Actualizado el 23 de octubre de 2022 por Carlos José Belmonte López
Las enfermedades degenerativas no solo afectan de manera significativa la esperanza de vida en una persona, sino que también influyen negativamente en su calidad de vida. Entre las más comunes encontramos Parkinson, los diferentes tipos de cáncer y la esclerosis múltiple (EM).
En este artículo nos centraremos en la última. ¿Qué es la esclerosis múltiple? ¿Cómo afecta la vida de quien la padece? ¿Se pueden aliviar los síntomas?
Esclerosis múltiple, ¿Qué es?
La esclerosis múltiple se define como una enfermedad que afecta directamente al sistema nervioso. Influye en la capacidad del cerebro y la médula espinal. Por tratarse de una enfermedad degenerativa, puede llevar a perder por completo la capacidad de las neuronas motoras, evitando que el cerebro envíe señales al resto del cuerpo.
Es autoinmunitaria, lo cual quiere decir que no es causada por factores externos. El sistema de defensas del cuerpo, por error, ataca la mielina. Esto a su vez afecta los nervios, especialmente los que participan en la comunicación entre el cerebro y la médula espinal.
Síntomas de la Esclerosis múltiple
La esclerosis múltiple puede afectar de manera diferente a cada persona. Esto se debe a que, en algunos casos, solo se ataca a una parte de la mielina, mientras que en otros es eliminada por completo. Sin embargo, quienes padecen esta enfermedad, tienden a presentar los siguientes síntomas.
- Debilidad. Por lo general, no ocurre en ambos lados del cuerpo a la vez. La sensación de fatiga o entumecimiento afecta las extremidades.
- Choque eléctrico. Es común que esto ocurra, sobre todo en la zona del cuello al hacer movimientos.
- Falta de coordinación. Actividades comunes como caminar, hacer ademanes o sostener algo con las manos resulta muy difícil y, a veces, imposible.
- Efecto negativo en la vista. Algunos experimentan ceguera temporal, en otros la imagen se duplica o se torna muy borrosa.
- Síntomas poco comunes. Problemas para coordinar al hablar, malestar general en el cuerpo y dificultad para evacuar orina o heces.
Como confirman los estudios, los síntomas pueden variar. Es por ese motivo que, al presentar varios de estos síntomas juntos, se debe acudir al médico de confianza para que realice los exámenes pertinentes.
Causas de la Esclerosis múltiple
La Asociación Española de Esclerosis Múltiple (AEDEM), reconocida por el Ministerio de Interior, se encarga de recopilar información confiable para quienes tienen esta enfermedad. Esta organización, señala que el origen de este padecimiento cumple con todas las características de una dolencia autoinmune.
Ahora bien, hay dos factores a considerar al momento de evaluar la razón por la cual una persona llega a padecer de EM. Se trata de los genes y los virus.
Gracias a las investigaciones médicas en este tema, se ha logrado determinar que algunas personas son más propensas que otras a padecer esta enfermedad, debido a su formación genética.
En el caso de algunos, el padecimiento comienza desde muy temprana edad, mientras que otros podrían no presentar ningún síntoma durante muchos años. Solo la aparición de otro virus o afección termina por dar inicio a los efectos de la EM.
¿Cómo se diagnostica la Esclerosis múltiple?
Ante la presencia de varios síntomas relacionados con la EM, el doctor debe realizar una evaluación completa del paciente. Esto permite que se determine si tiene o no esclerosis múltiple. Por el momento, no hay un examen médico específico para asegurar la presencia de esta enfermedad.
Por eso se usa el diagnóstico diferencial. Durante el proceso, se va eliminando de la lista cada una de las enfermedades con síntomas iguales a la esclerosis múltiple. Para lograrlo se usan los siguientes métodos.
- Prueba de sangre. Esto permite saber si hay presencia de alguna enfermedad que esté causando los síntomas.
- Punción. Un examen más avanzado es tomar un poco del líquido cefalorraquídeo. Así se puede detectar la presencia de anticuerpos relacionados con la EM.
- Resonancia magnética. Dado que esta enfermedad afecta al cerebro, es posible ver a través de los resultados si existen dichas lesiones.
Todos estos exámenes resultan de ayuda para estar seguros de que la enfermedad que se padece es esclerosis múltiple. Especialmente en aquellas personas que presentan la enfermedad, pero con síntomas esporádicos, se deben realizar estas pruebas en su totalidad.
Tipos y tratamiento para Esclerosis múltiple
Para aplicar el mejor tratamiento es necesario que el neurólogo determine el tipo de esclerosis múltiple. Esto guarda relación directa con los síntomas y la frecuencia de ellos. Podemos ubicarlos en 4 categorías.
- EMRR. Es recurrente-remitente. Los síntomas aparecen y luego retroceden.
- EMSP. Es una enfermedad en fase progresiva. Por lo general termina en la incapacidad física del paciente.
- EMPP. Es otra forma de padecimiento progresivo, pero afecta solo a las personas de edad avanzada.
- EMPR. Es progresiva y recurrente. Los síntomas, además de agravarse cada vez, son muy frecuentes.
Tras confirmar cuál es el tipo de esclerosis, se puede empezar el tratamiento de la enfermedad. El tratamiento se puede dividir en 2 grupos.
Ante los ataques
Para el momento en el que los síntomas son más fuertes, los doctores recomiendan fármacos como corticosteroides. Estos permiten reducir la hinchazón en las células nerviosas, disminuyendo el dolor y malestar general. En otros casos, es posible recibir albúmina para aumentar la protección de los nervios.
Para detener el progreso
Como esta enfermedad es degenerativa, es necesario que se siga un tratamiento para detener el avance de la misma. Para esto, los médicos especialistas suelen recetar medicamentos con interferones o acetato de glatiramer. Estos ayudan a frenar los efectos destructivos en la mielina.
La mayoría de los medicamentos solo permiten retrasar los efectos dañinos de la enfermedad. Pero, Isabel Sánchez Magro, directora del departamento médico de Merk, empresa dedicada a la investigación y producción de nuevos fármacos, dice que ahora se conoce mucho más sobre la esclerosis múltiple y por ende, es más fácil determinar el mejor tratamiento para cada paciente.
Es muy posible que dentro de poco tiempo se pueda detectar más fácil la aparición de la esclerosis múltiple. Y que incluso se pueda detener y revertir sus efectos.