Actualizado el 21 de febrero de 2025 por Carlos José Belmonte López
La semaglutida, conocida comercialmente como Ozempic y Wegovy, se ha utilizado principalmente para el tratamiento de la diabetes y la obesidad. Sin embargo, un reciente estudio sugiere que puede haber otras aplicaciones para este medicamento, incluyendo su potencial en el tratamiento del abuso de alcohol, un problema que afecta a muchas personas en diferentes contextos.
¿Una nueva opción frente al abuso de alcohol?
La investigación, publicada en la revista JAMA Psychiatry, demuestra que la semaglutida podría convertirse en una herramienta valiosa en el tratamiento del trastorno por consumo de alcohol. De hecho, los resultados indican que la administración semanal de semaglutida reduce la urgencia de beber alcohol (lo que se denomina «craving»), así como la cantidad consumida y la frecuencia de ingesta.
Hasta ahora, el tratamiento del abuso de alcohol ha sido complicado y existen pocas opciones farmacológicas disponibles. Sin embargo, este estudio podría abrir la puerta a nuevas estrategias. ¿Podría la semaglutida ofrecer una solución viable para quienes luchan contra la dependencia del alcohol? Este hallazgo resulta particularmente atractivo, dada la creciente popularidad de los análogos de GLP-1, incluyendo tirzepatida, conocido como Mounjaro.
Resultados del estudio
En este estudio, participaron 48 adultos diagnosticados con trastorno por consumo de alcohol. A estos individuos se les permitió consumir libremente sus bebidas alcohólicas favoritas una semana antes de recibir su primera inyección de semaglutida. Después, fueron divididos en dos grupos: uno recibió una inyección semanal de Ozempic en dosis bajas, mientras que el otro grupo recibió un placebo.
Los resultados fueron sorprendentes. Los que recibieron la semaglutida mostraron una reducción tanto de la necesidad urgente de beber como del consumo efectivo de alcohol. Los investigadores notaron que casi el 40% de este grupo afirmó que no había bebido mucho en el último mes de tratamiento, en comparación con solo el 20% de quienes recibieron el placebo. Este hallazgo sugiere que la semaglutida no solo ayuda a controlar el peso, sino que también podría ayudar a reducir la dependencia del alcohol.
El contexto del tratamiento del alcoholismo
El tratamiento del consumo excesivo de alcohol involucra un enfoque integral que requiere un equipo multidisciplinario. Este abarca diversas etapas, desde la desintoxicación supervisada hasta la terapia psicológica y el apoyo familiar. Cada una de estas fases es fundamental para garantizar una recuperación exitosa.
Desintoxicación
La desintoxicación es el primer paso en los casos más graves de alcoholismo y generalmente se realiza en un entorno hospitalario. Este proceso permite eliminar el alcohol del organismo bajo supervisión médica, minimizando los riesgos de abstinencia.
Terapia psicológica
Las terapias psicológicas, sobre todo las cognitivo-conductuales, son esenciales. Estas ayudan a identificar patrones de conducta que fomentan el consumo de alcohol y a fomentar un cambio positivo en la manera de afrontar situaciones difíciles.
Grupos de apoyo
Los grupos de apoyo, como Alcohólicos Anónimos, ofrecen a los pacientes la posibilidad de compartir experiencias y recibir apoyo de otros que enfrentan retos similares. Este tipo de interacción puede ser fundamental en el proceso de recuperación.
Apoyo Familiar y Educativo
El apoyo de la familia es crucial en la recuperación, ya que proporciona un entorno estable. Los programas educativos pueden ayudar a los familiares a entender mejor la enfermedad y cómo pueden participar activamente en el proceso de sanación.
Seguimiento
Una vez que se completan las etapas iniciales del tratamiento, el seguimiento médico es vital para evitar recaídas. Este apoyo continuo ayuda a los pacientes a consolidar habilidades para manejar su vida diaria y establecer hábitos más saludables que reduzcan los riesgos asociados al alcoholismo.
Medicación
En algunos casos, se pueden recetar medicamentos como Antabus o Acamprosato para ayudar a controlar la dependencia física y reducir los impulsos de consumo. Estos fármacos pueden ser una parte importante del tratamiento, aunque a menudo se utilizan junto con otras formas de intervención.
Una nueva visión sobre la semaglutida
Los resultados de este estudio inicial alimentan la esperanza de que la semaglutida y otros medicamentos similares puedan ser utilizados de manera más amplia para combatir el abuso de alcohol. Se estima que nuevos estudios de mayor escala serán necesarios para confirmar estos hallazgos y establecer protocolos específicos.
Klara Klein, autora principal del estudio, señala que los datos revelan el potencial de la semaglutida para cubrir una necesidad insatisfecha en el tratamiento del trastorno por consumo de alcohol. Mientras tanto, continuamos buscando soluciones efectivas que ayuden a quienes enfrentan esta batalla.
Bibliografía
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Hendershot CS, Bremmer MP, Paladino MB, et al. (2025) Once-Weekly Semaglutide in Adults With Alcohol Use Disorder: A Randomized Clinical Trial. JAMA Psychiatry.
- Lähteenvuo M, Tiihonen J, Solismaa A et al. (2024). Repurposing Semaglutide and Liraglutide for Alcohol Use Disorder. JAMA Psychiatry.