Ni melocotones ni piñas en almíbar: el alto contenido de azúcar las hace menos saludables que las frescas

Actualizado el 1 de marzo de 2025 por Carlos José Belmonte López

Las latas de fruta en almíbar son un alimento muy común en la gastronomía española, especialmente en la preparación de postres y recetas tradicionales. Este producto se obtiene al sumergir frutas como melocotones o piñas en una solución azucarada, lo que permite su conservación durante mucho tiempo. A pesar de su dulzura y textura peculiar, surge una pregunta importante: ¿es realmente saludable consumir este tipo de fruta en comparación con la fruta fresca?

¿Es recomendable consumir frutas en almíbar?

El consumo de frutas en almíbar ha generado preocupación en torno a la cantidad de azúcares, tanto naturales como añadidos, que contienen. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda limitar el consumo de azúcares libres, aquellos que no provienen de frutas o verduras frescas, debido a sus potenciales efectos negativos sobre la salud. Se sugiere que estos azúcares no deben representar más del 10% de la ingesta calórica total, y reducirlos aún más puede ofrecer beneficios adicionales. En este marco, las frutas en almíbar, al incorporar grandes cantidades de azúcar, pueden aumentar el riesgo de problemas como la obesidad o la diabetes tipo 2 si se consumen con frecuencia.

El melocotón y la piña en almíbar: más calorías que las frescas

Un punto crucial que diferencia a las frutas en almíbar de las frescas es su contenido calórico. Por ejemplo, el melocotón en almíbar presenta más del doble de azúcares que el melocotón fresco. Específicamente, el melocotón en almíbar proporciona 90 kcal por cada 100 gramos, mientras que el melocotón fresco solo aporta 38 kcal en la misma cantidad. Este aumento en el contenido calórico se debe a la azúcar añadida durante el proceso de conservación, lo cual puede ser perjudicial si se busca mantener una dieta equilibrada y baja en calorías.

A pesar de que las frutas en almíbar tienen un mayor contenido de azúcar, aún conservan algunos nutrientes esenciales como vitaminas y minerales. Por ejemplo, tanto el melocotón en almíbar como el fresco contienen vitamina C y vitamina A, aunque la cantidad de estos nutrientes tiende a ser menor en la versión enlatada. Curiosamente, el melocotón en almíbar puede ofrecer más del doble de vitamina A presente en su versión fresca, lo cual podría ser beneficioso para aquellos que necesitan incrementar su ingesta de este nutriente. Sin embargo, su contenido de potasio es inferior al de las frutas frescas, resaltando la importancia de equilibrar el consumo entre diferentes tipos de frutas según las necesidades nutricionales de cada individuo.

En el caso de la piña en almíbar, también se conservan algunos minerales como el potasio, aunque el proceso de conservación afecta negativamente otros nutrientes, como la bromelina, una enzima que se degrada con facilidad durante el envasado. Además, el contenido de vitamina C en la piña se reduce significativamente al ser conservada en almíbar, limitando los beneficios antioxidantes que la fruta fresca puede proporcionar.

Nutrición y recomendaciones finales

Aunque las frutas en almíbar pueden ofrecer algunos beneficios nutricionales, los expertos coinciden en que su consumo debe ser moderado, debido al alto contenido de azúcar añadido. Por tanto, es preferible priorizar el consumo de frutas frescas o mínimamente procesadas, que mantienen su integridad nutricional y tienden a ser más bajas en calorías y azúcares.

Finalmente, es importante recordar que la moderación es clave. La inclusión ocasional de frutas en almíbar en la dieta no necesariamente debe ser descartada, pero es fundamental complementarla con una variedad de frutas y verduras frescas. Esto no solo garantiza una ingesta adecuada de nutrientes, sino que también ayuda a mantener un equilibrio saludable en la dieta, priorizando siempre opciones frescas y naturales cuando sea posible.

En conclusión, las frutas en almíbar tienen un lugar en nuestra dieta, siempre y cuando se consuman con moderación. La clave radica en encontrar un balance que se adapte a nuestras necesidades nutricionales y que fomente un estilo de vida saludable.

German Fuertes Otero
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CEO en PharmaSalud.net. Licenciado en medicina por la Stanford Medicine: Stanford, California, US, Máster en University of Cambridge: Cambridge, Cambridgeshire, GB y University of Oxford: Oxford, Oxfordshire, GB. Doctorado en Harvard University Harvard Catalyst: Cambridge, MA, US

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