Actualizado el 25 de febrero de 2025 por Carlos José Belmonte López
El bocata es una de las composiciones gastronómicas más tradicionales y populares en España. A cualquier hora del día, incluso como merienda, es una de las opciones que nos puede sacar de un apuro, pero también una en la que podemos incluir algunos de nuestros mejores platos como el jamón serrano o la tortilla de patatas.
Carnes procesadas y salud
Sin embargo, y a pesar de que estos dos sean una delicia, la realidad es que siempre optamos por los menos saludables, como las carnes procesadas, o embutidos. Sin duda, estos derivados de la carne son algunos de los alimentos que se elaboran en España que más nos gustan, pero por desgracia la Organización Mundial de la Salud (OMS) los ha colocado en el punto de mira. En el año 2015, este organismo declaró que las carnes procesadas contaban con evidencia suficiente de causar cáncer en humanos.
Alternativas saludables en los bocadillos
Por este motivo, cada vez más personas optan por otro tipo de contenido en sus bocadillos. Incorporan vegetales, como la lechuga o el tomate, pero también proteínas de origen animal, como la pechuga de pavo o el pollo. De esta forma, podemos conseguir lo mejor de los dos mundos: el sabor de un bocata tradicional y los beneficios de otro cualquier plato. Aquí dejamos una de nuestras opciones favoritas.
Ingredientes
1 pan rústico o de centeno
1 pechuga de pollo en filetes finos
1 cucharada de pesto (casero o comprado)
2 lonchas de queso mozzarella o queso feta desmenuzado
Un puñado de espinacas frescas
1 cucharadita de aceite de oliva
Sal y pimienta al gusto
Paso 1
Cocina el pollo en una sartén con aceite de oliva, sal y pimienta (3-4 minutos por lado hasta que esté dorado y bien cocido).
Paso 2
Corta el pan y úntale pesto en ambas mitades.
Paso 3
Coloca el queso sobre una de las mitades del pan y agrega el pollo caliente para que se derrita un poco.
Paso 4
Añade las espinacas frescas para un toque crujiente y fresco.
Paso 5
Si tienes tiempo, puedes tostar el pan en la sartén con un poco de mantequilla para que quede más crujiente.
Beneficios del bocadillo de pollo al pesto con queso y espinacas
Este bocadillo de pollo al pesto con queso y espinacas ofrece una gran variedad de beneficios nutricionales que lo convierten en una opción saludable y equilibrada. En primer lugar, el pollo es una excelente fuente de proteínas magras, fundamentales para el mantenimiento y desarrollo de la masa muscular, además de ser un alimento saciante que ayuda a controlar el hambre por más tiempo.
Al cocinarlo a la plancha con un poco de aceite de oliva, se consigue un plato bajo en grasas saturadas y con un perfil saludable de ácidos grasos. El pesto, elaborado tradicionalmente con albahaca, ajo, piñones, queso parmesano y aceite de oliva, aporta un sabor intenso y aromático sin necesidad de añadir salsas ultraprocesadas.
Imagen de archivo de un bocadillo con pollo y pesto.
Componentes nutricionales del bocadillo
Además, la albahaca es rica en antioxidantes y compuestos antiinflamatorios, mientras que los piñones y el aceite de oliva proporcionan grasas saludables beneficiosas para el corazón. Por su parte, el queso, en especial si se elige mozzarella o feta, ofrece una buena fuente de calcio y proteínas, esenciales para la salud ósea y muscular.
El pan rústico o de centeno es una mejor alternativa a los panes refinados, ya que suele tener un mayor contenido en fibra, lo que contribuye a una mejor digestión y un índice glucémico más bajo, evitando picos de azúcar. Finalmente, la espinaca fresca, que se incorpora cruda en este bocadillo, aporta vitaminas y minerales clave como el hierro, el magnesio y la vitamina K, fundamentales para la salud cardiovascular, la función muscular y la coagulación.