Actualizado el 27 de marzo de 2025 por Carlos José Belmonte López
En los últimos años, la comunidad científica ha puesto el foco en un fenómeno que está relacionado con un creciente número de enfermedades: la inflamación del organismo. Esta condición no solo está vinculada a problemas cardíacos, sino que se asocia también con ciertos tipos de cáncer. Un factor determinante en el aumento de la inflamación es la alimentación, especialmente el consumo de alimentos ultraprocesados.
La presencia creciente de los ultraprocesados en nuestra dieta
Los productos ultraprocesados son aquellos que cuentan con tantos ingredientes industriales que los beneficios de los pocos elementos naturales que pueden contener quedan completamente opacados. Esto los convierte en un verdadero peligro para la salud. Con el paso del tiempo, estos alimentos han encontrado un lugar en nuestras casas y menús semanales, en gran parte porque permiten reducir el tiempo en la cocina y su atractivo sabor nos seduce.
Chicles: un enemigo inesperado de la salud
Un alimento ultraprocesado que muchos consumimos de manera habitual es el chicle. Este producto, tan popular que lo llevamos en nuestros bolsillos sin pensarlo, ha sido objeto de atención por parte de expertos en nutrición. La nutricionista Sandra Moñino ha compartido insights a través de su cuenta de Instagram, advirtiendo sobre el impacto negativo que puede tener el consumo continuado de gomas de mascar.
«Sí, el chicle te inflama y te digo por qué», explica Moñino, quien analiza una lista de ingredientes típico del chicle. «Aparentemente, es sin azúcar y parece uno de los más saludables», añade la experta. Sin embargo, al desglosar los componentes de estos productos, encontramos una serie de químicos como sorbitol, jarabe de maltitol, manitol, aspartamo, acesulfamo K y sucralosa, lo que definitivamente ridiculiza esa noción de inocuidad.
Los edulcorantes: entre beneficios y riesgos
Moñino continúa advirtiendo sobre los edulcorantes que se utilizan en los chicles. «Tuve contacto con un chicle que lleva siete tipos de edulcorantes. El sorbitol y el manitol son ingredientes comunes en los ultraprocesados, pero este en particular utiliza aspartamo y acesulfamo K, que han sido prohibidos en otros países debido a su alto nivel de toxicidad y potencial cancerígeno. Es importante entender que, en esencia, el chicle se comporta como un plástico con edulcorantes, y es un producto extremadamente proinflamatorio para nuestra salud», subraya.
La creencia errónea sobre la inocuidad de los productos sin calorías
En el contexto de la creciente preocupación por el alto consumo de azúcar en nuestras dietas, los edulcorantes artificiales entraron al mercado como una alternativa. Muchos productos que los incluyen, como ciertos refrescos, suelen jactarse de no tener calorías, llevándonos a pensar que son totalmente inofensivos. Sin embargo, cada vez más estudios sugieren que esta percepción está lejos de ser cierta.
Un artículo recientemente publicado menciona que hay investigaciones que han conectado el consumo de aspartamo con un riesgo mayor de problemas cardiovasculares. Este estudio revela que el aspartamo puede provocar picos de insulina en organismos de laboratorio, lo que evidencia un potencial riesgo para la salud que debe ser tomado en cuenta.
El impacto de los picos de insulina en la salud
El artículo resalta que «lo que en consecuencia aumentaría el riesgo de aterosclerosis o acumulación de placas grasas en las arterias. A largo plazo, esto implica mayores niveles de inflamación y un riesgo incrementado de infarto de corazón o accidente cerebrovascular». Se debe recordar que la insulina no solo ayuda en la absorción de glucosa, sino que también incita la lipogénesis, un proceso de almacenamiento de azúcar en forma de grasa.
La complejidad de estos temas, que involucra tanto la alimentación como los hábitos de vida, nos lleva a reflexionar sobre nuestras elecciones diarias. Antes de consumir cualquier producto, es fundamental entender la composición y los efectos a largo plazo en nuestra salud. Si aspiramos a un bienestar duradero, ser conscientes de lo que ingerimos se vuelve indispensable.
Este nuevo enfoque sobre la relación entre la inflamación y los alimentos ultraprocesados, como el chicle, junto con la advertencia sobre los edulcorantes presenta una narrativa clara sobre cómo nuestras decisiones alimenticias pueden impactar significativamente nuestra salud.