Actualizado el 11 de marzo de 2025 por Carlos José Belmonte López
La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se origina cuando el páncreas no produce suficiente insulina, produce una insulina de calidad inferior o no puede utilizar eficazmente la insulina disponible. Esta hormona es crucial para el mantenimiento de niveles adecuados de glucosa en el organismo, ya que permite que la glucosa sea transportada a las células, donde se convierte en energía, eficiente para el funcionamiento de órganos y tejidos.
Diabetes tipo 1 y tipo 2
Existen dos tipos principales de diabetes: la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2. En la diabetes tipo 1, el sistema inmunitario ataca las células beta del páncreas que producen insulina, lo que puede llevar a una completa falta de producción de esta hormona. Sin insulina, las células no pueden absorber la glucosa, lo que provoca niveles elevados de azúcar en sangre.
Por otro lado, en la diabetes tipo 2, el principal problema es la resistencia a la insulina. Esto significa que el páncreas debe trabajar más para producir la insulina necesaria para controlar la glucosa en sangre. Inicialmente, esto se debe a que los músculos y el hígado no responden adecuadamente a la insulina. Con el tiempo, el páncreas puede no ser capaz de seguir el ritmo de la demanda, lo que resulta en niveles inadecuados de insulina en el organismo.
Tratamientos disponibles
El tratamiento para la diabetes se sustenta en cuatro pilares fundamentales: la alimentación, el ejercicio, la educación terapéutica y, por último, la terapia farmacológica. Entre los tratamientos farmacológicos, la insulina es el fármaco más conocido. Sin embargo, no todos los pacientes la requieren y no es el único medicamento disponible.
“La insulina es esencial para las personas con diabetes tipo 1”, afirma la endocrinóloga Cristina Tejera. En el caso de la diabetes tipo 2, la administración de insulina no siempre es necesaria.
Innovaciones en la administración de insulina
En la actualidad, la mayoría de las insulinas se administran mediante plumas o bolígrafos inyectables, pero están surgiendo nuevas tecnologías que facilitan su manejo. Por ejemplo, hay plumas inteligentes que, además de inyectar insulina, se conectan a aplicaciones móviles a través de Bluetooth. Estas aplicaciones permiten a los pacientes gestionar su tratamiento registrando la hora de cada dosis.
Bombas de insulina
Otro avance significativo son las bombas de insulina, que se utilizan principalmente en pacientes con diabetes tipo 1. Estos dispositivos electrónicos permiten la infusión continua de insulina, proporcionando un suministro más estable y personalizado que las inyecciones convencionales. Cada vez más pacientes están adoptando esta opción, aunque es fundamental recibir una buena educación diabetológica antes de su uso.
Medicamentos clásicos y nuevos
Aparte de la insulina, también hay una variedad de medicamentos para controlar la diabetes. “Seguimos utilizando fármacos clásicos, como la metformina o la pioglitazona, que son efectivos y confiables”, sostiene Tejera. En los últimos años, se han desarrollado nuevos fármacos que han revolucionado el tratamiento de la diabetes.
Entre estos nuevos medicamentos se encuentran los agonistas del receptor de GLP-1, como la semaglutida (Ozempic y Wegovy), que se administran por inyección semanal. Además de ayudar a regular la glucosa, estos fármacos tienen un efecto significativo en la reducción de peso al disminuir el apetito y retrasar el vaciamiento estomacal.
Otra clase de fármacos son los iSGLT-2, que ayudan a los riñones a eliminar más glucosa del cuerpo. Según Tejera, “esto no solo ayuda a controlar la glucosa, sino que también protege los riñones y previene la insuficiencia cardíaca.” Esta evolución en el tratamiento ha cambiado el panorama para muchos pacientes con diabetes tipo 2, haciéndoles menos dependientes de la insulina.
Futuro del tratamiento de la diabetes
La investigación en el ámbito de la diabetes es dinámica y busca continuamente nuevas soluciones. Se espera que en el futuro se introduzcan mejoras en la formulación de insulinas y otros medicamentos que cambiarán la forma en que se trata esta enfermedad.
Avances en insulinas
“Las insulinas están evolucionando para hacerse cada vez más similares a la insulina natural del páncreas”, comenta Tejera. Las insulinas de acción lenta están desarrollándose para administrarse cada siete días, mientras que las insulinas rápidas prometen actuar en cuestión de un minuto.
Investigaciones en nuevos fármacos
La línea de los agonistas sigue siendo objeto de un enfoque investigativo intensivo. Se espera que pronto aparezcan agonistas triples que actúen sobre tres hormonas diferentes. Además, se está explorando la posibilidad de formulaciones orales para estos tratamientos, lo que mejoraría aún más la adherencia de los pacientes.
Fármacos dirigidos al sistema inmunitario
Para los pacientes con diabetes tipo 1, la investigación está orientada a encontrar tratamientos que puedan regular el sistema inmunitario para prevenir el daño a las células productoras de insulina. Algunos fármacos ya están demostrando resultados prometedores al retrasar la aparición de la enfermedad en personas predispuestas.
“Estos medicamentos representan una esperanza para el futuro”, concluye Cristina Tejera. “Estoy convencida de que antes de mi jubilación, presenciaré un verdadero avance en la cura de la diabetes tipo 1”, reafirma, subrayando la importancia de las terapias emergentes, incluidas aquellas que aprovechan el potencial de las células madre.