Actualizado el 26 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
El mieloma múltiple es una neoplasia sanguínea que ocupa el segundo lugar en frecuencia, tras los linfomas. Según la experta Esther González, jefa del servicio de Hematología del Hospital Universitario de Cabueñes en Gijón, «se trata de una enfermedad oncológica en la que las células plasmáticas del cuerpo se multiplican sin control. Estas células, normalmente presentes en nuestra médula ósea, son clave para la producción de anticuerpos que nos ayudan a combatir infecciones». Este crecimiento descontrolado genera un impacto significativo en la salud del paciente.
Impacto del Mieloma Múltiple y la Importancia de la Nutrición
La característica más distintiva del mieloma múltiple es su tendencia a recaer. La mayoría de los pacientes requerirán tratamientos sucesivos, lo que hace que la optimización de la situación clínica desde el diagnóstico sea fundamental. En este sentido, la nutrición desempeña un papel crucial al disminuir el riesgo de complicaciones y mejorar la calidad de vida. La doctora Nuria Valdés, jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del mismo hospital, subraya que «con las nuevas alternativas terapéuticas que existen actualmente, es posible esperar supervivencias más largas».
Ensayo Clínico Pionero
Recientes avances han mostrado el potencial de la nutrición en el manejo del mieloma múltiple, tal como se evidenció en la última reunión anual de la Sociedad Americana de Hematología. Investigadores del Memorial Sloan Kettering Cancer Center lideraron el primer ensayo clínico que sugiere que una intervención dietética rica en fibra de origen vegetal puede retrasar la progresión hacia el mieloma múltiple. En este estudio, se inscribieron 20 participantes con un trastorno sanguíneo precanceroso y un índice de masa corporal (IMC) elevado, quienes fueron sometidos a 12 semanas de consumo de comidas vegetales ricas en fibra y 24 semanas de entrenamiento. Curiosamente, dos participantes que experimentaban progresión de la enfermedad antes del estudio mostraron una mejora significativa en la progresión de su condición. Además, un año después de la inscripción, ningún participante había avanzado a mieloma múltiple.
El doctor Urvi Shah, autor principal del estudio, comenta que «este hallazgo destaca el poder de la nutrición, específicamente de una dieta rica en vegetales, y nos ayuda a entender cómo puede inducir mejoras en el microbioma y el metabolismo, fortaleciendo así el sistema inmunológico». Además, destaca que los resultados apoyan la capacidad de los médicos para instruir a los pacientes sobre la reducción de su riesgo de desarrollar cáncer a través de cambios dietéticos.
El Papel de una Dieta Adecuada
Estudios recientes han revelado un mayor riesgo de mieloma múltiple asociado a una dieta de mala calidad y baja en alimentos vegetales. Se ha observado que las personas con trastornos precoces y un índice de masa corporal elevado tienen el doble de probabilidades de desarrollar mieloma en comparación con aquellas con un IMC normal. Esta evidencia ha llevado a los investigadores a explorar estrategias para intervenir antes de que estas condiciones se conviertan en cáncer.
Mejora en la Calidad de Vida
Durante el ensayo clínico, a los participantes se les alentó a consumir lo que quisieran, siempre que se tratara de alimentos integrales de origen vegetal, como frutas, verduras, nueces, semillas, cereales integrales y legumbres. Estos cambios en la dieta resultaron en mejoras notables en la calidad de vida, resistencia a la insulina, salud del microbioma intestinal e inflamación.
«Dada la heterogeneidad clínica de la enfermedad, la asistencia nutricional debe ser individualizada», enfatiza Valdés, quien recomienda que, aunque no exista una dieta especial, es importante llevar una alimentación balanceada. Esto implica aumentar la ingesta de alimentos como frutas y verduras, así como productos ricos en fibra, como pan y cereales integrales. También aconseja reducir el consumo de alimentos con alto contenido de grasas saturadas y azúcares de absorción rápida, apuntando hacia un patrón de dieta mediterránea.
El mieloma múltiple provoca síntomas como náuseas y vómitos, por lo que las recomendaciones generales son «comer poco y a menudo, masticar bien los alimentos y evitar acostarse inmediatamente después de comer». Es fundamental priorizar alimentos de alto valor nutricional, que aportan gran cantidad de energía en poco volumen, como los frutos secos, así como proteínas de alto valor biológico (huevo, lácteos, carnes y pescados), que deben ser siempre bien cocinados, como sugiere María Riestra, miembro del Comité Gestor del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
Con estas recomendaciones y la evidencia emergente sobre los beneficios de una alimentación adecuada, los pacientes con mieloma múltiple pueden encontrar herramientas útiles para mejorar su calidad de vida y enfrentar la enfermedad con mayor fortaleza.