Actualizado el 26 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
La celebración de San Esteban en Cataluña, que tiene lugar el 26 de diciembre, es un evento que va más allá de lo religioso; se ha convertido en un símbolo de la identidad cultural de la región. Esta festividad, que se celebra un día después de la Navidad, reúne a las familias catalanas en una ocasión perfecta para fortalecer los lazos familiares y disfrutar de la compañía de seres queridos.
Reunión familiar y tiempo de celebrar
El 26 de diciembre es un día que propicia largas sobremesas, llenas de juegos de mesa, risas y brindis que prolongan el espíritu festivo de la Navidad. En muchos hogares, esta fecha se destaca no solo por su carácter festivo, sino también por la unión entre familiares y amigos, quienes aprovechan para crear nuevos recuerdos juntos. Aunque también se celebra en otras regiones históricamente vinculadas al Reino de Aragón, como las Islas Baleares y la Comunidad Valenciana, su conmemoración en Cataluña mantiene una especificidad que refleja la conexión entre la historia y las tradiciones locales.
¿Por qué se celebra San Esteban el 26 de diciembre?
La festividad de San Esteban tiene profundas raíces que se remontan a la Edad Media. Su origen religioso se asocia al primer mártir del cristianismo, quien fue apedreado por predicar su fe en el año 36 d.C. La Iglesia Católica estableció su conmemoración el 26 de diciembre, un día después del nacimiento de Jesús. Sin embargo, su importancia se extiende más allá de la religión, reflejando un contexto histórico específico.
Durante la Edad Media, cuando la distancia entre los pueblos y ciudades era considerable, las reuniones familiares que ocurrían durante la Navidad requerían largos desplazamientos. Dado que regresar a casa el mismo día podía resultar complicado, se designó un día adicional festivo para que las familias pudieran reconectar y disfrutar de la celebración sin prisas.
Gastronomía: los canelones como protagonistas
La tradición culinaria es una parte integral de la celebración de San Esteban, y los canelones se han consolidado como el plato emblemático de esta fecha. Este plato se prepara comúnmente con los restos de alimentos del día anterior, como la carne de la escudella y carn d’olla, lo que lo convierte en un ejemplo perfecto de aprovechamiento y creatividad en la cocina.
Gratinados al horno y cubiertos con bechamel, los canelones en la tradición catalana reflejan sabor y tradición. Su historia culinaria está fuertemente influenciada por la cocina italiana, especialmente entre los siglos XIX y XX, cuando platos como la pasta al horno ganaron popularidad en España. A pesar de esta influencia, los canelones catalanes han tomado un camino exclusivo, distanciándose de los rellenos clásicos italianos como el de ricotta o espinacas, adaptándose a los sabores locales.
Un plato de canelones, el plato típico de San Esteban Crossandra/Shutterstock
Profundizando en la cultura catalana
La celebración de San Esteban no solo es un evento gastronómico, sino que también es una manifestación de la identidad cultural catalana. Esta festividad confirma la conexión de los catalanes con su historia, creencias y la rica tradición culinaria que poseen. La convergencia de lo histórico con lo actual es lo que da vida a esta celebración, permitiendo que las tradiciones se adapten y evolucionen sin perder su esencia.
En resumen, la celebración de San Esteban el 26 de diciembre es una parte fundamental de la Navidad en Cataluña. No es solo una ocasión para compartir comidas deliciosas, como los canelones, sino también un momento para celebrar la familia, la historia y la cultura catalana, que se unen en una festividad única que destaca la esencia de esta región.