Diverticulitis: qué es, síntomas, causas, prevención

Actualizado el 23 de octubre de 2022 por Carlos José Belmonte López

Los divertículos intestinales son pequeñas bolsas que se producen por un aumento en la presión interna del colon, provocando que sus capas internas se prolapsan a través de los puntos de la pared más débiles y con menor resistencia. 

Si la dieta de una persona no incluye mucha fibra, existirá mayor presión en el interior del colon, lo que hará más frecuente la aparición de los divertículos.

Ahora bien, ¿es realmente grave la diverticulitis? Un análisis de sus causas, síntomas y tratamiento será suficiente para responder esta pregunta.

¿Qué es la diverticulitis?

Los divertículos que se forman en el revestimiento del sistema digestivo, por lo general, en la parte inferior del intestino grueso, son comunes particularmente luego de los 40 años.

La diverticulitis o enfermedad diverticular es la inflamación de divertículos del colon debido a un aumento de la presión intraluminal. Cuando se produce un incremento de la presión intraluminal, se genera una pulsión de la mucosa a través de las capas musculares del colon en sus puntos débiles, que corresponden a los puntos donde penetran los paquetes vasculonerviosos.

“Los divertículos son unas herniaciones de la capa mucosa a través de la capa muscular hacia el exterior formando pequeños sacos. Suelen aparecer en zonas más débiles de la pared, generalmente donde penetran los vasos sanguíneos. Miden entre 5 y 10 mm, aunque pueden alcanzar los 20 mm”, dice el doctor Antonio M. Moreno García, especialista de la Sociedad Española del Aparato Digestivo

Aunque los divertículos suelen aparecer en el colon, también pueden desarrollarse en el esófago, duodeno, yeyuno e íleon, con sus características propias. 

Causas que originan la diverticulitis

La ciencia médica ha entendido que además de la dieta, existen múltiples causas, algunas desconocidas, que dan origen a los mecanismos que llevan a la aparición y al desarrollo de la diverticulitis. 

Sus causas se atribuyen a la implicación de factores dietéticos, a la motilidad intestinal, a la flora intestinal y a las alteraciones en el tejido conjuntivo, como ocurre en algunas enfermedades genéticas, como el Síndrome de Ehlers Danlos.

Aunque no hay un perfil definido de pacientes que desarrollan diverticulitis, el riesgo de aparición es más alto en personas con sobrepeso, obesidad y sedentarismo. 

En los hombres es más frecuente esta patología a partir de los 50 años y a partir de los 70 años en las mujeres. 

Por otra parte, las personas que fuman cigarrillos son más propensas a experimentar diverticulitis.

La dieta alta en grasa animal y baja en fibra, así como el consumo de medicamentos como los esteroides, los opiáceos y los antiinflamatorios no esteroides, como el ibuprofeno y el naproxeno sódico, están asociados con un mayor riesgo de diverticulitis. 

Síntomas de la diverticulitis

Hasta el 80% de las personas que presentan divertículos no tienen síntomas ni problemas clínicos. La diverticulitis se produce cuando se desgarran los divertículos, lo que provoca inflamación, e infección en ocasiones.

La diverticulitis usualmente causa dolor intenso y repentino en la parte inferior izquierda del abdomen, aunque también puede ser leve y empeorar con el transcurso de los días. Esta enfermedad también puede causar:

  • Estreñimiento 
  • Diarrea
  • Fiebre 
  • Escalofríos
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Sensibilidad abdominal

Tratamiento para la diverticulitis

El tratamiento de la diverticulitis debe ir encaminado a aliviar los síntomas y prevenir la aparición de complicaciones. Consiste en la administración de antibióticos orales o por vía intravenosa, restricciones de alimentos y ablandadores fecales, como los siguientes:

  • Fármacos antiespasmódicos. Estos actúan de forma selectiva sobre la musculatura del colon y son eficaces para mejorar los dolores al inhibir las contracciones del sigma. 
  • Analgésicos tipo pentazocina. En caso de que no surtan efecto los antiespasmódicos, el uso de estos analgésicos está indicado para calmar el dolor y reducir la presión dentro del colon.
  • Antibióticos. Se requiere antibióticos por vía oral con cobertura frente a las bacterias aerobias y anaerobias. Lo más común es la prescripción de metronidazol y la quinolona levofloxacino por 7 a 10 días. La clindamicina puede sustituir al metronidazol y la quinolona puede ser sustituida por vancomicina, cefalosporinas o amoxicilina/clavulánico.
  • Reposo intestinal. Esto contribuye a la curación del intestino. El paciente debe tomar durante varios días líquidos sin alcohol y, gradualmente introducir una dieta blanda con contenido bajo en fibra. 

El seguimiento es fundamental, por eso debe realizarse una colonoscopia de 4 a 6 semanas después de la desaparición de la diverticulitis aguda, para evaluar su intensidad y descartar la presencia de un cáncer de colon. 

¿Se puede prevenir la diverticulitis?

Algunas medidas preventivas para evitar la diverticulitis son:

  • Hacer ejercicio con regularidad. La práctica diaria del ejercicio, por al menos 30 minutos, favorece el funcionamiento normal del intestino y reduce la presión dentro del colon. 
  • Comer más fibra. Los alimentos con alto contenido de fibras, como las frutas, verduras frescas y los granos integrales, ablandan los desechos y ayudan a acelerar el movimiento a través del colon. 
  • Ingerir mucho líquido. La fibra actúa absorbiendo el agua y de esta forma aumenta la cantidad de materia fecal suave y abultada en el colon. Pero si no se toma demasiado líquido para reemplazar lo que se absorbe, la fibra puede producir estreñimiento.
  • Evitar el cigarrillo. Fumar es uno de los factores de riesgo.

¿Qué evitar si ya se tienen divertículos en el colon?

Si se ha determinado la presencia de divertículos en el colon, es preciso tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Evitar consumir en exceso antiinflamatorios no esteroideos. Estos fármacos aumentan el riesgo de diverticulitis aguda, perforación y sangrado diverticular.
  • Reducir el uso de fármacos antiagregantes. Estos medicamentos, como el ácido acetilsalicílico y los anticoagulantes, aumentan el riesgo de sangrado diverticular.
  • Minimizar consumo de opiáceos. Se han asociado a un mayor riesgo de perforación diverticular, debido a que ralentizan el tránsito intestinal.
  • Evitar la obesidad. Un aumento de la grasa a nivel del ligamento del colon se asocia con una microinflamación de las paredes del colon, lo que puede originar diverticulitis.

La prevención de la diverticulitis se puede conseguir con una dieta balanceada y al evitar hábitos malsanos como el consumo de tabaco y el exceso en la ingesta de bebidas alcohólicas. 

Definitivamente, es mejor invertir tiempo en mejorar los estilos de vida, que en luchar para corregir los efectos que estos pueden producir a la salud.

Amparo Miralles Lobato
Amparo Miralles Lobatohttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11rcn5dql6
Licenciada en medicina por Stanford Medicine, Máster en University of Cambridge. Doctorada en The University of Warwick. Comprometida con la Salud Humana. ISNI: 0000000503892961

Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios y la información contenida en PharmaSalud esté redactada por profesionales en medicina, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.

Artículos similares
Publicidadspot_img
Otros Artículos Populares