sabores también esconde una concentración de elementos no tan apetitosos.

La experta Milagros Vázquez, directora del laboratorio SGS Portugal, ha señalado una cuestión de salud muy importante relacionada con el consumo de marisco: la presencia de sulfitos. Estas sustancias derivadas del azufre se utilizan como conservantes y para evitar el ennegrecimiento, pero deben ajustarse a unos límites para cumplir la normativa vigente. Un exceso de sulfitos puede tener consecuencias adversas en el organismo, especialmente en personas que tengan alergias o problemas respiratorios.

Foto: Foto: iStock.

La experta analizó cuatro muestras distintas de langostinos que se venden en España, y la conclusión fue que tres de ellas cumplían la normativa de límite de sulfitos, pero una no. «Detectamos 173 miligramos por kilo, cuando le correspondería un nivel de 150 miligramos por kilo», explica Vázquez sobre esos langostinos importados desde Ecuador. Estos hallazgos ponen de manifiesto la importancia de adquirir marisco en lugares de confianza cuyos productos cumplan con las normas alimentarias.

El cuidado y la elección del marisco

En lo que respecta a las cabezas de gambas y langostinos, son la parte más problemática de estos mariscos. No solo concentran una mayor cantidad de sulfitos, sino también cadmio, un metal que puede acumularse en los riñones y el hígado, causando daños al organismo. Por ello, chupar las cabezas es una práctica poco recomendable; lo mejor es desecharlas.

La presencia de elementos nocivos en las cabezas de marisco y el uso frecuente de sulfitos en su conservación subrayan la necesidad de una gestión responsable en su consumo. Este riesgo se puede minimizar eligiendo productos frescos y de calidad, prestando atención a su procedencia, y así disfrutar de los placeres de la gastronomía navideña con mayor seguridad.

Conclusión: disfrutar de manera segura

En resumen, el marisco sigue siendo un elemento central en las celebraciones navideñas en España. No obstante, es vital consumirlo con precaución y conocimiento. Las recomendaciones de expertos deben ser tenidas en cuenta para evitar riesgos, disfrutando así de unas fiestas saludables y seguras para todos los comensales.

Con la combinación de sabor, tradición y seguridad, las mesas españolas seguirán siendo un reflejo de la cultura festiva, siempre que prioricemos la salud en cada bocado. Así, estas celebraciones pueden seguir siendo momentos de alegría y reencuentro en torno a la comida, sin comprometer nuestro bienestar.

German Fuertes Otero
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CEO en PharmaSalud.net. Licenciado en medicina por la Stanford Medicine: Stanford, California, US, Máster en University of Cambridge: Cambridge, Cambridgeshire, GB y University of Oxford: Oxford, Oxfordshire, GB. Doctorado en Harvard University Harvard Catalyst: Cambridge, MA, US

Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios y la información contenida en PharmaSalud esté redactada por profesionales en medicina, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.

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