Actualizado el 3 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
La patata, un alimento de origen vegetal que en Estados Unidos se considera parte del grupo de «verduras», es en realidad un tubérculo cuya composición nutricional es muy diferente a la de las verduras. Este alimento es muy accesible y versátil en la cocina: se puede consumir al horno, en puré, hervida o frita, lo que permite un sinfín de preparaciones. Sin embargo, su consumo excesivo puede tener efectos negativos en la salud.
La controversia sobre la salud de la patata
El debate sobre si el consumo de patatas es saludable ha sido intenso. Aunque se trata de un alimento vegetal, su alto contenido en carbohidratos de alto índice glucémico hace que no siempre sea la opción más adecuada para las personas con problemas metabólicos. Sin embargo, como ocurre con muchos otros alimentos, su impacto en la salud depende en gran medida de cómo se preparen y consuman.
Beneficios nutritivos y formas de preparación
Considerando la patata desde un punto de vista nutritivo, la nutricionista Erin Palinski-Wade defiende que las patatas son un alimento saludable y rico en nutrientes. Su mala fama proviene de la forma en que se preparan: por ejemplo, las patatas fritas no tienen el mismo valor nutricional que las patatas al horno. En su forma más natural, las patatas son una buena fuente de fibra, potasio y hierro.
Además, Toby Amidor, experto en nutrición, destaca que la patata es rica en vitamina C y B6. Es importante resignificar los carbohidratos en este contexto, dado que representan una fuente fundamental de energía para el organismo, especialmente en situaciones de alta actividad física. Este experto subraya que los carbohidratos son más fáciles de digerir que las proteínas o las grasas, desempeñando un papel crucial en el funcionamiento del cerebro.
Para maximizar los beneficios de este alimento, Amidor sugiere optar por la cocción al horno, asado o utilizando freidoras de aire. Freír las patatas puede añadir grasas saturadas innecesarias, y las salsas adicionales pueden agravar esos efectos negativos.
Aspectos positivos del consumo de patatas a diario
Los amantes de las patatas pueden estar tranquilos: su consumo diario no debería ser perjudicial, de acuerdo con la evidencia científica actual. Consumir patatas podría estar asociado a una reducción de la tensión arterial, siempre que no se incluyan en la dieta versiones fritas o bañas en salsas. Esto se debe a que son ricas en potasio y fibra, nutrientes que contribuyen a mejorar la salud cardíaca y ayudar en la regulación de la presión arterial.
En términos de salud cerebral, las patatas también son un aporte de colina, un nutriente esencial para el funcionamiento del cerebro. Sin embargo, es importante mencionar que las patatas solo contribuirían con alrededor de un 10% del consumo diario recomendado de colina, por lo que no deberían ser vistas como la única fuente de este nutriente.
Cómo equilibrar su consumo con una dieta saludable
Respecto a su elevado índice glucémico, las patatas son capaces de provocar picos en los niveles de azúcar en sangre. Esto, no obstante, no significa que siempre sea el caso. Al combinar las patatas con alimentos ricos en grasas insaturadas, como el aguacate o el aceite de oliva, se pueden mitigar estos picos, como señala Palinski-Wade.
Un estudio reciente destacó que los adultos con diabetes tipo 2 que consumieron una cena mixta, que incluía patatas sin piel junto a otros alimentos, mostraron una respuesta glucémica nocturna más baja en comparación con aquellos que optaron por arroz basmati, que tiene un bajo índice glucémico. Estos hallazgos sugieren que las patatas pueden ser un sustituto adecuado de otros carbohidratos como los cereales integrales.
Patatas y control del peso
Finalmente, si tu propósito es perder peso, incluir patatas en tu dieta diaria no tiene por qué ser un obstáculo. Una patata promedio contiene alrededor de 170 kcal, lo que se puede integrar sin dificultad en una alimentación equilibrada, como señala Palinski-Wade.
Ella también enfatiza que al incorporar un alimento de alto volumen y bajo contenido calórico como la patata, se puede aumentar la sensación de saciedad y mejorar el control de porciones, lo que potenciaría una reducción en la ingesta calórica total, facilitando así la pérdida de peso o ayudando a mantenerlo.