Sustituir la sal por sazonadores con potasio reduce el riesgo de ictus según expertos

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Actualizado el 25 de febrero de 2025 por Carlos José Belmonte López

Los sustitutos de la sal bajos en sodio pueden ser una opción interesante para prevenir la hipertensión y las consecuencias que derivan de esta enfermedad, como el accidente cerebrovascular o ictus. Sin embargo, no siempre han tenido una buena reputación. De hecho, algunos médicos los desaconsejaban por la posibilidad de que estos productos tuvieran un efecto contraproducente. Se consideraba que, al igual que ocurre con el tabaco bajo en nicotina, que puede incitar a fumar más para obtener el mismo efecto, los sazonadores bajos en sodio (hiposódicos) pueden llevar a un uso excesivo debido a que no ofrecen suficiente sabor.

Sustitutos de la sal ricos en potasio y riesgo de ictus

Un grupo de expertos internacionales hizo un llamamiento el año pasado en la revista médica Hypertension para que se incluya en las guías de manejo de la hipertensión el uso de sustitutos de la sal que reemplazan parte del cloruro de sodio por cloruro de potasio. Los especialistas indicaron que, mientras que otras técnicas para reducir el consumo de sal pueden hacer que los alimentos tengan un sabor menos salado, el cambio hacia la sal enriquecida con potasio es indetectable para la mayoría de las personas.

Más recientemente, un estudio publicado en Jama Cardiology ha corroborado los beneficios de esta estrategia para reducir la hipertensión. Este análisis se llevó a cabo con más de 15.000 pacientes que habían sufrido un ictus, y se observó que el uso de un producto bajo en sodio con potasio llevó a una disminución del 14% en el riesgo de sufrir un nuevo accidente cerebrovascular, además de disminuir la mortalidad en un 12%.

La importancia del potasio en la dieta

Añadir un simple ingrediente, el potasio, puede marcar la diferencia en la salud cardiovascular. Este mineral desempeña un papel fundamental al ayudar a contrarrestar los efectos negativos del sodio. Se ha demostrado que las personas que consumen poco potasio, especialmente si su dieta es rica en sal, tienen un mayor riesgo de sufrir presión arterial alta. Disminuir la cantidad de sodio y aumentar la ingesta de potasio son dos recomendaciones clave para fomentar la salud vascular y reducir el riesgo de complicaciones.

Consumir alimentos ricos en potasio y limitar el uso de sal es la principal vía para alcanzar este objetivo. No obstante, también existe una opción complementaria respaldada por una creciente cantidad de evidencia científica: el uso de sustitutos de la sal que sean bajos en sodio (o incluso 0%) y que estén enriquecidos con potasio.

Luis Rodríguez Padial, presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), ha señalado que la principal novedad del estudio mencionado es que subraya que reemplazar el cloruro de sodio por una sal que no solo contiene menos sodio, sino que además incluye potasio, disminuye la tensión arterial y, sobre todo, reduce los eventos clínicos, algo que no estaba tan claro anteriormente.

Según Rodríguez Padial, este nuevo análisis abre una puerta a que, “similar a cómo la sal yodada ha disminuido los problemas de tiroides en países como España”, el uso de sustitutos de la sal hiposódicos con potasio pueda convertirse en una herramienta efectiva para reducir la hipertensión y la mortalidad asociada con enfermedades cardiovasculares. Además, subraya que el ictus “es la principal causa de muerte en las mujeres”, lo que refuerza la necesidad de adoptar medidas eficaces y accesibles para la salud pública.

Estrategias para reducir el consumo de sal

La Organización Mundial de la Salud recomienda que la población general no supere los 5 gramos de sal al día (aproximadamente 2 gramos de sodio). Para las personas hipertensas, la cifra debe ser incluso menor, con un límite de 3-4 gramos diarios. Para ayudar a alcanzar este objetivo, aquí hay varias estrategias eficaces:

  • Sustituir la sal de mesa por sazonadores bajos en sodio y enriquecidos en potasio.
  • Reducir el consumo de alimentos procesados altos en sal. Es esencial leer las etiquetas de los productos; se considera que un alimento es alto en sal si contiene 1.25 g o más por cada 100 g, y bajo en sal si tiene 0.25 g o menos por cada 100 g.
  • Utilizar especias como pimienta, orégano, cilantro, tomillo, perejil, comino y curry para realzar el sabor de los alimentos de manera más saludable.
  • El zumo de limón y otros cítricos, como la lima o la naranja, son aderezos muy efectivos para dar un toque fresco a los platos.
  • El ajo y la cebolla en polvo son también alternativas sabrosas que se pueden preparar de forma casera y complementar el sabor sin necesidad de añadir sal.

En conclusión, es fundamental prestar atención a la ingesta de sal y potasio en nuestra dieta. Adoptar medidas que favorezcan el uso de sustitutos de la sal bajos en sodio y enriquecidos con potasio puede ser un cambio significativo para mejorar la salud cardiovascular y reducir el riesgo de hipertensión. La información y la educación sobre estas alternativas son claves para fomentar hábitos saludables en la población.