Actualizado el 23 de octubre de 2022 por Carlos José Belmonte López
Cada vez son más los pacientes que sufren de diabetes meilitus tipo II, la cual es un tipo de diabetes en la que el organismo (hígado y el tejido muscular) no absorben el exceso de glucosa que se produce, debido a una anormal resistencia a la insulina. Para estos casos suele administrarse metformina.
Si eres paciente con problemas de diabetes o tienes parientes con este padecimiento, entonces sigue leyendo este artículo si quieres enterarte acerca de qué es la metformina, cómo darle un adecuado uso, cuál es la dosificación correcta y los posibles efectos secundarios que esta conlleva, entre otras cosas.

¿Qué es la Metformina?
- Fórmula: C4H11N5
- Masa molar: 129,164 g/mol
- Vida media: 6,2 horas
- Biodisponibilidad: 50 a 60 % en ayunas
- Estado legal: POM (UK) ℞-only (EUA)
- Excreción: Excreción renal activa
- Peso mol.: 129,164 g/mol; 165,63 g/mol (clorhidrato)
La metformina es un medicamento perteneciente a un grupo llamado biguanidas. Este fármaco es un antihiperglucemiante que se emplea en primera línea para el tratamiento de la diabetes tipo II. En efecto, es el fármaco mayormente prescrito para tratar la diabetes.
Su nombre científico es Clorhidrato de metformina o Metformina hidrocloruro, siendo la metformina su componente activo. Este medicamento también es conocido como Glucophage.
La metformina sigue ayudando a contrarrestar los efectos que la diabetes mellitus conlleva. Sin embargo, existen diversos aspectos acerca de este fármaco que debes conocer para su debido uso.
¿En qué patologías o condiciones debe administrarse Metformina?
La metformina se emplea para tratar la diabetes tipo II, siendo administrada como único fármaco o acompañada de otros medicamentos antidiabéticos como la insulina.
Al ser un antihiperglucemiante, se encarga de promover la sensibilidad a la insulina en el organismo. De esta forma puede regular los niveles de glucosa en sangre.
En afecciones como la diabetes tipo I, en la que el paciente no produce insulina, es inútil aplicar este medicamento, debido a que este no es un hipoglucemiante, es decir, su función no es bajar directamente la glucosa en sangre, sino ayudar al organismo a responder favorablemente a la insulina. Por tanto, este tipo de pacientes deben ser tratados con insulina.
Aunque la insulina puede ser combinada con metformina (la cual, por sí misma, no provoca la disminución de glucosa en sangre) para tratar la diabetes tipo II, hay que tener en cuenta que, de hacer esto, puede existir un riesgo mayor de causar hipoglucemias.
¿Cuál es la Dosificación debida de la Metformina?
Un aspecto importante es saber determinar una correcta dosificación de la metformina.
Según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, la posología y forma de administración debe ser del siguiente modo y en las siguientes circunstancias:
- En pacientes con funciones renales normales, monoterapia y combinación con otros antidiabéticos orales. La dosis inicial habitual es de 500 mg de metformina, cada 8 o 12 horas al día, u 850 mg cada 24 horas, pudiendo administrarse durante o después de las comidas. Esto ayudaría a evitar riesgos de efectos adversos.
En un lapso de dos semanas o menos, la posología se adaptará en función de los niveles de glucosa en sangre. Es recomendable un incremento moderado de la dosis para evitar la intolerancia gastrointestinal. La máxima dosis que se recomienda de metformina es de 3.000 mg al día, cada 8 horas al día.
- En condiciones terapéuticas, la dosis debida irá desde 850 mg a 3.000 mg al día. Aun así, esta cantidad ya es bastante elevada, por lo tanto, se acerca a un mayor riesgo de causar acidosis láctica.
- En combinación con insulina, la dosis de metformina que debe ser administrada será la dosis inicial habitual, mientras que la administración de insulina se adaptará a los niveles de azúcar en sangre.
- En situaciones de insuficiencia renal, en pacientes de edad avanzada. En estos casos, la posología debe ajustarse en función del grado de insuficiencia renal del paciente. Para tales efectos, debe haber una continua evaluación de las funciones renales. Es necesaria la evaluación de la TFG (Prueba de tasa de filtración glomerular) antes de tratar a un paciente usando metformina. En tales casos su administración deber ser como sigue:
- Con una TFG de 60-89 ml/min, la dosis diaria máxima total debe ser de 3.000 mg diarios, en 2 o 3 tomas.
- Con una TFG de 45-59 ml/min, la dosis diaria máxima total debe ser de 2.000 mg diarios, en 2 o 3 tomas.
- Con una TFG de 30-44 ml/min, la dosis diaria máxima total debe ser de 1.000 mg diarios, en 2 o 3 tomas.
- En pacientes menores de edad. Es posible administrar metformina en niños con edades comprendidas entre los 10 y los 12 años. La dosis requerida también será la dosis inicial habitual de 500 u 850 mg una vez por día, tomada durante o después de las comidas. Como dosis máxima, se recomiendan 2.000 mg al día, divididas en 2 o 3 tomas.
A pesar de que se ha presentado varias propuesta de dosificación a partir de una condición dada, siempre recomendamos el debido control médico para garantizar que la dosificación sea la correcta y no poner en riesgo la salud del paciente.
¿Qué usos deben dársele a la Metformina?
Aunque su principal prescripción va dirigida al tratamiento de la diabetes tipo II, se ha descubierto que posee otros beneficios en cuanto a las funciones metabólicas, cardiovasculares, neurológicas y demás. Hasta se afirma que tiene efectos antienvejecimiento.
Sin embargo, antes de dar algún uso alterno del mismo modo que a otros medicamentos, debes acudir al médico para una apropiada prescripción según la afección que desees tratar.
¿Qué Contraindicaciones existen con respecto al consumo de Metformina?
Se pueden englobar las que se menciona debajo:
- Padecer alergias al hidrocloruro de metformina o a cualquiera de sus excipientes.
- Tener insuficiencia renal con valores de TFG inferiores a 30 ml/min (insuficiencia renal grave).
- Padecer cualquier tipo de acidosis metabólicas agudas, como la acidosis láctica.
- Haber sufrido de un coma diabético.
- Sufrir de insuficiencia hepática, problemas crónicos de abuso de alcohol.
Para cualquier información adicional al respecto, es fundamental que acuda a su médico asistencial, quien le aportará mayores aclaratorias.
Efectos secundarios de la Metformina
La metformina puede causar algunos efectos secundarios como todo fármaco. En relación con esto podemos mencionar los siguientes:
- Los de tipo gastrointestinal, como náuseas, vómitos y diarreas.
- Falla en la producción de Folato y Vitamina B12 (Consecuente anemia).
- Tendencia a la anorexia (falta de apetito).
- Hepatotoxicidad.
- Acidosis láctica.
Conclusión
Son muchos los aspectos que pueden desglosarse del empleo de la metformina, pero en cada situación lo recomendable es no dejar de acudir al médico para una apropiada evaluación.
La batalla contra la diabetes aún no ha acabado, sin embargo, con el debido tratamiento se puede lograr sobrellevar los síntomas que esta causa.