Actualizado el 25 de enero de 2023 por Carlos José Belmonte López
Los linfocitos, una clase de glóbulos blancos producidos en la médula ósea, tienen la importante misión de proteger al organismo combatiendo virus y bacterias en el sistema sanguíneo.
En condiciones normales, el hemograma de una persona sana suele indicar valores que oscilen entre los 1.500 y 4.000 leucocitos por milímetro cúbico de sangre. Ahora bien, cuando el recuento es superior a estos valores, es un indicio de que el organismo requiere más leucocitos en sangre por una infección u otra enfermedad.
Es vital saber interpretar lo que significa la elevación del recuento de linfocitos en la sangre, así como conocer sus causas y el tratamiento para esto. Este artículo se dedicará a analizar estos asuntos.
¿Qué es la linfocitosis?
Los linfocitos son unas de las principales células del sistema inmunitario, cuya función es evitar infecciones y proteger al organismo de agentes extraños. Representan entre el 25% y el 30% de los glóbulos blancos.
El recuento elevado de linfocitos, conocido como linfocitosis, no es una enfermedad, sino más bien un síntoma que alerta de que el organismo está siendo atacado por un virus u otras enfermedades.
Clasificación de la linfocitosis
La linfocitosis puede ser monoclonal o policlonal, lo cual se determina cuando al paciente se le realiza un hemograma en una analítica de sangre. A continuación se explican su significado:
- Linfocitosis monoclonal. Por lo general, refleja una enfermedad proliferativa donde el número de linfocitos aumenta debido a un defecto intrínseco de la población de linfocitos. Algunas afecciones asociadas son los tumores linfoides y la leucemia linfocítica crónica.
- Linfocitosis policlonal. Es producida, normalmente, como consecuencia de un proceso inflamatorio o infeccioso. Entre las enfermedades que causan linfocitosis policlonal con más frecuencia están: la tosferina, la hepatitis, la mononucleosis infecciosa y el SIDA.
¿Por qué aumentan los linfocitos?
En las fases activas de una infección se elevan los linfocitos, pues ellos luchan contra virus y bacterias. Esto puede apreciarse en el porcentaje de los linfocitos del total de glóbulos blancos, cuando está por encima del 40%, aunque lo más recomendable es analizar los valores absolutos de linfocitos.
Las causas más comunes de linfocitosis son:
- Infecciones por virus. La presencia de ganglios inflamados y fatiga orienta hacia una mononucleosis o una infección por citomegalovirus, en personas menores de 40 años. En niños pequeños puede deberse a paperas, sarampión, varicela u otras infecciones virales infantiles.
- Infecciones por bacterias. Como sucede con la tosferina, brucelosis y la sífilis.
- Leucemia. Si existe anemia, trombocitopenia o neutropenia, sobre todo en personas mayores de 55 años, puede indicar un proceso maligno como una leucemia linfocítica.
- Síndrome de Carl Smith. Esta rara enfermedad llamada también linfocitosis aguda infecciosa, puede cursar con valores muy elevados de linfocitos.
- Hábitos. La práctica de ejercicios intensos, el estrés y el consumo de tabaco, puede producir un aumento de los linfocitos en la sangre.
- Uso de medicamentos. El empleo de algunos medicamentos tales como: Antiasmáticos, antibióticos, antiepilépticos, antifúngicos, antipsicóticos y antituberculosos, puede elevar los niveles de los linfocitos.
Síntomas de linfocitosis
Un recuento alto de linfocitos suele descubrirse cuando el médico indica hacer un análisis de sangre para diagnosticar una enfermedad.
La linfocitosis es un signo de determinadas enfermedades, que se puede acompañar de algunas manifestaciones clínicas, las más frecuentes son estas:
- Cansancio exagerado
- Debilidad y mareos
- Fiebre alta o moderada
- Pérdida de peso
- Sangrados anormales
¿Cuáles son los factores de riesgo para tener los linfocitos altos?
Una publicación de Cleveland Clinic sugiere que la linfocitosis se da especialmente en personas que han padecido las siguientes condiciones de salud:
- Infección viral reciente.
- Enfermedad médica grave.
- Operación de extirpación del bazo.
- Reacción a un nuevo medicamento.
- Ciertos tipos de cáncer, como leucemia o linfoma.
- Afección médica que causa inflamación, como la artritis.
Diagnóstico de la linfocitosis
Una vez que el hemograma denote una posible leucocitosis, hay que distinguir su causa, si se debe a infección vírica o a un proceso maligno. Con este fin es importante realizar un frotis de sangre periférica para ver morfologías y tamaños de los glóbulos blancos.
Con esto se consigue observar linfocitos causados por enfermedades como el citomegalovirus, la mononucleosis, toxoplasmosis, brucelosis, tuberculosis, hepatitis víricas o paludismo, por mencionar algunas afecciones, las cuales hay que diferenciar con la realización de otras pruebas serológicas.
Se puede complementar con una completa exploración buscando sintomatología de linfadenomegalias, esplenomegalia y hepatomegalia. Las pruebas de imagen, como las radiografías y las ecografías, son útiles para detectar patologías infecciosas o tumorales.
Tratamiento para los linfocitos altos
En el hemograma se observará esta alteración si los valores de linfocitos superan el 40% del total de glóbulos blancos, sin embargo, los profesionales de la salud serán siempre quienes evaluarán cada caso y realizarán el diagnóstico pertinente, indicando el tratamiento más adecuado.
Cuando los linfocitos altos son provocados por un proceso viral, tienden a normalizarse cuando este termina, lo que puede durar de 7 a 10 días.
Puesto que el aumento de los linfocitos en la sangre suele deberse a algún tipo de infección viral o bacteriana, la mejor medida para disminuirlos es solventando la infección que los está produciendo.
Una vez establecida la causa de la linfocitosis, lo habitual es que el médico administre fármacos antivirales, antibióticos o antiinflamatorios. En tanto que, en presencia de enfermedades oncológicas, es probable que se recomiende acudir a quimioterapia, radioterapia o un trasplante de médula.
¿Qué otras medidas ayudan a disminuir los valores de linfocitos en sangre?
Para poder bajar los linfocitos altos hay que realizar algunos cambios en la vida diaria, tales como:
- Tener una dieta equilibrada y nutritiva donde abunden los vegetales y las proteínas saludables, minerales y vitamina C, y al mismo tiempo reducir los alimentos procesados o los que son demasiado grasos.
- Procurar una buena hidratación.
- Reducir el alcohol y eliminar el tabaco.
- Llevar una vida más relajada y tranquila.
- Realizar actividad física de forma regular.
¿Qué nivel de linfocitos es preocupante?
Un nivel de linfocitos bajo (menos de 1.000 por milímetro cúbico de sangre) es preocupante, ya que puede indicar una infección viral o incluso una enfermedad autoinmune. Un nivel de linfocitos alto (más de 4.000 por milímetro cúbico de sangre) también puede ser motivo de preocupación, ya que puede ser una señal de una infección o de una enfermedad autoinmune.
¿Qué pasa si tengo 45 de linfocitos?
Los linfocitos son células inmunes que ayudan a combatir infecciones y enfermedades. Un nivel de linfocitos por debajo de la zona normal, en este caso 45, puede indicar una afección inmune subyacente o una enfermedad autoinmune. Si tienes 45 linfocitos, es importante que consultes a un médico para que te hagan una evaluación completa.
Conclusión
Los linfocitos forman parte del sorprendente sistema inmunitario y se elevan para atender a infecciones u otras enfermedades, lo cual se evidencia en un hemograma, y debe ser una señal de alerta para buscar atención médica.
