Actualizado el 9 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
En un reciente video publicado en su cuenta de TikTok, el profesional de emergencias Miguel Assal ha generado preocupación al advertir sobre los riesgos de consumir patatas que presentan un color verdoso o que han germinado. A pesar de que la patata es un alimento común en la dieta de muchas personas, estas alteraciones pueden indicar la presencia de sustancias tóxicas que podrían provocar intoxicaciones serias.
¿Por qué son peligrosas las patatas verdes?
Las patatas verdes, lejos de ser un simple efecto de maduración, son un claro indicativo de que el tubérculo alberga compuestos nocivos. Assal explica que estas patatas contienen glicoalcaloides, como la solanina y la chaconina, que son producidos naturalmente por las patatas como un mecanismo de defensa contra insectos y plagas. Sin embargo, para los seres humanos, estos compuestos son potencialmente peligrosos, y su ingesta podría provocar síntomas como náuseas, vómitos y diarrea. En casos más severos, la toxicidad podría llegar a causar complicaciones serias, afectando el sistema neurológico.
La importancia de la apariencia de la patata
El color verdoso que puede aparecer en la superficie de las patatas no debe tomarse a la ligera. Según el experto, este color es la señal más evidente de un aumento en la concentración de solanina. Además, Assal menciona que el riesgo se agrava aún más si las patatas presentan brotes o germinaciones de más de un centímetro. En estas circunstancias, la toxicidad es considerablemente mayor, y se recomienda evitar su consumo.
¿Pelar y cocinar elimina el riesgo?
Una pregunta común que surge es si pelar o cocinar estas patatas puede hacerlas seguras para el consumo. La respuesta de Assal es contundente: aunque estos métodos pueden reducir el nivel de toxinas entre un 20% y un 75%, no eliminan el riesgo por completo. Así, incluso una cantidad moderada de patatas contaminadas puede resultar en una intoxicación, aspecto que resulta especialmente preocupante en el caso de los niños, quienes son más vulnerables debido a su menor peso corporal.
El dilema de la temperatura de cocción
Por si fuera poco, el experto también señala un segundo riesgo asociado con la temperatura de cocción. Para aquellas personas que cocinan patatas a temperaturas elevadas con la intención de neutralizar las toxinas, es importante tener en cuenta que aunque la solanina se desactiva a 170 grados Celsius, cocinar a estas temperaturas puede conllevar la formación de acrilamida. Este compuesto, generado al calentar alimentos ricos en almidón, es considerado potencialmente cancerígeno. La producción de acrilamida se ve favorecida en métodos de cocción como el freído y el asado, lo que añade otra capa de preocupación sobre las prácticas de cocina.
Recomendaciones para el consumo seguro de patatas
La recomendación de Assal es clara: si al revisar tus patatas observas algún signo de verdor o brotes, es mejor optar por desecharlas. Para garantizar un consumo seguro, las patatas deben ser blancas y completamente limpias. Esta simple medida puede ayudar a evitar los riesgos asociados con su consumo, lo que es especialmente crucial en hogares donde hay niños.
Además, es fundamental estar atento a las características del almacenamiento de las patatas. Deben conservarse en un lugar fresco, oscuro y seco, ya que la exposición a la luz puede favorecer la producción de solanina. Mantener un ambiente adecuado para estos alimentos puede ser una práctica preventiva simple pero eficaz.
Reflexiones finales sobre la seguridad alimentaria
En un contexto más amplio, este tipo de advertencias sobre la seguridad alimentaria pone de relieve la importancia de educar a la población sobre las elecciones que hacemos en nuestra dieta. Desde los alimentos que compramos hasta la manera en que los preparamos, cada decisión cuenta para mantener nuestra salud y la de nuestros seres queridos.
En conclusión, ser conscientеs de los riesgos asociados con el consumo de patatas verdes o germinadas puede prevenir problemas de salud significativos. Mantener un enfoque informado grarante la seguridad alimentar y contribuye al bienestar general. En una época donde los alimentos pueden ser fácilmente accesibles, la responsabilidad de saber lo que comemos es más importante que nunca.