Actualizado el 29 de noviembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
Cuando se trata de perder peso, muchas personas tienden a eliminar los hidratos de carbono de su dieta, centrándose en alimentos como el pan y la pasta, que son muy populares en España. Sin embargo, es complicado prescindir de ellos por completo. En lugar de eso, muchos optan por restringir su consumo, limitando la cantidad que ingieren a lo largo del día.
La importancia de los hidratos integrales
Antes de profundizar en cómo reducir las calorías de los hidratos de carbono, es vital subrayar que los cereales y la pasta más aconsejables son los integrales. Estos productos no solo son más nutritivos, sino que también cuentan con un mayor contenido de fibra, lo que es esencial para una dieta equilibrada.
El truco de Pablo Ojeda para reducir calorías
Ahora, el nutricionista Pablo Ojeda nos ofrece un ingenioso truco para disminuir casi a la mitad las calorías que aportan los hidratos de carbono de manera sencilla. Según explica Ojeda, “cada gramo de hidrato de carbono tiene 4 calorías, pero hay una forma de convertir esas 4 calorías en 2,5, es decir, casi la mitad, sin hacer nada especial”. La clave está en el proceso de enfriamiento de los alimentos.
El proceso de enfriamiento y sus beneficios
Según Ojeda, lo único que debemos hacer es dejar enfriar en la nevera el plato de pasta o el hidrato que vayamos a consumir después de prepararlo. Esta simple acción transforma el almidón presente en estos alimentos. Inicialmente, al ser cocinados y consumidos, los hidratos son fáciles de digerir y absorben energía rápidamente. Sin embargo, al enfriarse, “el almidón se convierte en almidón resistente”, lo que implica que posee menos capacidad calórica y es más difícil de digerir.
Además, el almidón resistente actúa como un probiótico, lo que contribuye positivamente a nuestra salud digestiva. Sin embargo, es necesario enfriarlo al menos por 2 horas antes de consumirlo. Pero, ¿qué ocurre si lo recalentamos después? La buena noticia es que “las propiedades del almidón resistente se mantienen incluso tras recalentar el alimento”, asegura Ojeda.
Almidón resistente: ¿qué es exactamente?
Para entender mejor este fenómeno, la nutricionista Sandra Moñino explica en su libro *Adiós a la inflamación* qué es el almidón resistente. Se trata de un tipo especial de almidón que se genera después de la cocción y el enfriamiento de ciertos alimentos durante al menos doce horas. Este proceso ocurre con alimentos como el arroz, las legumbres, la avena, el plátano macho, la patata o el boniato.
Moñino aclara que este almidón tiene una dificultad notable para ser digerido, lo cual es esencial ya que, cuando los alimentos se cocinan y se dejan enfriar, “a este almidón se le llama resistente porque a diferencia de los normales, que se descomponen y se absorben en el intestino, este resiste a la digestión del intestino delgado,” llegando intacto al colon.
Beneficios del almidón resistente
En el colon, el almidón resistente sirve como fuente de alimento para las bacterias beneficiosas que allí se encuentran, favoreciendo su crecimiento y reproducción. De esta manera, estos carbohidratos nos aportan un menor índice glucémico comparado con aquellos que no han sido enfriados, gracias a su mayor contenido de fibra procedente del almidón resistente.
Esto resulta especialmente positivo para quienes buscan controlar su peso, como señala Ojeda, quien también advierte que “no todos los almidones resistentes son iguales y su efecto en la salud variará dependiendo del alimento del que provengan y su método de preparación”.
Por lo tanto, si estás pensando en perder peso, en lugar de eliminar de tu dieta los hidratos de carbono, considera la técnica del enfriamiento. No solo podrás disfrutar de tus platos favoritos, sino que también contribuirás a una mejor salud digestiva y un control más efectivo de tu peso. Recuerda, cada pequeño cambio cuenta en nuestro camino hacia una vida más saludable.