Actualizado el 23 de octubre de 2022 por Carlos José Belmonte López
El infarto de miocardio es una realidad en todo el mundo. De hecho, según indican las estadísticas 1.9 millones de personas mueren cada año debido a enfermedades cardiovasculares. Pues bien, la muerte de las células cardíacas es provocada por la isquemia miocárdica o isquemia cardíaca.
¿Cómo se da esta patología? ¿Cuáles son los síntomas de la isquemia? Y, por supuesto, ¿Cómo se cura la isquemia? En este artículo daremos respuesta a estas preguntas.
¿Qué es la isquemia?
La isquemia es una enfermedad en la que se corta el flujo de sangre al corazón, lo que impide que el músculo cardíaco reciba suficiente oxígeno. Esta obstrucción se da debido a un bloqueo en las arterias del corazón, el cual puede ser parcial o total.
Esta patología puede desencadenar varias enfermedades coronarias, así como ritmos cardíacos anormales graves que pueden conducir al paciente a presentar un ataque cardíaco.
Claro, las consecuencias de esta afección dependen del tejido o el órgano afectado por la isquemia. En este respecto, cabe destacar que cada tejido tolera en distintos niveles la falta de oxígeno.
Es de suma importancia tomar en serio esta afección, debido a que el deterioro celular puede ser suficientemente intenso como para causar la muerte celular del tejido al que pertenece (necrosis).
¿Qué tipos de isquemia hay?
Aunque la isquemia está relacionada con problemas en el corazón, podemos señalar distintos tipos de isquemia, según los órganos o tejidos.
- Cerebral. Se trata de un ataque cerebral isquémico en el que un coágulo sanguíneo bloquea el paso de sangre al cerebro. Esta obstrucción puede ser transitoria o permanente, causando daños graves.
- Miocárdica. En esta afección el paciente puede sentir ahogo o dolor en el pecho, lo que puede llevar a un infarto de miocardio, debido a una obstrucción en las arterias que impide el paso de oxígeno y nutrientes al corazón.
- Intestinal. Está relacionado a las arterias mesentéricas y se le asocia con abdomen agudo. En casos graves pueden desencadenar infarto de intestino delgado.
- Renal. Se da debido a complicaciones en intervenciones quirúrgicas como hemorragia posparto, sepsis por gram-negativos, etc. Es una minoración del flujo sanguíneo renal.
- De miembros o extremidades. La más común es la isquemia miembros inferiores (pierna), conocida como enfermedad arterial periférica. También puede afectar las extremidades superiores. Se da debido a la falta de oxígeno en los miembros. Puede afectar la movilidad de los mismos.
Síntomas de isquemia
Algunos pacientes presentan síntomas muy específicos y evidentes. Claro, de acuerdo al órgano o tejido relacionado, los síntomas pueden diferir. Sin embargo, podemos destacar algunos de los síntomas generales que se presentan ante el desarrollo de isquemia.
- Dolor en la mandíbula o la zona del cuello
- Angina (dolor en el pecho)
- Dolor en el brazo u hombro (puede asociarse con un riesgo de infarto).
- Taquicardia, arritmia. Puede dar lugar a muerte súbita.
- Dificultad para respirar con normalidad
- Dolor torácico intenso o que no desaparece
- Cansancio, sudoración
- Temblores
- Dolor en las extremidades.
La isquemia puede presentarse sin síntoma alguno, a ese tipo de afección se le llama isquemia silenciosa y puede ser peligrosa. Generalmente es diagnosticada en un examen médico casual. De allí, la importancia de hacerse revisiones regulares a fin de diagnosticar a tiempo ciertas patologías asintomáticas.
¿Se puede prevenir la isquemia?
Se da debido a un bloqueo en las arterias, el cual impide el flujo sanguíneo. Este bloqueo se da por la acumulación de grasa (ateroma). Lo que lleva al desarrollo de la aterosclerosis o isquemia en cualquiera de sus tipos.
No hay una causa específica relacionada. Por lo tanto, no se puede prevenir al 100%. A pesar de ello, según las estadísticas médicas si existen factores de riesgo. Por lo tanto, llevar una vida saludable disminuye las posibilidades de desarrollar isquemia.
Factores de riesgo isquemia
Algunos pacientes pueden ser más propensos a desarrollar esta enfermedad. A continuación, indicamos los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar isquemia.
- Diabetes. Los pacientes con diabetes tipo 1 y 2 son más propensos a desarrollar isquemia cerebral y miocárdica.
- Tener la presión arterial alta. Esta afección aumenta y agrava un episodio isquémico.
- Colesterol alto. Los pacientes con este padecimiento llevan una dieta alta en grasa, lo que desencadena aterosclerosis.
- Fumar. El cigarrillo o tabaco causa daño en las paredes internas de las arterias. Aumenta el riesgo de coágulos sanguíneos.
- Tener obesidad. Un peso elevado está relacionado a una dieta rica en grasa saturada, lo que puede llevar a elevar el colesterol, desarrollar diabetes, etc.
- Sedentarismo. El ejercicio físico contribuye a gozar de un peso saludable y reducir la presión arterial. En cambio, el sedentarismo contribuye a la obesidad.
Desde luego, hay ciertas circunstancias que pueden afectar a pacientes que parecen estar sanos como por ejemplo, un excesivo esfuerzo físico, bajas temperaturas, consumir cocaína, padecer de estrés emocional extremo, etc. Esto significa que, aunque algunos pacientes pueden ser más vulnerables, lo cierto es que hay circunstancias que pueden incidir en el desarrollo de isquemia.
Tratamientos para la isquemia
Así como el corazón se encarga de bombear la sangre a todo el cuerpo, este órgano también necesita su propio suministro de sangre. En tal sentido, mediante las arterias coronarias se logra aportar un riego sanguíneo eficaz.
No obstante, cuando este sistema natural falla el médico debe implementar tratamientos para mejorar el flujo sanguíneo al músculo cardíaco, implementándose incluso soluciones invasivas como cirugías.
Según la patología especifica, el especialista puede recomendar fármacos trombolíticos, una dieta sana, (baja en grasa), hacer ejercicios con regularidad, controlar el nivel de glucosa en sangre (pacientes diabéticos), e implementación de tratamientos quirúrgicos como angioplastia o un by-pass aorto coronario.