Rabdomiólisis: Causas, síntomas, tratamientos ¿Qué es?

Actualizado el 23 de octubre de 2022 por Carlos José Belmonte López

La obsesión por tener una mejor imagen corporal y el ideal muy difundido por los medios de un cuerpo atlético, ha llevado a que en los últimos años, millones de personas hayan desarrollado una fiebre por practicar innumerables ejercicios, muchas veces de forma desproporcionada y sin supervisión profesional. 

Una de las consecuencias de esta tendencia, ha sido el aumento de casos de la rabdomiólisis inducida por ejercicio, una patología relacionada con el ejercicio y el esfuerzo extremo, que puede tener graves consecuencias.

Para los amantes del deporte y para todos en general, será muy interesante conocer en qué consiste la rabdomiólisis, sus causas, síntomas, tratamiento y prevención. De esta manera, se reafirmará la importancia de practicar deportes de forma segura.

¿Qué es la rabdomiólisis?

La rabdomiólisis es una enfermedad que se caracteriza por daño celular del músculo esquelético y conduce a la liberación del contenido celular al torrente sanguíneo.

Cuando un músculo sufre roturas de gran envergadura, libera a la sangre algunos de los compuestos que están en su interior, como potasio, magnesio, fosfato y un compuesto muy rico en hierro denominado mioglobina.

En el supuesto de que haya una gran liberación de mioglobina en la sangre y que los riñones no puedan filtrar oportunamente, es probable que esto desencadene un fallo renal, que puede tener trágicas consecuencias.

¿Qué origina la rabdomiólisis?

El esfuerzo extremo en el entrenamiento deportivo es, por lo general, la principal causa de la rabdomiólisis. De ahí la importancia de practicar ejercicios  siempre de la mano de profesionales que nos orienten.

Hay que tener presente, que un esfuerzo extremo no significa lo mismo para todos. Por ejemplo, correr una maratón es una actividad con un gran volumen de esfuerzo, que no será bien recibida por una persona no esté bien entrenada. Igualmente, si alguien lleva un estilo de vida sedentario y se somete a una sesión de ejercicios de niveles demasiado altos, lo más seguro es que sufra roturas musculares importantes.

La rabdomiólisis puede producirse por traumatismos musculares, pero también debido a lesiones por aplastamiento o por quemaduras.

Por otra parte, las personas sedadas e inmóviles después de tomar sustancias como ansiolíticos, antipsicóticos o alcohol pueden permanecer en la misma posición durante horas, y esto puede dar lugar a la compresión y daño a ciertos músculos y vasos sanguíneos que los irrigan.

Otras causas que pueden dar origen a esta patología son las siguientes:

  • Consumo de drogas como cocaína, anfetaminas, estatinas y heroína. 
  • Enfermedades musculares genéticas.
  • Isquemia o muerte del tejido muscular.
  • Niveles bajos de fosfato.
  • Convulsiones o temblores musculares.
  • Procedimientos quirúrgicos prolongados.
  • Deshidratación grave.

Síntomas de la rabdomiólisis

Los músculos afectados con mayor frecuencia por la rabdomiólisis son los de la pantorrilla y la espalda baja. 

En presencia de esta enfermedad, los músculos suelen estar sensibles y aumentar su volumen, también puede haber cambios en la piel que sugieren necrosis por presión. El dolor de las pantorrillas puede simular trombosis venosa, mientras que el de la espalda puede asemejarse al cólico renal.

Otros de los síntomas que caracterizan esta enfermedad son:

  • Rigidez y dolor muscular 
  • Calambres 
  • Hinchazón 
  • Dolor en las articulaciones 
  • Náuseas y vómitos 
  • Convulsiones
  • Fiebre
  • Orina de color oscuro
  • Taquicardia

Diagnóstico de la rabdomiólisis

La rabdomiólisis se diagnostica en función de la historia clínica, los signos clínicos y los síntomas. La confirmación se efectúa mediante estudios de laboratorio donde, generalmente se detecta si el paciente presenta un nivel de creatinina fosfocinasa cinco veces mayor al límite superior normal.

Otras pruebas de laboratorio que se realizan incluyen la presencia de mioglobina en la orina. Por eso, cuando esta excede los 250 mcg/ml, podría ser una indicación de rabdomiólisis. 

Pueden considerarse además otras pruebas diagnósticas, tales como: función renal, función hepática y biopsia muscular.

¿Cómo se trata la rabdomiólisis?

Si se presentan síntomas de rabdomiólisis, lo más importante es acudir a un centro médico, para ser sometido a los análisis pertinentes. En caso de confirmarse el diagnóstico, se trata al paciente eliminando lo más rápido posible la mioglobina de su torrente sanguíneo.

Para esto se realiza una rehidratación agresiva aportando gran cantidad de líquidos con electrolitos de forma intravenosa, además se administra al paciente medicamentos diuréticos que ayuden a la evacuación.

Si se amerita, puede administrarse también soporte vital para ayudar a los riñones a realizar su función. En todo caso, lo prioritario es detectar lo más pronto posible este síndrome y aplicar el tratamiento temprano.

Por supuesto, estas medidas pueden ser eficaces en pacientes con una forma leve de la enfermedad. Sin embargo, en pacientes con acidosis metabólica severa y disfunción renal relacionada con mioglobinuria, se puede requerir la realización de diálisis.

Prevención de la rabdomiólisis

Sin duda la mejor medida preventiva que puede adoptarse es procurarse la guía de profesionales para la elección del programa de entrenamiento físico. Esto impedirá la exposición a entrenamientos extremos que excedan nuestra capacidad o para los que no estamos preparados.

Otras cosas que se pueden aplicar para prevenir la rabdomiólisis son:

  • Practicar ejercicios en las primeras horas de la mañana o al anochecer, evitando siempre los horarios donde hay altas temperaturas.
  • Mantenerse bien hidratado antes, durante y después de la práctica deportiva.
  • Un programa de entrenamiento físico debe ser progresivo. Paulatinamente, el cuerpo se adaptará a las nuevas exigencias que requiera el ejercicio que se practica. 
  • Hay que estar atentos a los avisos del cuerpo, por eso, si se experimenta algún tipo de dolor, lo mejor es parar la rutina de ejercicio y atender las molestias.
  • Debe evitarse la exigencia física mientras se realizan dietas sin harinas o si se encuentra bajo los efectos de bebidas alcohólicas.
  • Si después de la práctica del ejercicio se observa que la orina es oscura, lo mejor es hidratarse y consultar al médico de inmediato.

La práctica moderada de ejercicios y la supervisión de profesionales evitará que la grata experiencia de hacer deportes se transforme en la pesadilla de sufrir rabdomiólisis.

Amparo Miralles Lobato
Amparo Miralles Lobatohttps://www.google.com/search?kgmid=/g/11rcn5dql6
Licenciada en medicina por Stanford Medicine, Máster en University of Cambridge. Doctorada en The University of Warwick. Comprometida con la Salud Humana. ISNI: 0000000503892961

Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios y la información contenida en PharmaSalud esté redactada por profesionales en medicina, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.

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