Actualizado el 13 de febrero de 2025 por Carlos José Belmonte López
Para bien o para mal, España es un país de costumbres, especialmente en las generaciones más mayores. Muchas personas tienden a ir de vacaciones a la misma playa, frecuentar los mismos bares, adquirir la comida en los mismos lugares e incluso replicar el menú semanalmente. Este comportamiento no es una norma universal; hay quienes eligen alternativas, pero es una tendencia que se repite en una parte de la población. Además, estas costumbres suelen heredarse, ya que muchas madres siguen con fervor las recetas de sus abuelas y muchos padres cocinan según lo que sus padres les enseñaron.
Algunas costumbres alimentarias son cuestionables
Esto puede ser beneficioso, ya que nos proporciona recetas únicas que tienen sabor y tradición, pero también puede favorecer ciertas rutinas poco saludables. Uno de los hábitos que más se repite en los hogares españoles es el lavado de los alimentos. Se ha creído que sumergir estos productos en agua es la mejor manera de eliminar la suciedad y las posibles bacterias. Sin embargo, no todos los alimentos deben ser lavados de esta manera. Así lo explica Alba Ramírez, tecnóloga de los alimentos y dietista-nutricionista, quien argumenta que hay tres alimentos que no deberían acercarse al grifo: «Nunca los debes lavar».
El sorprendente alimento que no se debe lavar
Puede que este último consejo te sorprenda. Se refiere a la ensalada preparada. «No se debe lavar, salvo que lo indique expresamente en su etiqueta», advierte Alba. La razón es clara: «No es necesario, ya que lo que vas a conseguir es reducir su tiempo de vida útil.» El envase en el que se comercializa está diseñado con condiciones específicas que permiten que se conserve durante más tiempo en refrigeración: «La ensalada viene envasada en atmósfera protectora.»
Carne de pollo cruda UNSPLASH
Esto provoca mojar los huevos
En el segundo lugar de la lista se encuentran los huevos. «Podríamos pensar que lavar los huevos, sabiendo de dónde vienen, podría ser una buena práctica», reflexiona Alba, aludiendo a la procedencia del alimento. Sin embargo, aclara que esta no es la mejor opción: «La piel del huevo, a pesar de ser dura, se comporta como la piel humana, siendo porosa.» Esta porosidad tiene implicaciones relevantes: «Se dilata y se expande conforme hay un cambio de temperatura y humedad.»
Cuando se lavan los huevos, esta acción expone la cáscara al agua, lo que provoca que «esos poros se abran y las bacterias que están en la cáscara entren al interior.» Tal situación puede conllevar riesgos para la salud. Para situaciones donde los huevos están sucios, Alba recomienda usar una servilleta seca para quitar la suciedad sin recurrir al agua.
Nunca debes lavar estos tres alimentos
El primer alimento que no se debe lavar es el «famoso» pollo. «¿Cuántos vídeos hay navegando por internet en los que antes de cocinar el pollo, muchas personas lo lavan?», se pregunta la especialista antes de ofrecer su consejo. «Es una práctica totalmente desaconsejada. Cuando el agua entra en contacto con el alimento, dispersa los microorganismos por toda la cocina.» No solo se refiere al pollo, «sino en general, no debemos lavar la carne cruda.»
Además, Alba añade un consejo adicional sobre el pollo: «Es recomendable comprarlo siempre en establecimientos que garanticen buenas prácticas de manipulación.» En caso de que existan microorganismos no deseados, «durante la cocción o tratamiento térmico se destruirán.»
Reflexiones finales sobre la higiene alimentaria
Las pautas de lavado de alimentos son fundamentales en la cocina para mantener una buena higiene y proteger nuestra salud. Con información adecuada, se pueden adoptar prácticas que prevengan enfermedades y nos ayuden a aprovechar al máximo nuestros alimentos.
En conclusión, es esencial revisar nuestras costumbres y hábitos alimentarios. La tradición es un valor importante, pero el conocimiento sobre la seguridad alimentaria debe primar para garantizar que nuestras comidas sean no solo deliciosas sino también seguras. Tener en cuenta estos consejos puede marcar la diferencia en el bienestar de todos. Así que, la próxima vez que estés en la cocina, ¡piensa dos veces antes de lavar esos alimentos!