Actualizado el 13 de enero de 2025 por Carlos José Belmonte López
Un estudio ha demostrado que el ayuno intermitente es un método eficaz para perder peso y mejora la salud cardiovascular en personas con problemas de obesidad. Específicamente, realizar la última ingesta de comida antes de las 17:00 horas y evitar cenar por la noche se presenta como una estrategia segura para reducir la grasa subcutánea abdominal, especialmente útil después de períodos de excesos como la Navidad.
La importancia del ayuno intermitente
Este tipo de ayuno intermitente ha ganado popularidad en los últimos años, particularmente por su enfoque que reduce el número de horas de ingesta diarias y prolonga las horas de ayuno. Conocido como restricción horaria de la ingesta de alimentos, esta técnica sugiere restringir la ventana de alimentación a solo 6-8 horas, lo que implica ayunar durante un total de 16-18 horas. En comparación, muchas personas en España suelen tener una ventana de ingesta de 12-14 horas, ya que suelen desayunar entre las 7:00 y 8:00 de la mañana y cenar a las 21:00 o 22:00 de la noche.
Estadísticas alarmantes sobre el sobrepeso y la obesidad
En España, la prevalencia de sobrepeso y obesidad se ha convertido en un problema significativo, alcanzando el 70 % en hombres y el 50 % en mujeres. Esta situación se asocia a múltiples alteraciones metabólicas, como la diabetes tipo 2, y puede incrementar considerablemente el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, hipertensión y ciertos tipos de cáncer, según informes de la Universidad de Granada. Ante este panorama, es esencial buscar estrategias efectivas para combatir estos problemas relacionados con el exceso de peso.
Resultados prometedores del estudio
Los resultados de este trabajo, que forma parte de la tesis doctoral de Manuel Dote-Montero, investigador postdoctoral en el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos, indican que el ayuno intermitente, independientemente del horario de la ingesta, genera una mayor pérdida de peso. En concreto, los participantes lograron perder entre 3 y 4 kilos en comparación con el grupo que siguió un tratamiento habitual, con una ventana de ingesta de al menos 12 horas.
Los beneficios adicionales del ayuno temprano
Entre los diferentes tipos de ayuno analizados, el grupo que realizó el ayuno temprano, que comprendía una ventana de ingesta de aproximadamente 9:00 a 17:00, mostró una reducción significativa de la grasa subcutánea abdominal. Además, el estudio midió los niveles de glucosa en ayunas y durante 24 horas mediante un monitor continuo en los participantes durante 14 días, lo que permitió obtener datos concretos sobre la regulación de la glucosa.
Un enfoque a largo plazo ante las dietas tradicionales
Aunque las dietas de restricción calórica han demostrado ser efectivas para perder peso y mejorar la salud cardiovascular, a menudo resultan difíciles de mantener a largo plazo. Muchos optan por abandonar estas dietas, lo que lleva a recuperar el peso perdido e incluso ganar más. Ante esta problemática, surgen nuevas estrategias, como el ayuno intermitente, que prometen ser más sostenibles y efectivas para el control del peso a largo plazo.
Estudio multicéntrico con datos significativos
Este ensayo multicéntrico, aleatorizado y controlado, se llevó a cabo en Granada y Pamplona, involucrando a 197 personas con edades comprendidas entre 30 y 60 años. Los participantes fueron asignados a uno de los siguientes grupos: el habitual (49 participantes), ayuno temprano (49), ayuno tardío (52) y ayuno autoseleccionado (47), donde las personas podían elegir su franja horaria para comer, generalmente entre las 12 del mediodía y las 8 de la tarde.
Conclusiones sobre la regulación de la glucosa
Los hallazgos del estudio no solo fueron alentadores en términos de pérdida de peso, sino que también sugieren que el ayuno temprano puede ser especialmente beneficioso para optimizar la regulación de la glucosa en el organismo. El grupo que se adhería a esta modalidad mostró mejoras significativas en los niveles de glucosa en ayunas y la glucosa nocturna en comparación con los demás grupos. Este aspecto resalta la importancia de considerar el tiempo de ingesta como un factor clave en la prevención de diabetes y enfermedades relacionadas.
La investigación sugiere, por lo tanto, que el ayuno intermitente podría no solo ser una estrategia para la pérdida de peso, sino también una medida útil para mejorar la salud metabólica en general.