Actualizado el 30 de noviembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
El sirope de arce, conocido por su sabor dulce y sus propiedades beneficiosas, se está convirtiendo en una alternativa popular a los azúcares refinados en diversos países, incluido España. En muchas culturas, como en Canadá o Estados Unidos, su uso es casi una tradición, especialmente para acompañar tortitas y gofres. Sin embargo, su creciente reputación como un edulcorante menos procesado ha llevado a muchos a revaluar su lugar en la cocina.
Un estudio revelador
Recientemente, un estudio publicado en The Journal of Nutrition ha encontrado que sustituir solo dos cucharadas de azúcar refinado por sirope de arce puro puede reducir los factores de riesgo cardiometabólicos en humanos. Este ensayo fue conducido por un equipo de la Universidad Laval, bajo la dirección del Dr. Marette, perteneciente al Instituto del Corazón y del Pulmón de Quebec, junto a la Dra. Marie-Claude Vohl del Instituto de Nutrición y Alimentos Funcionales.
Beneficios del sirope de arce
El Dr. Marette señala que el sirope de arce no es solo un edulcorante; representa mucho más. “Contiene más de 100 compuestos naturales, incluidos polifenoles, que pueden prevenir enfermedades gracias a sus efectos antiinflamatorios”. Esta observación llevó a los investigadores a indagar sobre el impacto del sirope de arce en la salud cardiometabólica y la microbiota intestinal en comparación con el azúcar refinado. Los resultados fueron muy prometedores.
Detalles del ensayo
El estudio, respaldado por los productores de jarabe de arce de Québec y el Departamento de Agricultura, Pesca y Alimentación de Québec (MAPAQ), incluyó a 42 voluntarios de la región, con una edad comprendida entre 18 y 75 años, y un índice de masa corporal (IMC) entre 23 y 40. Cada participante reemplazó un 5% de su ingesta calórica diaria, aproximadamente dos cucharadas de azúcares refinados, con sirope de arce canadiense o un jarabe artificial de sacarosa.
Durante el ensayo, que tuvo una duración de ocho semanas por cada fase, se incluyó un período de descanso de cuatro semanas. En este diseño, los participantes intercambiaron los productos, lo que les permitió actuar como su propio punto de comparación y obtener resultados más precisos.
Análisis de los resultados
El enfoque principal del análisis fue medir la respuesta del cuerpo al azúcar a través de una prueba de tolerancia a la glucosa oral (OGTT). Además, se examinó una serie de aspectos secundarios como los niveles de colesterol, la presión arterial, la grasa corporal evaluada con escáner DEXA, y la composición de la microbiota intestinal de los participantes.
“Aunque el estudio se limitó a una población pequeña y un período corto, ahora contamos con evidencia concreta que sugiere que el jarabe de arce podría ser un edulcorante natural beneficioso para prevenir enfermedades metabólicas, explica el Dr. Marette.
Resultados esperanzadores
A partir de la investigación, los expertos han plasmado varias conclusiones sobre los beneficios de sustituir el azúcar refinado por el sirope de arce:
- Mejora en el control del azúcar en sangre: Los sujetos que consumieron sirope de arce mostraron niveles más sostenidos de azúcar tras las comidas en comparación con aquellos que utilizaron jarabe de azúcar refinado.
- Reducción de la presión arterial: El sirope de arce mostró eficacia en la disminución de la presión arterial sistólica, un factor crucial en la prevención de enfermedades cardíacas.
- Menos grasa abdominal: Los participantes que tomaron sirope de arce experimentaron una reducción en la grasa visceral, asociada a graves problemas de salud, en contraste con un aumento en el grupo que ingirió jarabe artificial.
- Mejora de la salud intestinal: Se observó que el sirope de arce promovía una mayor cantidad de bacterias beneficiosas y una disminución de aquellas relacionadas con la inflamación.
Un producto nutritivo
El sirope de arce no solo se presenta como un edulcorante, sino que también tiene propiedades nutricionales destacables. Aporta, en promedio, 260 calorías por cada 100 gramos y es rico en hidratos de carbono, junto con un perfil mineral interesante que incluye potasio, calcio, zinc y manganeso.
Se elabora a partir de la savia del arce azucarero, el arce rojo o el arce negro y se caracteriza por su sabor ligeramente ácido con notas de vainilla. Gracias a su versatilidad, el sirope de arce se puede usar en bebidas como el té o el café, así como en postres y recetas saladas.
Conclusiones finales
De acuerdo con los investigadores, el próximo paso será llevar a cabo estudios a mayor escala para examinar de qué manera sustituir azúcares refinados por jarabe de arce puede impactar en condiciones de salud específicas. Mientras tanto, el sirope de arce se está posicionando como un nutriente prometedor y una opción más saludable dentro de nuestra alimentación diaria.