Prevención de la artrosis: hábitos saludables y deportes de bajo impacto son clave

Actualizado el 25 de noviembre de 2024 por Carlos José Belmonte López

El proceso inflamatorio de las articulaciones, conocido como artritis, no es una enfermedad en sí misma, sino un signo de diversas patologías reumatológicas. El doctor Manuel Romero, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Quirónsalud Córdoba, destaca que «aparece en algunas patologías reumáticas como el lupus, la gota, las espondiloartritis y, de manera muy característica, en la artritis reumatoide». Este tipo específico de artritis es comúnmente confundido con la artrosis, lo que puede llevar a malentendidos sobre su origen y tratamiento.

¿Qué distingue la artritis de la artrosis?

Es crucial entender que la población general tiende a confundir la artritis con la artrosis. Sin embargo, ambas condiciones se diferencian significativamente en términos de origen, evolución y tratamiento. «La artritis reumatoide es el ejemplo más representativo de enfermedades que cursan con artrosis», explica el doctor Romero. Esta enfermedad es autoinmune, lo que significa que el sistema inmunológico ataca las articulaciones, generando una inflamación crónica. Esto puede resultar en dolor, hinchazón, rigidez y una pérdida considerable en la función articular. Las personas de todas las edades pueden verse afectadas, incluidos niños, dependiendo del tipo específico de enfermedad.

Entendiendo la artrosis

La artrosis, en contraste, es una enfermedad degenerativa que se produce por el desgaste del cartílago que recubre las articulaciones, y está asociada con el envejecimiento, el sobrepeso, alteraciones metabólicas y lesiones previas. «A medida que el cartílago se desgasta, los huesos comienzan a rozar entre sí, provocando dolor, rigidez y una pérdida progresiva de movilidad», añade el doctor.

Es importante señalar que la artrosis afecta mayormente a las mujeres. Estudios como el EPISER, llevado a cabo por la Sociedad Española de Reumatología, revelan que el 29,3% de la población mayor de 40 años padece esta inflamación. A medida que las mujeres atraviesan la menopausia, las estadísticas muestran que la incidencia de artrosis de rodilla entre las mujeres de 50 a 59 años es el doble que la de hombres. Además, la artrosis de manos se presenta hasta tres veces más en mujeres después de la menopausia.

Factores que afectan la prevalencia

El incremento en la prevalencia de artrosis en mujeres se debe a cambios hormonales que ocurren a lo largo de su vida, y también a factores biomecánicos y genéticos. Según el doctor Romero, «la menopausia y la disminución de los niveles de estrógenos son factores clave en el deterioro articular, aumentando el riesgo de desarrollar artrosis, especialmente en rodillas y manos».

Importancia del dolor como síntoma clave

El dolor es uno de los síntomas más significativos de la artrosis. Aunque esta enfermedad degenerativa afecta al cartílago, la presencia del dolor por desgaste no significa que sea demasiado tarde para buscar tratamiento. El doctor Romero resalta que «el dolor indica que el cartílago ha perdido parte de su capacidad de amortiguar el roce entre los huesos, lo que provoca fricción y, por ende, dolor y rigidez».

En algunos casos, las molestias no solo se relacionan con el desgaste del cartílago, sino que también pueden surgir de la inflamación de la membrana sinovial o cambios en los huesos y ligamentos que rodean la articulación. Incluso en etapas avanzadas de la enfermedad, existen diversas opciones terapéuticas disponibles para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. Estas opciones incluyen tratamiento farmacológico, fisioterapia, pérdida de peso si es necesario, ejercicios para fortalecer los músculos de la articulación y en algunos casos, cirugía.

Hábitos saludables y prevención

Adoptar hábitos saludables es esencial para prevenir la artrosis. Aunque no siempre sea posible evitar su aparición, sobre todo si existe predisposición genética, es fundamental ejercitarse adecuadamente y minimizar el riesgo de lesiones. Se recomiendan deportes de bajo impacto, como la natación, el aquagym, el ciclismo y caminatas suaves. Estos ejercicios permiten mantener las articulaciones en movimiento sin someterlas a sobreesfuerzos.

Por otro lado, es recomendable evitar deportes que impliquen alto impacto, como correr en superficies duras o participar en deportes de contacto, ya que estos pueden aumentar el riesgo de lesión. Mantener un peso saludable también es crucial, ya que el sobrepeso ejerce presión adicional en las articulaciones, especialmente las rodillas, caderas y columna.

Alimentación y artrosis

La alimentación juega un papel vital en la salud y prevención de la artrosis. Aunque no existe una dieta específica, algunos alimentos son especialmente beneficiosos. Los ácidos grasos Omega-3, presentes en pescados como el salmón y las sardinas, ayudan a reducir la inflamación. Frutas y verduras ricas en antioxidantes protegen las células del daño y favorecen la salud articular. En cambio, es recomendable evitar el consumo excesivo de alimentos procesados y azúcares, que pueden promover la inflamación.

«La prevención de la artrosis se basa en mantener un estilo de vida activo, hacer ejercicios de bajo impacto, controlar el peso y seguir una dieta equilibrada rica en nutrientes antiinflamatorios y que fortalezcan la salud ósea», concluye el doctor Romero, quien también enfatiza la importancia de consultar al especialista ante los primeros síntomas.

Actualidad en tratamientos médicos

Los tratamientos para la artrosis varían según el área afectada y grado de la enfermedad, pero todos tienen objetivos comunes: aliviar el dolor, mejorar la función articular y ralentizar la progresión de la enfermedad. Estos tratamientos pueden ser no farmacológicos, como el ejercicio adaptado y la fisioterapia, o farmacológicos, que incluyen analgésicos, antiinflamatorios y corticoides.

Nuevas investigaciones están en marcha para explorar tratamientos más avanzados, como el uso de terapias biológicas y células madre. Sin embargo, todavía se encuentran en fases experimentales y no se recomienda su uso como primera línea de tratamiento.

En resumen, mientras el horizonte de la artrosis se ve alentador con nuevas investigaciones, es fundamental mantenerse informado y consultar a especialistas para abordar efectivamente esta compleja condición.

German Fuertes Otero
German Fuertes Oterohttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11p5t5jsss
CEO en PharmaSalud.net. Licenciado en medicina por la Stanford Medicine: Stanford, California, US, Máster en University of Cambridge: Cambridge, Cambridgeshire, GB y University of Oxford: Oxford, Oxfordshire, GB. Doctorado en Harvard University Harvard Catalyst: Cambridge, MA, US

Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios y la información contenida en PharmaSalud esté redactada por profesionales en medicina, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.

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