Actualizado el 2 de enero de 2025 por Carlos José Belmonte López
La temporada navideña es sinónimo de celebraciones familiares y abundantes comidas, unas costumbres muy arraigadas en la cultura española. Para el 67% de los españoles, la gastronomía es el elemento indispensable para vivir unas fiestas navideñas completas; las comidas familiares son la tradición más valorada (el 56%); y el jamón, el marisco y el turrón se consideran productos “esenciales” para crear ese ambiente festivo. Estos datos provienen de un estudio realizado por Mondelēz International a través de su marca turrones Suchard.
Las consecuencias de los excesos festivos
Sin embargo, estas delicias pueden tener un costo en nuestra salud. La “otra cara de la moneda” de este festín son las cifras alarmantes sobre las visitas a los servicios de Urgencias durante las fiestas. Según la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), estas visitas aumentan un 7% debido a problemas digestivos e intoxicaciones alimentarias que se derivan de los excesos en comidas y bebidas.
Por suerte, la mayoría de los malestares post-comilona no requieren asistencia médica. No obstante, es importante saber cómo actuar y, especialmente, qué comer para aliviar estos síntomas y devolver a nuestro sistema digestivo a la normalidad.
Indigestión post-comida: infusiones, probióticos y quinoa
Cuando una comida resulta especialmente pesada, Mireia Obón-Santacana, profesora colaboradora de la UOC, ofrece una serie de pautas. Entre ellas, es recomendable:
- Tomar infusiones digestivas como la manzanilla o el jengibre, que ayudan a facilitar la digestión.
- Optar por una comida ligera después de una ingesta copiosa, como un bol de yogur con fruta (preferiblemente piña o papaya) o un consomé de verduras.
- Reemplazar las grasas saturadas por insaturadas y optar por hidratos de carbono saludables como quinoa o arroz integral.
Resaca y cansancio: menos ingestas y más fruta
Otro efecto no deseado de las fiestas es la resaca, cuyos síntomas incluyen cansancio, dolor de cabeza y dolor muscular. Según el cirujano general Álvaro Campillo, estos pueden minimizarse a través de tres estrategias básicas:
- Reducir el número de comidas para no someter al aparato digestivo a un trabajo excesivo.
- Mantenerse activos, realizando al menos caminatas para ayudar al organismo a recuperarse.
- Priorizar la ingesta de fruta, eligiendo aquellas que mejoran la digestión, como papaya y piña.
Además, es fundamental mantenerse hidratado, aumentándolo incluso más de lo habitual. Atemos que la deshidratación leve es una de las principales causas de la resaca, ya que el alcohol favorece la pérdida de líquidos al aumentar la frecuencia de la orina.
Hinchazón y pesadez: el SOS de la microbiota
La hinchazón abdominal es otra consecuencia habitual de los banquetes navideños. Según Campillo, una dieta destinada a mejorar la distensión y el malestar digestivo debe enfocarse en cuidar la microbiota y el tránsito digestivo. Para ello, se aconseja:
- Evitar fritos, empanados, rebozados y harinas refinadas.
- Incluir caldos como primer plato, ya sean vegetales, de pollo o de huesos, especializándolos con diversas especias.
- Agregar vegetales variados en ensaladas o al vapor.
- Incorporar fuentes de proteínas como carnes magras o pescado.
- Finalmente, consumir frutas que faciliten la digestión, como la piña o los cítricos.
Ardor y acidez: fibra y vegetales para recuperar la ‘calma’
La acidez y el ardor son molestias que suelen aparecer tras las comidas festivas. Para aliviar estos síntomas, la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) recomienda evitar las ingestas copiosas, proponiendo en su lugar comidas más pequeñas y frecuentes durante el día.
Además, se sugiere reducir el consumo de alimentos grasos y evitar bebidas con cafeína, gaseosas y alcohol. Campillo complementa estas pautas con la idea de seguir una dieta rica en verduras, aceite de oliva y fuentes de fibra y proteína.
Por qué el omeprazol no nos ‘blinda’ del atracón
Se ha popularizado la idea de que los inhibidores de la bomba de protones, como el omeprazol, son protectores del estómago. Sin embargo, Cristina Casado, de la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria, aclara que:
Estos medicamentos están indicados para tratar síntomas de dolencias específicas, como la enfermedad por reflujo gastroesofágico, pero no confieren una protección general contra el consumo excesivo de alimentos y alcohol.
Si bien pueden reducir el ácido estomacal, esto no significa que prevengan la irritación que causan los excesos. Como señala Ana Blázquez, recurrir al omeprazol sin necesidad puede alterar la producción natural de ácido estomacal y afectar el proceso digestivo.
En resumen, la mejor manera de prevenir las molestias digestivas en estas fiestas es comer con moderación: evitando alimentos difíciles de digerir y distribuyendo la ingesta de manera equilibrada a lo largo del día. Así podremos disfrutar de las celebraciones sin comprometer nuestra salud digestiva. Cuidar lo que comemos no solo mejora nuestro bienestar, sino que nos permite disfrutar más plenamente de cada encuentro familiar.