Actualizado el 28 de noviembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
Recientemente, un informe elaborado por las ONG BLOO y Foodwatch, titulado «Toxic tuna. Chronicle of a health scandal», ha causado conmoción en el ámbito de la nutrición. La noticia, publicada en EL ESPAÑOL, alerta sobre un tema que preocupa a muchos consumidores: la contaminación de uno de los pescados más consumidos globalmente, el atún. Según expresa Julie Guterman, licenciada en Ciencias Biológicas y Físicas y responsable de proyectos de investigación de BLOOM, “Todas las latas de atún están contaminadas con mercurio. Todas, sin excepción”.
El preocupante análisis de consumo
La información presentada ha generado inquietud en la población, especialmente considerando que el atún es un alimento habitual en muchas familias. Según el Informe de Consumo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, los españoles consumen en promedio 2,19 kilos de este producto anualmente, convirtiéndose en la conserva estrella de nuestro país.
Contaminación en las latas de atún
El estudio analizó un total de 148 latas y descubrió que el 10,13% de ellas contenían niveles de contaminantes superiores a los límites establecidos. Estos límites se han fijado en 1 mg/kg para las especies más comúnmente utilizadas en conservas, como el atún listado (Katsuwonus pelamis), el atún patudo (Thunnus obesus), el bonito del norte (Thunnus alalunga) y el atún claro o de aleta amarilla (Thunnus albacares).
El podio de los más contaminados
El análisis también se centró en 30 latas en España, donde se concluyó que todas contenían mercurio. Sin embargo, la concentración variaba significativamente entre las diferentes especies de atún. Este hecho resalta la grave problemática de la bioacumulación, especialmente en especies depredadoras de mayor tamaño y más tiempo de vida.
En este sentido, el atún listado ocupa el tercer lugar en esta alarmante lista. De las tres latas analizadas, los niveles de mercurio oscilaron entre 0,5 y 1 mg/kg, siendo esta cantidad dentro de los límites legales pero aún así significativa si su consumo es frecuente. Este tipo de atún, de menor tamaño y menos graso, es común en conservas de bajo costo, utilizado habitualmente en ensaladas y sándwiches.
En segundo lugar, el bonito del norte (Thunnus alalunga), muy valorado en la cocina mediterránea, ha demostrado también ser alarmante. La única lata analizada de esta especie mostró que los niveles de mercurio superaron amplísimamente el límite permitido de 1 mg/kg, lo que indica que este producto puede ser altamente arriesgado para la salud al ser muy buscado por su carne blanca y sabrosa.
Finalmente, el primer lugar lo ocupa el atún blanco (Thunnus albacares), conocido como rabil o yellowfin tuna. De las diecinueve latas analizadas, tres superaron los 0,5 mg/kg y otras tres sobrepasaron el límite de 1 mg/kg, lo que convierte al atún blanco en una de las especies más críticas en términos de seguridad alimentaria. Su dieta, compuesta por peces contaminados, eleva los niveles de mercurio en su carne.
Prevención y concienciación sobre el mercurio
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) ha aclarado que el mercurio es un contaminante ambiental natural y también resultado de la actividad humana. “Una vez liberado al medio ambiente, se dispersa en aguas de mares y ríos, donde puede acumularse en organismos acuáticos, incluidos los pescados”, explica la AESAN.
Es importante tener en cuenta que la cantidad de mercurio en los peces varía dependiendo de su posición en la cadena trófica. Especies depredadoras grandes tienden a presentar las concentraciones más elevadas debido a la bioacumulación, ya que consumen presas que ya contienen mercurio.
El mercurio puede tener efectos nocivos, especialmente en el sistema nervioso central en desarrollo. Esto puede suceder tanto por la exposición directa a través del consumo de ciertos alimentos como indirectamente, al atravesar la placenta y estar presente en la leche materna. Por esta razón, mujeres embarazadas, personas que planifican estarlo y niños pequeños se consideran la población más susceptible al mercurio.
Un mensaje de confianza y recomendaciones
A pesar de la preocupación, la AESAN ha lanzado un mensaje de tranquilidad. “El mercurio es un problema conocido y evaluado, con límites y recomendaciones de consumo que se deben seguir”. En 2023 se llevaron a cabo 4.021 inspecciones en empresas de envasado de productos pesqueros en España, logrando un cumplimiento del 90,43 % con las normativas de seguridad alimentaria. Por lo tanto, es fundamental que los consumidores conozcan y respeten los límites recomendados para que el atún siga siendo un alimento seguro y beneficioso para la salud.