Actualizado el 18 de diciembre de 2024 por Carlos José Belmonte López
El omeprazol es un medicamento que pertenece a la familia de los inhibidores de la bomba de protones (IBP). Su uso está indicado para tratar síntomas relacionados con diversas afecciones gástricas, como el ardor, la inflamación y el dolor. Se prescribe comúnmente para enfermedades específicas, como el reflujo gastroesofágico (ERGE), así como para la curación de úlceras gástricas o duodenales, que a menudo están asociadas con la bacteria Helicobacter pylori. También se utiliza para prevenir sangrados o úlceras digestivas en pacientes que toman ciertos medicamentos y para controlar el exceso de ácido en el estómago, un síntoma de la enfermedad rara conocida como Zollinger-Ellison, según se indica en información proporcionada por la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP).
Mitos sobre el uso del omeprazol
En torno al omeprazol y otros IBP, como el esomeprazol y el pantoprazol, ha surgido una creencia errónea entre la población: se cree que estos medicamentos son “protectores de estómago” que pueden evitar el daño gástrico tras situaciones que se consideran dañinas, tales como comidas copiosas o el consumo excesivo de alcohol. Cristina Casado, coordinadora del Comité de Pacientes y Ciudadanía de la SEFAP, aclara que esta percepción es incorrecta.
Ana Blázquez, también miembro del Comité de Pacientes de la SEFAP, complementa esta afirmación al señalar que, aunque los IBP reducen la producción de ácido gástrico, «en ningún caso generan ninguna capa protectora en el estómago». Este malentendido ha llevado a muchas personas a recurrir a estos medicamentos durante las fiestas navideñas, pensando erróneamente que podrían protegerse de los excesos.
Cómo funcionan realmente los IBP
En términos de su funcionamiento, los IBP, incluido el omeprazol, tienen un efecto que comienza a actuar de 4 a 6 horas después de su ingesta. Para lograr su máxima efectividad, necesitan ser tomados a diario durante un periodo de 2 a 4 días, lo que significa que no están diseñados para aliviar molestias pasajeras inmediatas, como indigestiones temporales o acidez provocadas por una comida abundante.
En el caso del abuso de alcohol, Blázquez aclara que «este actúa irritando la mucosa gástrica, y el uso de omeprazol no previene esa irritación». Por lo tanto, consumir omeprazol sin una necesidad médica puede alterar la producción natural de ácido, lo que podría llevar a una digestión inadecuada.
Efectos adversos del omeprazol
El uso inadecuado de omeprazol no solo representa un malentendido de su función, sino que también puede poner a los pacientes en riesgo de efectos adversos. Según Ana Blázquez, el hecho de no obtener beneficios de estos medicamentos mientras se exponen a sus efectos secundarios resulta en un «balance negativo para la salud».
Los efectos adversos pueden clasificarse en dos categorías: a corto y a largo plazo. A corto plazo, el omeprazol puede causar:
Dolor de cabeza
Dolor abdominal
Estreñimiento
Diarrea
Gases
Vómitos
A largo plazo, el uso prolongado de omeprazol puede tener consecuencias más serias, como:
Aumento del riesgo de infecciones digestivas
Reducción en la capacidad de absorción de nutrientes
Déficits en el calcio, magnesio y vitamina B12, que pueden derivar en un mayor riesgo de fracturas óseas, alteraciones musculares, problemas cardíacos y pérdida de memoria en personas mayores.
Alternativas saludables
Ante el mal uso del omeprazol como protector gástrico, surge la pregunta: ¿qué alternativas existen para prevenir molestias estomacales? Blázquez propone varias medidas que pueden ser más efectivas y no requieren fármacos. Entre estas medidas se encuentran:
Comer con moderación
Evitar alimentos ricos en grasas, fritos, picantes o muy azucarados
Comer despacio y masticar bien
Limitar el consumo de alcohol, que irrita el estómago y puede provocar reflujo
En caso de que, a pesar de seguir estas recomendaciones, se presenten molestias, se puede optar por antiácidos ocasionales como sales de frutas, bicarbonato o medicamentos con almagato. Sin embargo, Casado aclara que es fundamental consultar a un profesional sanitario antes de iniciar cualquier tratamiento, especialmente si el paciente está tomando otros medicamentos, para evitar posibles interacciones.
La educación y la comprensión adecuada sobre el uso de medicamentos como el omeprazol son esenciales para mantener una buena salud gastrointestinal. Fomentar hábitos saludables y consultar a expertos puede prevenir problemas y contribuir a un mejor bienestar general.