Actualizado el 23 de octubre de 2022 por Carlos José Belmonte López
La valeriana ha servido por milenios como coadyuvante de problemas nerviosos y del sueño, por tratarse de un relajante natural. Su uso se remonta a los antiguos imperios griego y romano, donde incluso Hipócrates, considerado el padre de la medicina, la había señalado como efectiva para tratar dolores de cabeza, nerviosismo, temblores y palpitaciones cardíacas.
Se estima que la valeriana posee más de 120 componentes químicos, entre ellos antioxidantes, ácido valerénico y ácido isovalérico, lo que la convierte en un ingrediente habitual en medicinas herbales contra el insomnio y la ansiedad.
A pesar de que es un remedio muy popular en muchas partes del mundo, la mayoría de las personas desconoce cuál es la manera correcta de usar esta planta con propiedades sedantes. Este artículo arrojará luces sobre este asunto.
¿Qué es la valeriana?
- Reino: Plantae
- División: Magnoliophyta
- Clase: Magnoliopsida
- Subclase: Asteridae
- Orden: Dipsacales
- Familia: Caprifoliaceae
- Subfamilia: Valerianoideae
- Género: Valeriana
- Especie: V. officinalis
Su nombre científico es valeriana officinalis, pero es conocida simplemente como valeriana. Es una planta medicinal con flores que se cree es originaria de Europa y Asia.
La raíz de esta hierba que se caracteriza por un olor a tierra fuerte, debido a la concentración de aceites volátiles y otros compuestos, se usa comúnmente con fines medicinales, particularmente para tratar los trastornos del sueño y es la base de muchos productos farmacéuticos con propiedades sedantes.
Propiedades de la valeriana
La valeriana destaca por sus propiedades sedantes y ansiolíticas, lo que le confiere la capacidad de relajar el sistema nervioso y el cerebro. De ahí que se utilice con frecuencia para mitigar los efectos del estrés, la ansiedad, el insomnio y el nerviosismo.
Entre sus componentes está el ácido valerénico, que posiblemente es el que afecta a los receptores del ácido gamma-aminobutírico (GABA), principal neurotransmisor que inhibe el sistema nervioso central, además posee algunos antioxidantes como la hesperidina y la linarina.
La composición química de la raíz de valeriana incluye principalmente sesquiterpenos e iridoides, pero también contiene glúcidos, almidón, ácidos grasos, ácidos fenólicos, glutamina y arginina, trazas de alcaloides, resina, flavonoides, triterpenos y aceite esencial rico en monoterpenos.
¿Cómo funciona la valeriana y cuáles son sus beneficios?
Sustancias como el ácido valerénico, el ácido isovalérico y los antioxidantes le otorgan efectos sedantes a la valeriana.
La raíz de esta planta, particularmente, ha sido objeto de múltiples estudios, debido a su interacción con el ácido gamma-aminobutírico (GABA), un componente químico encargado de regular los impulsos nerviosos del cerebro y del sistema nervioso.
De acuerdo a la revista científica Neurofarmacología, el ácido valerénico que tiene la valeriana disminuye la degradación del GABA cerebral y, por tanto, produce una sensación de tranquilidad.
Algunos estudios clínicos efectuados para evaluar la eficacia de la valeriana como inductor de sueño han demostrado que favorece la conciliación del sueño. Por otra parte, otras investigaciones científicas respaldan la acción ansiolítica y sedante de la valeriana para mejorar los trastornos del sueño.
Por otro lado, componentes como la hesperidina y linarina, se asocian también con la capacidad sedante y ansiolítica de esta planta. Gracias a todas sus propiedades químicas, se le atribuyen los siguientes beneficios:
- Controla los estados de estrés.
- Disminuye los estados de nerviosismo e inquietud.
- Regula la frecuencia cardíaca.
- Alivia los dolores menstruales.
- Reduce el síndrome de fatiga crónica.
- Mejora la calidad de sueño.
¿Cuándo tomar valeriana?
Por ser una planta que actúa como agente sedante, y tiene el efecto de relajar el sistema nervioso y el cerebro, suele recomendarse a personas con trastornos del sueño, o para aliviar el estrés y la ansiedad.
Algunos médicos sostienen que la raíz de la valeriana puede ser útil para tratar problemas digestivos, síntomas de menopausia, combatir dolores de cabeza, cólicos intestinales, dolores reumáticos y por vía tópica en cortaduras y pequeñas inflamaciones.
No obstante, no se recomienda utilizarla sin antes consultar a un especialista de la salud.
¿Cómo consumir valeriana?
Aunque es un producto de origen natural, la valeriana debe consumirse con precaución y en las dosis recomendadas por los médicos. Actualmente, se puede conseguir en las siguientes presentaciones:
- Cápsulas. Hay que ceñirse a la dosis recomendada por un especialista, esta puede variar entre dos y seis pastillas, como máximo, al día. Si se ingiere para dormir, debe hacerse entre 30 minutos y dos horas antes de acostarte.
- Extracto seco y fluido. El extracto se consume entre uno y dos gramos al día repartidos en dos o tres tomas. En cuanto al fluido, lo recomendable es unas gotas, entre 2 y 8 gramos, repartidas también en dos o tres tomas.
- Aceite esencial. Debido a su concentración basta con un par de gotas repartidas, también en dos o tres tomas diarias, para conseguir el efecto deseado. También se puede usar mediante un difusor aromático en el dormitorio o junto a la almohada.
- Infusión. Se pueden tomar algunas hojas de la valeriana y se añaden a una taza con agua caliente, que se debe dejar reposar al menos cinco minutos. Generalmente, se recomienda no beber más de tres infusiones por día.
Contraindicaciones y efectos secundarios de la valeriana
A fin de evitar complicaciones, es conveniente informar siempre al médico antes de comenzar a usar esta hierba con fines medicinales.
Al momento de iniciar el consumo de valeriana es bueno tener en cuenta algunas contraindicaciones, tales como:
- No se puede mezclar con alcohol porque intensifica el efecto de somnolencia.
- Tampoco se debe combinar con medicamentos para la depresión o sedantes.
- Se desaconseja su consumo durante el embarazo, en la etapa de lactancia o en niños menores de tres años.
- El aceite de valeriana no está indicado para menores de 10 años ni para los que sufren de alergias respiratorias.
- No se debe consumir de forma continuada por más de diez días seguidos, ya que puede causar dependencia. Lo idóneo es tomar descansos de 15 a 20 días entre las tomas.
Entre los posibles efectos secundarios de la valeriana se encuentran estos:
- Dolor de cabeza
- Mareos
- Picazón
- Malestar estomacal
- Boca seca
- Sueños vividos
- Somnolencia diurna.
Por tratarse de un relajante natural, la valeriana podría ser una buena alternativa como inductor del sueño, pues incrementa su duración y aumenta su fase más reparadora, la fase de ondas lentas.