Actualizado el 23 de octubre de 2022 por Carlos José Belmonte López
La respiración es uno de los mecanismos más interesantes y complejos del cuerpo humano. Gracias a esta se obtiene el valioso oxígeno, el cual se puede transportar a través de la sangre y llegar a todo el cuerpo. Sin embargo, muchas personas pueden presentar ciertas dificultades asociadas a la disnea.
¿Qué es la disnea? ¿Cuáles son las causas de este padecimiento? ¿Qué tratamientos se debe seguir ante esta condición? Enseguida las respuestas.
¿Qué es la disnea?
Se conoce como disnea la dificultad para poder respirar, sobre todo para inhalar aire. Quien lo sufre siente la falta de este importante elemento. Aunque hay ciertas circunstancias que pudieran afectar la respiración, solo se considera disnea grave cuando el problema se debe a alguna afección física, por lo general ubicada en el corazón o los pulmones.
A pesar de los muchos estudios realizados por diferentes instituciones médicas, no se ha podido determinar el grado de disnea que sufre una persona u otra. Esto tiene que ver con la subjetividad de la afección. En otras palabras, solo la persona que la padece puede saber que tan aguda es su disnea.
De igual manera, la frecuencia así como la duración puede variar considerablemente. Esta es la razón principal por la que la disnea se ha llegado a confundir con otros padecimientos, como la taquipnea, donde la respiración se acelera.
Existen al menos 4 tipos de disnea:
- De esfuerzo. Aparece luego de realizar alguna actividad física exigente.
- De decúbito. Tiene relación con esta postura del cuerpo. Al adoptar una posición erguida se consigue respirar nuevamente.
- Nocturna. Ocurre mientras la persona duerme.
- De reposo. Es de las más severas pues aparece en cualquier momento.
Causas de la disnea
Son varias las causas que pudieran llevar a padecer de disnea. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos menciona algunas de estas. Son las siguientes.
Afección pulmonar
Puede ocurrir que se presenten coágulos de sangre dentro de los pulmones. También puede haber flema en grandes cantidades o hinchazón. Sufrir bronquitis o neumonía es una de las causas más comunes de disnea.
Algunas de las causas son temporales, como por ejemplo cuando los pulmones se inflaman. O cuando las vías respiratorias sufren alguna obstrucción. El padecimiento de disnea durará hasta que las vías sean liberadas.
Afecciones del corazón
En el caso del corazón, las causas que pueden provocar disnea suele ser más graves. Entre estas, la reconocida revista Mayo Clinic señala las siguientes.
- Ataque. Un ataque cardíaco presenta varios síntomas, entre ellos disnea de gran intensidad.
- Taquicardia. En caso de ser muy severa, puede afectar la respiración de manera considerable.
- Problemas cardíacos congénitos. Para quienes sufren de afecciones del corazón desde su nacimiento, es muy común que experimenten episodios de la enfermedad con mucha frecuencia.
Otras causas
La presencia de disnea puede ser causada por otros factores. Por ejemplo, una persona que sufra de alergia a algún componente, puede padecer dificultad para respirar, si sufre alguna reacción alérgica, al verse expuesta a este. El asma es otro causante de la disnea, siendo tal vez el más sencillo de controlar.
También, los expertos en salud han descubierto una relación entre estar expuesto a situaciones estresantes y sufrir esta enfermedad. Esto ocurre particularmente cuando el grado de estrés o ansiedad alcanza niveles muy altos.
Cuando el estado de la sangre se ve alterado, lo cual ocurre por lo general cuando hay alguna enfermedad, el oxígeno no puede ser transportado por el cuerpo. Este se ve obligado a exigir más de la cantidad normalmente requerida, creando la sensación de falta de aire. En este caso, debe acudirse de inmediato a un centro de salud.
¿Cómo se diagnostica la disnea?
Como puede ser causada por diferentes razones, es necesario que el médico realice una evaluación completa del paciente. La mejor manera de asegurarse de si la persona padece esta enfermedad es analizando los síntomas que presenta.
Para esto se le realizan una serie de preguntas a la persona afectada. Estas permiten saber cuánto tiempo lleva presentando dificultad para respirar, así como los síntomas que acompañan este padecimiento. Es vital conocer si durante la disnea se hacen ruidos, como silbidos o resoplidos.
Además, serán requeridos exámenes médicos, entre estos una evaluación de cada uno de los órganos del cuerpo, dando prioridad a los pulmones y el corazón. La Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU. menciona la lista completa de estos exámenes. Entre ellos destacan los siguientes:
- Saturación de oxígeno
- Prueba de esfuerzo
- ECG
- Evaluación completa de los pulmones.
Tratamientos para la disnea
En el caso de algunas personas, dependiendo de la causa de la disnea, se puede controlar su aparición. Para ello, se menciona los tratamientos que se pueden seguir. Cada uno de estos debe estar avalado por un representante médico.
Tratamiento para el origen del problema
Se trata de procedimientos de gran acción invasiva en el cuerpo. Estos incluyen quimioterapia, radioterapia, transfusiones y uso de antibióticos de efecto considerable. La intención de este tratamiento es cambiar el proceso que lleva a la aparición de disnea.
Tratamiento natural
El síntoma principal de la disnea es la sensación y dificultad real para respirar. Por tal motivo, los diferentes expertos médicos señalan como principal mecanismo de acción ayudar a la persona a obtener aire. Estas son algunas de las medidas a tomar en cuenta.
- Área despejada. Colocar a la persona en un lugar donde pueda estar en contacto directo con una gran cantidad de aire. Se puede usar un objeto para aumentar la cantidad de este.
- Imaginación. Algunos expertos en salud animan al paciente a imaginar un bostezo durante episodios de esta enfermedad. Puede parecer extraño, pero funciona.
Tratamiento con fármacos
Algunos fármacos permiten despejar las vías respiratorias, así como ayudar a mejorar la condición de todo el aparato respiratorio. Entre estas se encuentran la morfina, las fenotiacinas, los corticoides, entre otros. Siempre deben ser recetados por un médico, luego de una evaluación clínica.
La disnea y sus efectos se pueden controlar. Buscar la ayuda profesional a tiempo es esencial para lograrlo.