Actualizado el 24 de febrero de 2023 por Carlos José Belmonte López
Los pulmones son uno de los órganos vitales para el organismo. Es por eso que es tan importante que siempre estén en buena condición. Claro, por mucho esfuerzo que se haga, es imposible evitar todas las afecciones.
Algunas de estas pueden ser muy leves, mientras que otras pudieran afectarles seriamente. Una de ellas es la neumonía.
En este artículo de blog contamos con la colaboración de Rosa Manzanero Navarro, co-fundadora de Farmacia Angulo, quien nos ha brindado su experiencia y conocimientos en el campo de la salud. En esta ocasión, hablaremos sobre una enfermedad respiratoria muy común: la neumonía.
Descubre qué es, sus síntomas, causas y tratamiento para que puedas prevenirla y tratarla adecuadamente. Acompáñanos en esta información útil y completa sobre la neumonía.
¿Qué es la neumonía?
La neumonía es una infección que se aloja en los pulmones. Puede aparecer en uno o en ambos al mismo tiempo. Los pulmones deben estar completamente libres de elementos extraños, como líquido, flema o pus. Pero son justo esas cosas las que la neumonía produce dentro de los pulmones.
La neumonía es una infección respiratoria que afecta los pulmones. Puede causar síntomas leves o graves, dependiendo de la salud y la edad de la persona y de la causa de la enfermedad. Los síntomas más comunes incluyen tos, fiebre, dificultad para respirar, dolor en el pecho y fatiga. Los casos graves pueden requerir hospitalización.
En la mayoría de las personas, este padecimiento es fácil de sobrellevar, mientras que en otras no tanto. La diferencia radica en diversos factores, como la condición de salud de la persona, su edad e incluso la causa de la neumonía.
Esta enfermedad se puede dividir en dos categorías, las cuales dependen del lugar donde se contagió la persona con la bacteria, hongo o virus.
De la comunidad
La neumonía de la comunidad se trata de la forma más común de este padecimiento. Con este término se designa a la infección que no ocurrió en un centro médico. Por lo general aparece en las personas luego de haber presentado un cuadro gripal.
De hospital
Aunque ambas clases de neumonía pueden ser graves, la de hospital requiere de atención inmediata. La razón es que, debido al lugar de contagio, es más probable que la infección sea más difícil de controlar.
Además de que es casi seguro que la persona haya visitado la institución de salud por estar enfermo, por lo que ya tenía las defensas bajas, y eso empeora la situación.
¿Cuáles son los síntomas de la neumonía?
La neumonía, sea cual sea su origen, se puede detectar por los síntomas que produce. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos señala los principales.
- Tos. Es uno de los síntomas más frecuentes. Esta viene acompañada de flema, por el contenido de los pulmones.
- Cuadro febril. Además de la alta temperatura, también se presentan escalofríos.
- Respiración afectada. Además de que la respiración se dificulta, también se puede sentir dolor al aspirar. Con frecuencia este malestar ocurre en la zona del pecho y la cabeza.
- Malestar estomacal. Luego de comer, se pueden presentar vómitos o sensación de mareo.
- Debilidad. Como también entre los síntomas puede haber diarrea, el cuerpo pierde nutrientes importantes y eso termina por debilitar aún más a la persona.
Algunas personas han presentado tos con sangre, sin que eso signifique que su condición es más grave que la de otras. La fuerza al toser pudiera causar pequeñas heridas en los pulmones y causar el sangrado.
Causas de la neumonía
Existen dos tipos principales de neumonía: la neumonía de la comunidad y la neumonía nosocomial (adquirida en el hospital). La neumonía de la comunidad es la forma más común y puede ser causada por virus, bacterias u hongos. Por lo general, se produce después de una infección viral, como la gripe, y es más común en personas mayores de 65 años y en aquellos con sistemas inmunológicos debilitados. La neumonía nosocomial, por otro lado, se adquiere en el hospital y puede ser causada por bacterias resistentes a los antibióticos.
Las causas de neumonía están asociadas a elementos nocivos para el cuerpo, sea que el contagio haya sido dentro o fuera de un centro médico. El germen ingresa al pulmón haciendo uso de las vías respiratorias, luego se aloja en el tejido pulmonar y en poco tiempo infecta este órgano.
Hay varios organismos que pueden llevar a padecer esta afección. Por ejemplo, en el caso de la neumonía de comunidad, suele ocurrir por la presencia de virus u hongos en los alimentos, bebidas e incluso en los desechos. Al aspirar el olor, también se pudieran introducir estos microorganismos e infectar los pulmones.
En el caso de la neumonía de hospital, la causa principal es por la exposición a alguna bacteria dentro del lugar.
Por ejemplo, puede ocurrir cuando se usan equipos médicos, como los respiradores, sin las adecuadas normas de higiene. Las bacterias presentes en los lugares de atención médica suelen ser más resistentes, por lo que los síntomas pueden ser muy graves.
Otras de las causas, aunque menos comunes, pueden ser la presencia de bacterias o virus en el torrente sanguíneo. Dado que la sangre debe circular por los pulmones, estos microorganismos se podrían alojar allí.
Si la bacteria está dentro del cuerpo, también podría alcanzar los pulmones al expulsar aire.
Prevención y tratamiento de la neumonía
Las causas de la neumonía son variadas. Los virus y bacterias que la causan pueden propagarse por el aire cuando alguien tose o estornuda. También se pueden transmitir a través de objetos contaminados o alimentos. En algunos casos, los gérmenes pueden ingresar al pulmón a través de la corriente sanguínea o de otros órganos del cuerpo. La neumonía también puede ser causada por la inhalación de productos químicos o gases tóxicos. Las personas con un mayor riesgo de contraer neumonía incluyen fumadores, personas con enfermedades crónicas y personas con sistemas inmunológicos debilitados.
Aunque es casi imposible evitar por completo sufrir de neumonía, o de cualquier otra enfermedad, sí se pueden tomar medidas para cuidar al máximo la salud. La Universidad Clínica de Navarra menciona las siguientes.
- Vacunación. Es necesario estar al día con la vacunación correspondiente. Si ya ha pasado cierto tiempo, y el médico lo ve conveniente, se podría colocar la vacuna una vez más.
- Limpieza. La neumonía inicia con la presencia de microorganismos. Estos pueden estar en cualquier lugar. Pero, con una buena higiene se logra minimizar su presencia.
- Vicios. Los pulmones se pueden deteriorar con hábitos como el fumar. Evitar hacerlo al máximo es vital.
- Defensas. La neumonía se aprovecha de las defensas débiles, por lo que se deben tomar las medidas para fortalecer el sistema inmunológico.
En algunos casos, los síntomas de la neumonía no requieren acudir al médico. Pero esto solo ocurre en unos pocos casos. Al presentar algunos síntomas de este padecimiento, lo mejor es hacerlo. Aún más urgente resulta tomar esta medida si uno de los síntomas es la dificultad para respirar.
El médico podrá evaluar la condición de salud del paciente y determinar el tratamiento a seguir. Es importante que sea un especialista de la salud quien lo haga, porque los medicamentos a usar varían según el tipo de neumonía.
- Antibióticos. Son usados cuando la causa de la neumonía es una bacteria o un hongo.
- Antivirales. Como su nombre lo indica, es el tratamiento a seguir cuando la causa de la enfermedad es un virus.
- Antimicóticos. Pueden ser recetados en algunas ocasiones, sobre todo al ser un hongo el causante de la infección.
Gracias a los avances de la ciencia en la medicina, se pueden controlar por completo los síntomas de la neumonía.